Denuncian once talleres ilegales en Huelva tras realizar 20 inspecciones

Redacción. El área de Protección Medioambiental de la Unidad de Policía Adscrita a la Comunidad Autónoma de Andalucía en Huelva ha denunciado un total de once talleres ilegales en la provincia durante la segunda fase del dispositivo ‘Talleres 2019’ en el que han realizado 20 inspecciones.

Durante las mismas se han descubierto cinco talleres ilegales de vehículos y seis del sector del metal, además de detectar 82 infracciones a la normativa municipal, industrial y en materia de residuos tóxicos y peligrosos, según ha informado la Junta en una nota de prensa.

Así, los talleres de vehículos ilegales han sido denunciados en las localidades de San Juan del Puerto, Villablanca, Zalamea la Real, Punta Umbría y Huelva. Además, fruto de las vigilancias realizadas en polígonos industriales, se ha denunciado al trabajador de un taller legal que fue sorprendido por agentes de paisano arrojando residuos tóxicos y peligrosos a un contenedor convencional.

En esta segunda fase del dispositivo la Unidad de Policía Adscrita ha ampliado las inspecciones a otros tipos de establecimientos industriales, concretamente a cinco naves en las que se realizaban trabajos de carpintería metálica, así como un taller de mecanizado de piezas metálicas para la industria pesada. Todos ellos carecían de permisos y autorizaciones para realizar dicha actividad, por lo que se ha procedido a su denuncia.

Según ha subrayado la Policía Autonómica, que los establecimientos denunciados constituyen «un foco de contaminación al deshacerse de los residuos de manera incontrolada». Contribuyen además a la economía sumergida, a la precariedad laboral y producen pérdidas a las empresas legalmente establecidas. Por otro lado, estos talleres ilegales no ofrecen ningún tipo de garantías a los usuarios.

Durante 2019, los agentes pertenecientes a esta Unidad de Policía han denunciado un total de 24 talleres en la provincia de Huelva. Una labor que resulta ardua debido a las medidas de seguridad que establecen estos recintos ilegales, que en su gran mayoría trabajan a puerta cerrada.