J.A. de Mora. Esta semana ha tenido lugar la jornada ‘Gestión del Medio Ambiente. Indicadores de calidad del aire‘, celebrada en las instalaciones de la Refinería de la Rábida de Cepsa, con la presencia de sus técnicos, y los de Cepsa Química; del grupo de investigación ‘Unidad Asociada al CESIC de la Universidad de Huelva‘; y del principal responsable técnico de la calidad del Aire de la Junta de Andalucía.
En un contexto de extrema sensibilización con un factor tan determinante del bienestar y, al fin y al cabo, de la supervivencia de la sociedad, cuando la OMS propondrá en el marco de la COP25 (25 Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático) acciones tajantes para solucionar el problema de la calidad del aire, Cepsa ha convocado a los medios de comunicación onubenses para informar sobre el sistema que controla la calidad del aire en Huelva.
La jornada ha contado con esas tres perspectivas: la de una de las principales empresas del complejo industrial onubense, Cepsa; la de la administración, como órgano en ultima instancia controlador del sistema; y la del grupo de científicos onubenses, profesores universitarios, que están especializados en la cuestión, y que lideran esta faceta en el conjunto de la comunidad autónoma, además de ser una referencia a nivel nacional.
De las diversas ponencias los periodistas pudieron establecer varias conclusiones. La primera es que Andalucía en su conjunto, según informó Antonio Lozano, responsable del departamento de Calidad del Aire de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de la Junta de Andalucía, es una referencia en España, incluso en Europa, entre otras razones por ser el único organismo que controla durante las 24 horas al día, a través de las distintas estaciones del sistema, la calidad del aire que respiramos, con objeto de llevar a cabo las acciones que fuesen pertinentes en caso de alguna incidencia que comportase riesgo.
Lozano explicó que el análisis de la calidad del aire se realiza con ese control permanente pero con evaluaciones continuadas anuales, que son las que los estandares internacionales contemplan para considerar la bonanza o no del aire respirado en un territorio. A tal efecto se consideran una serie de indicadores medidos por las estaciones -contaminantes-, cada uno de ellos a través de la correspondiente instrumentación, sofisticada en la mayoría de los casos.
Las estadísticas relativas a Huelva, según la información facilitada por el técnico de la Junta, determinan que Huelva tiene una buena calidad del aire, mejor que muchas otras capitales españolas, situando sus parámetros muy por debajo en todos los indicadores de los límites considerados para afectar a la salud.
Esta lectura fue corroborada por el catedrático Jesús de la Rosa, que acompañado por la profesora Ana Sánchez de la Campa, ofreció la perspectiva de los investigadores de la Universidad de Huelva. A modo de ejemplo el científico señaló otros lugares de Andalucía donde si se están produciendo incidencias susceptibles de actuación por superar los límites admitidos en algunos indicadores -en concreto Granada y Villanueva del Arzobispo en Jaén-, y a los que se desplaza este equipo tan especializado de nuestra universidad para ayudar a solucionar las problemáticas. En todo caso, de la Rosa expresó que estos datos positivos sobre Huelva siempre tienen margen de mejora, y en ello entiende que hay que seguir trabajando cada día.
El profesor de la Rosa, al igual que el resto de los ponentes, resaltó que nuestro territorio, área denominada Nueva Zona Industrial de Huelva (en Andalucía hay varias áreas específicas de control) es la que tiene mayor número de estaciones de control, 15. Cuatro de ellas están en la capital (Campus del Carmen, Marismas del Titán, Pozo Dulce y la Orden), tres en Palos de la Frontera, dos de Mazagón y una en cada una de las localidades de Punta Umbría, San Juan del Puerto, Niebla, Matalascañas y Moguer, además de otra en Doñana. Estos medidores permanentes son complementados por acciones periódicas a través de estaciones móviles que van desplazándose por otros lugares de Andalucía, en nuestro caso por la provincia onubense.
Al respecto de las mediciones, el profesor de la Rosa nos comentó que los medidores de las estaciones permanentes son muy sofisticados y permiten una valoración correcta, aunque en ocasiones se descalibran, por lo que es importante no alarmarse y comprobar en cada momento, como se hace, la razón de las diversas mediciones que se vayan produciendo.
Repasado el Informe de la Calidad del Aire en España 2018, del Ministerio de Transición Ecológica, hemos constatado que no figura ninguna incidencia en relación a la zona de Huelva, excepto en la variable ozono (O3) que, lamentablemente, es un efecto contemplado en casi todas las zonas analizadas. En relación al resto de contaminantes, Dióxido de azufre (SO2), Dióxido de nitrógeno y óxidos de nitrógeno (NO2, NOx), Partículas (PM10 y PM2,5), Plomo (Pb), Benceno (C6H6), Monóxido de carbono (CO), Arsénico (As), Cadmio (Cd), Níquel (Ni), y Benzo(a)pireno (B(a)P), las incidencias en 2018, entendidas como superaciones de los límites en base a la legislación vigente, se produjeron en otros lugares de Andalucía.
Por ejemplo, Dióxido de Nitrógeno en Granada y su zona Metropolitana. En años anteriores -desde el 2011- en Nueva Zona Sevilla y Área Metropolitana, y Córdoba, debido al tráfico rodado; partículas PM10 y PM2,5, en Villanueva del Arzobispo, por quema de biomasa, y en años anteriores -desde el 2011- “Zona Industrial de Bailén”, en 2011 y 2015, “Córdoba”, en 2015, “Granada y Área Metropolitana”, en 2011, 2015 y 2017, “Málaga y Costa del Sol”, en 2017, y “Zona Villanueva del Arzobispo”, en 2015, 2016, 2017; Ninguna de Dióxido de Azufre, siendo la última producida en 2011, en la Bahía de Algeciras; Ninguna de Cadmio, siendo la última producida en 2015, en Córdoba; Ninguna de Niquel, siendo las última producidas en 2012 y 2014, ambas en la Bahía de Algeciras; y ninguna en el resto de contaminantes. La evolución, por tanto ha sido positiva en el conjunto de Andalucía.
En la jornada celebrada para la prensa onubense, los técnicos Antonio Huerta y Antonio García, responsables de Medio Ambiente respectivos de la Química de Cepsa-Palos y de la Refinería de La Rábida, detallaron las dinámicas de emisiones de su actividad y el sistema de control por sensores que permite actuar en caso de que se produzca alguna anomalía. Según explicaron la evolución se ha materializado en una constante reducción de emisiones, asegurando que las que se verifican hoy en día están muy por debajo de los límites aceptados por la legislación.