Redacción. El Hospital Infanta Elena de Huelva ha habilitado una nueva sala de fisioterapia y rehabilitación en el área de hospitalización de su edificio principal, con el fin de mejorar la accesibilidad en este ámbito a aquellos pacientes que se encuentran ingresados en el centro. La puesta en marcha de este nuevo dispositivo va a facilitar el inicio precoz del tratamiento rehabilitador de una forma más integral, más cómoda para el paciente y con una mayor intimidad y seguridad en todo el proceso, con el fin de minimizar la posible discapacidad y mantener la mayor autonomía posible de la persona.
Esta nueva sala permitirá ofrecer una asistencia más completa a todos aquellos pacientes que se encuentran ingresados y que presentan problemas de movilidad o atrofia muscular, bien por un largo encamamiento producido por cualquier tipo de proceso de enfermedad, bien por haber sufrido alguna intervención quirúrgica traumatológica o por tratarse de un paciente con alguna patología neurológica que haya mermado sus funciones locomotoras o respiratorias.
La delegada territorial de Salud y Familias en Huelva, Manuela Caro, ha visitado esta mañana las nuevas instalaciones, que se encuentran ubicadas en la primera planta del área de hospitalización, acompañada por la directora gerente del centro hospitalario, Julia Paloma Hergueta, y por profesionales de la Unidad. Con ellos ha querido poner en valor este nuevo servicio con el que va a empezar a contar el centro hospitalario, y ha destacado la importancia de iniciar la actividad rehabilitadora desde un primer momento para agilizar la recuperación y autonomía del paciente y la reincorporación a su vida normal.
Este dispositivo responde a una demanda histórica de los profesionales del centro hospitalario e implica una importante mejora asistencial ya que, si bien el servicio de Medicina Física y Rehabilitación cuenta desde hace años con una amplia sala de fisioterapia, terapia ocupacional, consultas y con instalaciones adecuadas para su labor, éstas no se encuentran situadas en el edificio en el que se ubica el área de hospitalización, sino en un edificio cercano, por lo que no es posible desplazar al paciente ingresado.
Hasta ahora esos primeros trabajos de fisioterapia y rehabilitación se llevaban a cabo en la habitación del paciente, con los problemas de espacio y de intimidad que ello conlleva, por lo que esta nueva sala, que cuenta con los elementos básicos para el inicio de la actividad rehabilitadora y que permite trabajar desde una perspectiva mucho más integral y con mayores garantías, supone una mejora sustancial de la respuesta asistencial que se ofrece a estos pacientes. La nueva sala cuenta ya con la asistencia de dos fisioterapeutas y un celador de apoyo, que pondrán en práctica las terapias necesarias, así como con la asistencia de un médico especialista en Rehabilitación, que será el encargado de indicar los tratamientos más adecuados, en función a la patología y la situación de cada persona en cada momento.
En este sentido, está previsto que este nuevo dispositivo atienda una media de 15 pacientes hospitalizados nuevos por semana, lo que daría lugar a 3.600 sesiones de fisioterapia al año, favoreciendo la recuperación del paciente a todos los niveles, incluido el psicológico. Contar con una sala específica, fuera del ámbito de la propia habitación de hospital, que genera también un elemento de estrés añadido, y con los medios físicos necesarios, implica una mejora asistencial en muchos procesos de enfermedad, pero sobre todo en aquellos en los que el afrontamiento, la actitud y la implicación del paciente van a determinar de manera importante su proceso de recuperación.
En el caso de los pacientes que han sido sometidos a una cirugía traumatológica, especialmente si se trata de intervenciones sobre cadera o rodilla, el inicio precoz del tratamiento permite reducir el tiempo de ingreso, favoreciendo el alta del paciente en las mejores condiciones posibles, mejorando su comodidad y la de sus familias y reduciendo así los riesgos asociados a la permanencia en un hospital.
También supone una mejoría evidente en el caso de aquellos pacientes que, por diversas patologías, se vean obligados a pasar un largo periodo encamados, con la consiguiente debilidad muscular y atrofia por desuso. En estos casos, iniciar de forma precoz los ejercicios de recuperación de una forma continuada y segura, permitirán reforzar la musculatura del enfermo, agilizando sensiblemente su recuperación. Además, una vez dado de alta el paciente, puede continuar con su tratamiento rehabilitador en el propio servicio, pero ya de forma ambulatoria, de forma que se respeta y refuerza la continuidad asistencial.
El servicio de Rehabilitación del Hospital Infanta Elena ha impulsado durante el 2019 numerosas mejoras en la atención, así como ha incrementado su actividad en consultas en un 12% respecto al año pasado, con 1.728 consultas más en solo un ejercicio y un volumen asistencial de 14.459 consultas en total, con el objetivo último de agilizar la asistencia sanitaria mejorando los tiempos de espera. Estas nuevas instalaciones se enmarcan en el programa de mejora de las infraestructuras sanitarias que se está impulsando en los centros sanitarios de Huelva y en especial en el Hospital Infanta Elena, que está abordando en los últimos meses la puesta en marcha de nuevos servicios y prestaciones dirigidas a los pacientes de su población de referencia.