S. D. Carolina Marín puso punto final a su participación en el Open de Dinamarca de bádminton, tras caer en la semifinal con la japonesa, actual subcampeona del mundo, Nozomi Okuhara, en tres sets (21-18, 12-21 y 16-21) en un partido que duró una hora y 15 minutos.
Tuvo que ser la mejor versión de la nipona, durante un buen tiempo, una de las ‘bestias negras’ de la onubense, la que dejara en la cuneta a Carolina que, de todos modos, ha completado un buen torneo en Odense, confirmando el éxito obtenido en China, y sobre todo que su grave lesión es algo pasado.
La de Huelva, que para llegar a estas semifinales tuvo que tirar de épica para ganar sus dos partidos precedentes ante la tailandesa Ngan Yi Cheung y la coreana An Se Young, se apuntó la primera manga por 21-18 en un partido igualado.
En el segundo, mandó siempre la nipona que comenzó a sacar su mejor repertorio, aguantando todo y resistiendo todos los ataque de la onubense, acabando la manga 12-21.
En el tercero, sólo la capacidad de reacción de Carolina evitó un desenlace más corto. Dominó Okuhara, siendo un auténtico frontón, llegando a dispararse en el marcador con un claro 7-13. Sin embargo un parcial de 6-0 devolvió al partido a Carolina (13-13). Fue el último intento de la onubense por ganar, ya que de nuevo se vio sobre la pista una sensacional Okuhara, ante la que fue imposible hacer otra cosa que ver como se apuntaba la manga por 16-21, y por ende el partido.
Terminó la andadura de Carolina Marín en el Open de Dinamarca, un Super 750, en el que la onubense ha tenido altibajos en su juego, pero en el que ha demostrado que ha vuelto a la élite.