S. D. La selección nacional de parabádminton ha vuelto a la actividad en este mes de septiembre, tras verse obligada, como el resto de colectivos deportivos, a cesar sus actuaciones por la pandemia de Covid-19 que sigue azotando a todo el planeta. En un mes en el que debía haberse disputado en Tokio (Japón) la primera competición de Juegos Paralímpicos de esta disciplina, los deportistas españoles afrontan con ilusión estas jornadas de trabajo junto al Staff Nacional de Parabádminton.
Se han dado cita en Huelva, ciudad que lleva ya tres años acogiendo a la selección y que siempre brinda todas las facilidades para que el equipo pueda desarrollar su trabajo. En esta ocasión, un recién remodelado polideportivo municipal Diego Lobato, en el que se han eliminado todas las barreras arquitectónicas para hacerlo más accesible a todos los amantes del deporte, es el escenario en el que los días 16 al 20 de este mes se encuentran trabajando alrededor de 20 participantes, entre deportistas y técnicos.
Aunque en un principio estaba programada la actividad de la Federación Europea, BEC Regional Project, con la asistencia de diferentes países europeos, la reagudización de la situación sociosanitaria ha hecho que este evento tuviera que cancelarse, por lo que rápidamente desde la Federación Española (FESBA) y la Andaluza (FAB) se programó la actividad que actualmente se está desarrollando, con el objetivo de preparar el Campeonato de Europa de Parabádminton.
Finalmente, este evento también ha sido cancelado, por lo que el objetivo de los técnicos para estos días se ha transformado en el seguimiento y tecnificación de los integrantes del combinado nacional, de cara a futuras competiciones, bajo la dirección del Coordinador Nacional, Miguel Ángel Polo, y los técnicos Gustavo López y Dolores Marco.
Destaca la presencia de dos deportistas de la tierra: el onubense Francisco Motero, integrante del Centro Andaluz Especializado en Tecnificación Deportiva (CAETD) que la FAB tiene instalado en el Palacio de Deportes Carolina Marín y perteneciente al Club Deportivo Bádminton Huelva; y el chucenero Antonio Solís, que forma parte del mítico Club Bádminton Rinconada, ya que desarrolla sus entrenamientos con el cuadro rinconero al encontrarse en Sevilla cursando sus estudios. Dos deportistas que, poco a poco, van haciéndose un hueco en una disciplina que está experimentando un crecimiento considerable en las últimas temporadas.