José Manuel Alfaro / Sección Especial ‘Cuaderno de Muleman’. El pasado viernes saltó a la opinión pública, en la reunión de la Agencia Espacial Europea, que se celebró en Sevilla, la posibilidad de que en la localidad de Encinasola, se habilitará un centro de entrenamiento de algunas de las pruebas que deberá superar las dos personas, un hombre y una mujer, que volverán a pisar la Luna en el 2024. Este ambicioso reto viene de la mano de un programa de la Agencia Espacial Europea que desembolsará un presupuesto récord de 14.400 millones de euros en los próximos cinco años.
Aunque esta decisión aún no ha sido confirmada por la ESA, porque está pendiente del informe de un grupo de expertos, voces muy cualificadas apuntan a la localidad serrana como una de las firmes candidatas a acoger este centro, en el que se podrían realizar algunas de las rigurosas pruebas a las que son sometidos los astronautas. El astronauta Pedro Duque podría haber sido uno de los técnicos que hubieran avalado esta candidatura para la realización de algunas las exigentes pruebas a las que se debe someter un astronauta en su periodo de formación de entre cinco y ocho años.
Aunque la idea de construir un complejo similar al ya existente en la NASA, en la sede de la ESA de Colonia (Alemania) o en Tsukuba (Japón), queda aún lejos, dado el escaso tiempo y la complejidad que implicaría la construcción de dicha instalación, lo que sí podría ser posible, al igual que se ha hecho en Lanzarote (España), es que se pudieran llevar acabo algunas de las duras pruebas físicas y psicológicas en este pueblo serrano. Se estima que la NASA gasta alrededor de 1.200 millones de euros en la formación por cada persona que envía al espacio. Se piensa, además, que la Agencia Espacial Europea aún no ha encontrado el hombre y la mujer que formarán parte de este proyecto, por lo que incluso existe la posibilidad de que pudiera ser de Encinasola.
Este ‘Cuaderno de Muleman’ se ha puesto en contacto con uno de los vecinos de este pueblo, que se ha ofrecido voluntario para formar parte de este programa espacial y al que hemos entrevistado para conocer hasta donde estaría dispuesto a llegar, para ser el próximo hombre en pisar la Luna.
-¿Por qué Encinasola y no otro lugar del Europa?
-Pues me enteré de casualidad, gracias a un amigo que trabaja de taxista en Sevilla y que llevo a Pedro Duque, en un tiempo record del aeropuerto al New Space Forum en hora punta. Algo que llamó la atención del astronauta, que nada más bajarse le dijo a mi amigo, que con esa pericia podría ser un buen candidato para llevar una nave espacial hasta la luna y posarla sobre su cara oculta con los ojos cerrados. Mi amigo declinó la invitación, pero le comentó a Pedro Duque que conocía a un amigo de Encinasola que tenía igual o más habilidad que el conduciendo y que sería un candidato perfecto, porque pesaba veinte kilos menos que él y lo mejor de todo, no tenía miedo a las alturas, además de tener una resistencia física y psicológica sobrenatural. Si no fuera por él, la ESA no se hubiera fijado en este pueblo, incluso fue él, quien le sugirió la idea de que este pueblo podría ser un lugar ideal, para realizar algunas de las pruebas necesarias para convertirse en astronauta de misión espacial.
-¿Qué requisitos debería de cumplir un marocho o marocha para ser astronauta de la ESA?
-Cualquier habitante de Encinasola ya sea hombre o mujer, entre 24 y 46 años es un candidato ideal para entrar en el programa de entrenamiento de cualquiera de las agencias espaciales del mundo, su preparación física, gracias al lugar donde vivimos, como psicológica, ya que a nivel emocional somos estables y seguros en situaciones complejas, lo que nos convierte gracias a nuestra habilidad para adaptarnos a las situaciones más adversas en un valor seguro. Y si a eso le unimos nuestra capacidad de trabajo y nuestro humor, nos convierte en el compañero ideal para atravesar el mayor de los campos de asteroides posibles.
-¿En qué consiste el programa de entrenamiento?
-Hay tres entrenamientos, el básico, el avanzado y el de misión, este último es el más exigente de todos, dura entre 5-8 años y en él durante este periodo, se realizan multitud de pruebas. Alguna de ellas evidentemente, tendrán que realizarse en el centro especial de la ESA en Colonia (Alemania), sobre todo aquella en la que te meten en una centrifugadora, la que simula la gravedad cero en vuelos parabólicos, las de mecánica orbital o las pruebas de submarinismos, todas ellas serían difíciles, pero no imposibles de reproducir en Encinasola. Pero los ejercicios de cooperación que se pueden llevar a cabo durante las fiestas de San Andrés, oratoria con el pregón para la Romería de la Virgen de las Flores, las clases de astronomía en el Fuerte de San Juan un día despejado, primeros auxilios y pruebas de supervivencia de tres días en una Buharda, realización de rompecabezas, además de aprender idiomas, al menos dos, el ruso y el portugués, todas estas pruebas serían viables aquí en Encinasola, incluso yo creo que sería el lugar ideal para completar la formación física y psicológica de un astronauta de la NASA.
-¿Cree que esto beneficiará al pueblo de Encinasola?
-Siendo cautos, solo voy a dar un dato, la formación de un astronauta que dura entre 5-8 años para una misión de 10-14 días, cuesta varios cientos de millones de euros. Parte de esos costes irá destinados a suplir en dietas, alojamientos y eso sin contar las infraestructuras que serán necesarias para completar las que se utilizarán, como podrían ser la Ermita de Roca Amador, el Baluarte San Felipe y Peña, algunas de las dehesas de encinas que existen en el término municipal, barrancos o pozas de agua del Múrtigas. El entrenamiento de un astronauta trae consigo además un equipo inmenso de personas, que algo tendrán que hacer en su tiempo libre y que mejor sitio que la Plaza Mayor para tomarse un café por las tardes o almorzar y cenar. Yo creo que, si al final Encinasola se convirtiera en subsede de la ESA, esto sería para el pueblo, uno de los acontecimientos de la década.
-En el caso de que fuera el elegido para la misión lunar, ¿que se llevaría y dejaría en la Luna?
-Yo me llevaría tres cosas, primero a todo el pueblo en mi corazón, segundo un disco de Abel Moreno Gómez con la marcha de la “Madrugá”, y tercero un lomo ibérico embuchado, jamón, chorizo y salchichón ibérico al corte envasado al vacío, un trozo de morcilla de chivo y un tarrito de pate de morcilla lustre, todo preparado en una bonita cesta para dejarlo en algún cráter cuando alunizara y pudieran verlo todo el pueblo con un telescopio, desde Encinasola.
-¿Tiene ya pensada sus primeras palabras cuando alunice?
-Pues sí, tengo algo pensado, una canción de la Danza del Pandero del S XIII que dice así:
Pandero mi pandero
quien tocara
de noche con la luna
de noche… con la luna
y aunque nevara.