HBN. Los pasillos principales de la flamante Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Huelva ubican la memoria desde el mes de diciembre con una emotiva exposición fotográfica .
La iniciativa, promovida por los profesores Jacinto Mata y Emilio Romero, ha tenido una gran acogida y participación. Alumnos, profesores y egresados de la Escuela han colaborado aportando valiosas instantáneas.
La selección fotográfica, de 46 vistas, realiza un extenso recorrido por las cinco décadas transcurridas desde la llegada a La Rábida de la popular institución onubense. Se ha hecho público un video promocional que resume su contenido.
Aquel traslado se produjo en 1969, despidiéndose la comunidad educativa de la antigua sede de la Escuela de Minas de la Alameda Sundheim capitalina para iniciar una nueva etapa. Esta se produjo en paralelo a la creación del Polo petroquímico en los términos de Huelva y Palos de la Frontera.
Instantes de la vida académica de profesores y alumnos se intercalan con imágenes de las instalaciones que han dado cobertura formativa e investigadora durante todos estos años.
La conmemoración del 50 aniversario, preparada con ilusión por la comunidad de la Escuela, al final en cierta medida se vio truncada por la aparición de la pandemia.
La organización había previsto una serie de actividades, conciertos, conferencias, encuentros al aire libre, que tuvieron que suspenderse.
No obstante tuvo lugar un acto académico central, muy emotivo, el pasado 25 de octubre, donde se tuvo la oportunidad de reconocer a muchos profesores señalados en su historia y realizar un recorrido histórico del centro.
El profesor Jacinto Mata, uno de los promotores, ha dejado la dirección de la Escuela recientemente, siendo relevado por el profesor Salvador Pérez Litrán. Mata ha estado vinculado con la Escuela un cincuenta por ciento de la vida de esta, dado que entró en ella en 1995.
El profesor Mata destaca que la Escuela, con la complejidad que comporta su diversidad de titulaciones, ha sabido adaptarse a los cambios. Tanto en el plano docente como en el investigador. Y también en el desarrollo de sus infraestructuras, culminadas con la nueva Escuela del Campus del Carmen.
El caso de Emilio Romero se dilata aún más en el tiempo, dado que entró como alumno en Minas en 1973. Aun siendo Zalameño, de plena Cuenca Minera, el profesor Romero no se había planteado en principio estudiar esta carrera. Al final optó por ella y ha tenido una brillante carrera como docente e investigador en sus disciplinas.
Su larga experiencia en el centro educativo onubense le hace resaltar el compañerismo que ha existido siempre. Señala que se transforma en real ese tópico de ser como una auténtica familia.
