Carmen Palanco. Alguna vez he llegado a preguntarme, si verdaderamente somos consciente de lo que ocurre en nuestra provincia, en todas sus vertientes. Integrada en la memoria colectiva, tenemos la certeza de que nuestra tierra es sinónimo de vergel. Con frecuencia oímos decir que vivimos en el paraíso, que nuestra tierra es tierra de grandes artífices en las artes. Que este trocito de Andalucía lo tiene todo en un pellizco, un todo que nos influye intensamente. Pero, ¿realmente somos consciente de su riqueza? Yo no lo he sido durante largo tiempo y sigo sin serlo del todo, aunque, ahora sí, me afane por beber del germen de esta Onuba que no deseo olvidada.
En el mundo de Huelva, bajo su corteza abrupta, crecen raíces que germinan en tallos que hay que traerse arriba. Lejos de lo comercial, se cuece en las profundidades una yema cultural que pasa por todas las artes, aunque tristemente, más bien desapercibida. Sabemos que vivimos en un edén, pero, ¿lo habitamos en su totalidad? Y digo, “habitar”, en el sentido absoluto. Que andar la tierra es una cosa y vivirla, es otra. `La belleza y la importancia de la naturaleza de nuestro mar, nuestra campiña y nuestra sierra, se extrapola a la inmensa riqueza de nuestros creadores; las musas habitan en sus luces, pero sólo la conocen unos pocos y eso debe cambiar´. Es lo que pensé al salir de un concierto de David Sánchez, DASARE.
Aquella noche, la casualidad quiso que escuchase desgarrársele la voz para que, guitarra en mano, le cantase a la vida cosas con sentido. Letras simples, extraídas a este amasijo de la existencia con las que atraviesa lo complicado y te hacen verdad. Recuerdo que creí que venía de lejos; sonaba a cuero de escenario, a músico consagrado. Desde luego que lo es, su consagración a la música, en él es una piel que no muda. Entonces, entendí que su sentir era inevitable y que su mundo salía puro y honesto por cada nota, y que además era un talento onubense. `No tiene opción de venderse aquel que da lo que siente a cambio de escucha´, es lo que resume el alma de Dasare.
`Debías de estar llenando estadios´ -le dije en una ocasión- como todos los cantautores de Huelva. A lo que él contestó: No sé lo que debía de estar llenando, me conformo si te he llenado a ti. Y desde entonces, la certeza de habitar el paraíso me ha hecho mejor.
El cantautor se reconoce un enamorado de la literatura y cuenta que en la canción de autor ha aunado sus dos pasiones. Lleva años en la carretera con su banda, Dasare y Tolajarca con la que ha grabado varios títulos. Humo, es su último trabajo en solitario, aunque no es el único. En donde la mezcla de estilos en su extensión musical le han otorgado un sonido propio.
Premiado en certámenes, y finalista en concursos, Dasare a condesado su bagaje en el disco que siempre soñó, en donde la realidad y la maestría se combinan para engendrar una experiencia que no deja indiferente.
A quienes no lo hayan escuchado, descúbranlo, pueden que quieran quedarse con su trocito de mundo. Hay mucho por vivir; habitemos nuestro paraíso.