S. D. No pudo ser. El juego, la casta, el enorme sacrificio de Carolina Marín mereció un final más dichoso en el Danisa Denmark Open I 2020, donde tras completar un sensacional torneo, no pudo coronarse como campeona al toparse en la final con la excelente defensa de la japonesa Nozomi Okuhara, más certera en los momentos cumbres.
Con las buenas sensaciones que dejó Carolina durante el torneo, en especial en la semifinal ante la teutona Yvonne Li, estaba en el guión la posibilidad de alzarse con el que hubiera sido su primer torneo en 2020. Pero Okuhara lo impidió. La japonesa venció en dos sets 19-21 y 17-21, en 56 minutos.
Fue un partido, eso sí, igualado, intenso, con dos jugadoras que se emplearon a fondo defendiendo cada una su estilo, la de Huelva más agresiva -por eso cometió más errores- y la nipona contumaz y sacando enorme rédito a su defensa, no exenta claro de buen juego.
En la primera manga la que dio primero fue Carolina, que se hizo con las primeras ventajas (3-0 y 5-3). Sin embargo Okuhara reaccionó y equilibró el marcador para luego alcanzar una renta de tres puntos (8-11) en el intervalo. El equilibrio de fuerzas, en la pista y en el marcador siguió siendo patente hasta el 18-18. Ahí Carolina cometió un par de errores que, ante jugadoras como Okuhara que explotan al máximo esa contimgencia, son decisivos. El 19-21 con el que finalizó el set así lo demuestra.
El segundo juego comenzó de la misma forma que el primero, es decir con la onubense mandando, aunque fue algo efímero. Okuhara volvió a sacar rédito de los errores de la onubense para darle la vuelta y llegar al intervalo con una ventaja de un punto: 10-11. A renglón seguido volvió la nipona a presionar a Carolina, que aunque trató por todos los medios de limar la desventaja, un 1-4 tras el 14-16 dejó el set en bandeja a la japonesa. Carolina trató de hacer la gesta, salvó dos volantes de partido, hasta caer en el tercero, para firmar ese 17-21 final.