HBN. Aquellos con la suerte de haber crecido en un entorno rural recordarán las historias de sus abuelos, aquellas que narraban antes de ir a dormir, muy distintas a las que se contaban en la ciudad. Muchas estaban basadas en hechos reales acaecidos en la zona, otros ya aparecían con adornos y florituras que le otorgaban emoción al guión original.
El cuentista profesional, como él mismo se define, Diego Magdaleno, en colaboración con la Diputación de Huelva, ha puesto en marcha la segunda edición de ‘Un Andévalo de cuento’, una iniciativa que pretende dar el lugar que se merece a estas historias, retenidas en la memoria viva de los pueblos, que no es otra que su población mayor. El ciclo de narración oral desembarca este fin de semana en esta comarca onubense, concretamente en los municipios de Sanlúcar de Guadiana, Alosno, San Silvestre de Guzmán, Santa Bárbara de Casa y Cabezas Rubias.
El programa de actuaciones dará comienzo el viernes, 11 de octubre, en Cabezas Rubias con Pepepérez, el más veterano narrador del panorama andaluz y gran conocedor de la provincia de Huelva. El sábado 12 de octubre por la mañana, en San Silvestre de Guzmán, intervendrá el gaditano Pepe Maestro, también narrador de larga trayectoria. Por la tarde, en Santa Bárbara de Casa, será el turno de la sevillana Alicia Bululú, una de las narradoras andaluzas más reconocidas del ámbito.
Ya el domingo 13 por la mañana, en Sanlúcar de Guadiana, narrará sus cuentos Noelia Camacho, que visita por vez primera el Andévalo. Y para cerrar el programa, visitará Alosno a las 18.00 horas en el Paseo de Arriba, una de las más prestigiosas narradoras del ámbito nacional e internacional, proveniente del País Vasco, Virginia Imáz. Además, en cada una de las sesiones de cuentos – con cuatro cuentos por sesión aproximadamente-, que se desarrollarán paseando por diversos lugares de los pueblos y visitando enclaves significativos, estarán acompañadas por el músico Don Jozelito que, a toque de flauta y tamboril, hará que los traslados sean más amenos.
El proceso creativo de ‘Un Andévalo de cuentos’ tiene tres fases, siendo la primera el trabajo de campo – entre 2 y 3 horas en cada municipio- durante el que se recogen las historias a través de un grupo de personas mayores que narran desde leyendas locales a anécdotas, chascarrillos, cuentos y canciones. En segundo lugar, tiene lugar el proceso de creación de los cuentos inspirados en esas historias locales. Y, por último, las historias vuelven a los pueblos en forma de narraciones para homenajear la cultura del Andévalo, de la mano de un importante número de profesionales que devolverán a las gentes del pueblo y visitantes, con notable calidad artística, las historias que han escuchado de sus mayores.
Luna y Ana Baldallo acompañaron a Diego Magdaleno a estos municipios andevaleños para oír historias populares. Durante toda una tarde, permanecieron ensimismados en las voces de vecinos seleccionados por los ayuntamientos, que narraban historias vividas o recordadas. A pesar de pertenecer a la misma región, el Andévalo, las historias contadas por sus vecinos y por ende los cuentos resultantes, son muy dispares en cada pueblo. Toda historia se enmarca en un entorno significativo y especial que, influye sin duda, en el nudo y el desenlace de la misma.
Este fin de semana, cuando todo aquel que quiera acuda a las plazas de estos pueblos, podrán conocer el pasado de estos lugares a través de narraciones orales. Algunos de estos cuentos serán tristes, aunque la mayoría se caracterizarán por el uso de la picaresca y el divertimento. En esta segunda edición, los encargados de contar su sabiduría popular han sido personas tan dispares como mujeres que fueron contrabandistas de café y azúcar en tiempos de posguerra y que agudizaban el ingenio para evitar a la guardia, hombres que lucharon para que el lobo no devorara el ganado, niños que corrían en sus tiempos para buscar refugio cuando volaban piedras procedentes de la mina donde detonaban las rocas, y otros muchos testigos de la instalación de la red eléctrica, del primer televisor o las veladas ansiadas para «ennoviarse».
Esta iniciativa es insólita en nuestro país, ya que existen muchos eventos de cuentacuentos, pero ninguno en el que el inicio de la historia esté en sus propios vecinos y en el saber popular. Nada de esto estaba documentado en ningún lugar, tan solo eran reproducciones orales. Una oportunidad de dar voz a nuestros mayores y que sus historias de vida se tornen cuentos, llenos de fantasía pero también de mucha realidad.