HBN / Sergio Borrero. A eso de las 20.30 horas y tras haber pedido una hora de moratoria por las inclemencias meteorológicas, se abrían de par en par las puertas de la Ermita de Soledad para que la Muy Antigua, Real e Ilustre Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias, Santo Entierro de Cristo y Soledad de María comenzara a abandonar el templo.
La Hermandad Oficial, cuyos vestigios se remontan al siglo XVI, vuelve a poner en la calle a sus tres titulares en este segundo año del segundo mandato de su hermano mayor, Javier Mesa. Pudiendo, de esta forma, la Junta de Gobierno, continuar un trabajo ampliamente alabado y que ha conseguido reactivar la vida de la hermandad y los proyectos patrimoniales parados desde hace años. Y, de hecho, la hermandad continúa con el enriquecimiento de sus pasos procesionales.
Unos cien hermanos conforman el cortejo de nazarenos de la Hermandad, de túnica, morrión y capa negra con el escudo bordado sobre la capa, siendo la capa de color crudo en los nazarenos que acompañan al Cristo Yacente. A los hermanos de la cofradía, se le sumarán, como es tradicional, las representaciones de las hermandades de la ciudad, así como de las autoridades civiles y militares, debido al carácter oficial que atesora la Hermandad.
Importantes novedades este año en la cofradía del Viernes Santo onubense: entre los estrenos más destacados, el bordado del respiradero frontal del paso de palio, recuperando el diseño perdido en la guerra, obra de Jesús Rosado, así como los faroles para el paso de las Angustias, de José Antonio Conradi, y la nueva cruz para las Angustias, de Francisco Cumbreras.
En el apartado musical, como el pasado año 2018, la Banda de Música Ntra. Sra. de Albricias, de El Cerro del Andévalo, va tras las andas de la Virgen de las Angustias, mientras que la Banda Sinfónica Municipal de Huelva acompaña al palio.
Galería fotográfica de la salida de la Hermandad de Santo Entierro. Autor: Sergio Borrero