Redacción. El sindicato CSIF conmemora el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, bajo el lema “CSIF por la Igualdad. El Covid no nos frena«, para denunciar las situaciones de discriminación, abuso y violencia que sufren las mujeres.
CSIF ha celebrado una concentración simbólica en su sede provincial, siguiendo todas las medidas de seguridad exigidas frente al Sars CoV-2. Ha unido esta fecha con la campaña de reparto de material que se ha venido realizando desde la semana pasada en los centros de trabajo.
Asimismo, en esta jornada el sindicato quiere rendir homenaje a todas las mujeres “por su papel crucial en la lucha contra la pandemia, desde todos los ámbitos de la sociedad, muchas en primera línea y en puestos de trabajo mayoritariamente femeninos, como sanidad, residencias, educación o servicios”.
En este sentido, la central sindical ha constatado cómo el coronavirus ha agravado aún más la situación de desigualdad de las mujeres, ya que la pandemia no sólo ha supuesto un problema social, sanitario y económico a gran escala, sino que también ha afectado de manera específica al equilibrio entre vida y trabajo.
Así, los datos del mercado laboral muestran el retroceso que han sufrido las mujeres: la brecha en la contratación temporal se ha multiplicado por seis en el último año, ha aumentado la proporción de mujeres ocupadas a tiempo parcial por cuidado de menores, dependientes u otras obligaciones familiares; y hay más mujeres en paro o en ERTE.
La falta de conciliación de la vida familiar y profesional no sólo ha frenado el acceso al empleo, sino también ha obligado a muchas mujeres a acogerse a reducciones de jornada e incluso a excedencias. Asimismo, muchas de ellas se ven obligadas a realizar dobles jornadas para compaginar trabajo y cuidados.
En definitiva, según CSIF, se ha desplazado a las mujeres al hogar, en muchos casos a costa de perder el empleo, y en otros, echando a sus espaldas el peso de los cuidados familiares, perpetuando así los roles de género.
Además, las circunstancias del confinamiento han potenciado los factores de riesgo de violencia de género al ser mayor el aislamiento y las barreras que dificultan la petición de ayuda.
Finalmente, el sindicato ha lamentado la falta de consenso de las fuerzas políticas en este ámbito, “lo que no beneficia la igualdad y sí favorece a los que promueven la desigualdad, la discriminación y se sienten impunes para ejercer violencia contra las mujeres”.