José Manuel Alfaro/ Sección de ficción ‘Cuaderno de Muleman’. Hoy se ha sabido, que las últimas lluvias además de mitigar el déficit hídrico de los últimos meses en la Sierra. También ha traído un fenómeno extraño del que se tienen muy pocos casos documentado en todo el mundo. El último en Valdelarco, una localidad serrana de poco más de 250 habitantes, que han tenido el privilegio de vivir uno de los acontecimientos meteorológicos más raros de la tierra.
Los vecinos que fueron sorprendidos durante el acontecimiento describen la experiencia como única e indescriptible, un fenómeno que ocurre sólo cuando se dan unas determinadas circunstancias, en las que la hora del día, la temperatura, la velocidad del aire, la humedad y el paisaje se conjugan para producir un suceso, que se podría homologar a de las Auroras boreales, que solo se producen en el polo norte.
Aunque aún, se están recopilando datos del suceso, por parte del servicio de meteorología y por la confederación hidrográfica, hasta la zona se han desplazado numerosos físicos especialistas en meteorología, ingenieros medioambientales expertos en hidrografía, biólogos, personal de uno de los laboratorios más importantes del país, así como uno de los catadores de agua más famosos del mundo, que será el encargado de certificar el agua desde el punto de vista organoléptico, una vez que se realicen los análisis en el espectrómetro de masas, de las muestras que se han recogido por parte de un laboratorio acreditado y un grupo de investigadores en química analítica de la Universidad, de numerosos arroyos, pozos, pequeños embalses, deposiciones en hojas, incluso gotas en pelos de ciervos.
Unos análisis que podrían confirmar el inédito suceso, por el que ya se ha interesado grandes empresas comercializadoras de agua, que estarían dispuestas a instalar una planta embotelladora de agua, bajo la dirección de unos de los catadores de agua más famosos del mundo y que vive actualmente en la zona y que nos ha contado en esta entrevista, el alcance que tendría este proyecto para la zona desde el punto de socioeconómico, medioambiental y turístico.
¿Cómo se llega a ser uno de los catadores de agua más famosos del mundo?
Lo primero que tengo que decir y que quede claro, es que ser uno de los más famosos catadores de agua del mundo, no implica ser el mejor. Soy uno de los más famosos, porque tengo el talento de captar la atención con más facilidad que nadie, eso y también tener la capacidad de polarizar mis opiniones, mis juicios sin valor, mis constantes tergiversaciones y si es necesario, incluso molestar a quien haga falta con mentiras o negando la evidencia, con tal de atraer la atención no solo de los que le importa lo que hablas, sino, sobre todo, de los que ni les interesa tus discursiva sobre el color, el olor y el tacto del agua. Ahora sí, para este oficio, si hay que tener una cosa clara, que para ser un gran catador hay que catar muchos vasos de agua, desde el manantial más recóndito de la provincia, al agua que sale del grifo en un hotel de Aracena. Y sobre los estudios, al menos hay que tener una FP en química, aunque lo ideal es una Ingeniería Técnica en Química y saberse la tabla periódica incluso los Lantánidos y los Actínidos.
¿Qué condiciones se deben de dar, para que se produzcan este tipo de aguaceros?
Si en argot de la meteorología a los buscadores de tornados se les llama “Cazadores de tornados” en el campo de las aguas yo soy un “Buscador de aguas”. Nuestro trabajo es recorrer territorios en busca de manantiales secretos, bares, habitaciones de hoteles, charcas donde beben los cerdos o abrevaderos donde calman la sed las bestias, en busca del agua perfecta. También, gran parte de nuestro tiempo lo dedicamos a observar y ver todos los programas del tiempo de la televisión, para luego formular con estos datos algoritmos matemáticos, en los que se introducen variables como la humedad del aire, la velocidad del viento, la vegetación de la zona, el tipo de terreno, los kilos de setas por metro cuadrado que se recolectan habitualmente, las hectáreas de castaños o el número de ciervos por km2, lo que nos permite no conocer, pero si intuir en qué lugares se puede dar un fenómeno como el que se ha sucedido en Valdelarco, y en el que cayeron más de 12 litros de agua por metro cuadrado, con sabor a frutos del bosque, en menos de 15 minutos. Aunque, en esto también hay que reconocer, que hay un componente de suerte, porque una cosa son las estadísticas demoscópicas sobre la intención de voto y otra cosa es después la realidad.
¿Qué pasará si se confirma el fenómeno?
Si se confirman los análisis de las muestras que se na tomado, estaríamos ante el fenómeno meteorológico del año en la Sierra de Huelva. De momento los estudios cualitativos de la cata que he realizado de las muestras obtenidas, reflejan resultados muy positivos, el 99% de las muestras a pesar de ser incoloras, puestas al trasluz se pueden apreciar el 100% de la descomposición de los colores que forma un haz de luz. En el apartado de olores, tras el estudio, en todas las muestras se han apreciado olores característicos del bosque, como, a tierra húmeda, a hierba mojada, incluso en algunos momentos halle trazas olfativas a setas, especialmente de otoño, como los “tentullos” (boletus edulis) , los «rebozuelos» (chantarela cibaruis), y las “tanas” (amanita cesarea) o gallipiernos, también halle en el análisis aromas a madroños, jara, pino, castaño y muchas más especies típicas del bosque y el sotobosque de la zona, todo un carnaval de olores que se hizo más patente cuando me lleve las muestras a la boca y tras el gorgoreó pude reiterar la conclusión a la que había llegado durante el análisis olfativo, que estábamos ante una de las mejores aguas con sabor a frutos del bosque de mundo.
Y después de esto ¿qué?
Pues lo que queda, es disfrutar de ella, hasta que vuelva caer otro aguacero o tormenta. Yo creo que, si los datos son correctos, se podría decir que el microclima existente en la Sierra, hoy ha tocado a Valdelarco, pero mañana puede ser a otro pueblo de la zona, estamos ante una de las zonas del mundo más importantes en lo que se refiere a las lluvias con sabor a frutos del bosque. Si el año hidrológico de la zona ronda la media de 1000 mm, podríamos afirmar con rotundidad, que más del 50% del agua que cae en la zona es con sabor a frutos del bosque.
Por lo que la zona podría ser un lugar idóneo para albergar una planta embotelladora de agua de este sabor, que tendría la capacidad de enamorar a los paladares mas exigentes. Si este proyecto, por el que ya se han interesado numerosas comercializadoras de la provincia, termina creándose, estaríamos ante uno de los polos de desarrollo económico alrededor del agua de la provincia. Una actividad, que podría tener consecuencias directas en el empleo de la comarca, el turismo, la hostelería y el medioambiente. Pero de momento, lo que, si podemos hacer, todos los que nos acerquemos a Valdelarco y la comarca, es disfrutar del paisaje, de sus pueblos, de su clima, la arquitectura, su aire y sobre todo del agua pura e incolora con sabor a frutos del bosque, que emana de sus manantiales.