Redacción. Dos días después de la inauguración de la catedral efímera, tuvo lugar en Almonte el encendido de todas las calles por las que discurrirá el próximo martes, 20 de agosto, la procesión de la Virgen del Rocío ataviada con sus galas de Pastora y a hombros de los almonteños, un momento largamente esperado.
La inauguración, convocado por la alcaldesa, Rocío del Mar Castellano, conjuntamente con los vecinos de las calles, se desarrolló en un ambiente de extraordinaria animación vecinal y entre los sones del grupo de Tamborileros de la hermandad Matriz de Almonte. Admiración y reconocimiento fueron denominadores comunes de la noche, que además propició el encuentro entre los diversos grupos de vecinos de las distintas calles implicadas en este especial trabajo de adorno y embellecimiento, que comienza muchos meses atrás.
En hileras de palos de eucalipto – un total de cuatrocientos – alineados con los acerados de las vías, y forrados con romero, descansan las vistosas y tradicionales cadenetas de flores blancas de papel, que avanzan tramo a tramo hasta alcanzar esquinas coronadas con arcos, de madera en su mayoría, forrados de fino papel blanco rizado. Para esta Venida se han colocado cuatro kilómetros y medio de guirnaldas de luces a ambos lados del itinerario. Una de las novedades del recorrido es el arco de la calle Tello de Eslava, estrenado este año, sumándose a la tendencia de ir sustituyendo la madera por el metal, como material más seguro y duradero.
El recorrido inaugural comenzó ante el monumento a la Virgen de Pastora, frente a la iglesia parroquial, para continuar por la Plaza Virgen del Rocío y adentrarse en la calle Venida de la Virgen, dividida en varios tramos por su longitud, para desembocar en la Plaza de Andalucía, Tello de Eslava y El Chaparral, cuya esquina luce un arco espectacular por su altura y detalles. Seguidamente le tocó el turno al hermosísimo templete, situado en el Alto del Molinillo, zona del parque de El Chaparral donde se desarrollará el momento culminante de «quitar el pañito» y entre salvas de escopeta desvelar el rostro de la Virgen del Rocío coincidiendo con el amanecer del día 20.
La siguiente etapa es la calle Marmoleja, frente a la Plaza de los Ciervos, y finalmente la denominada Camino de los Llanos, con algo más de un kilómetro de longitud, motivo que lleva a los vecinos a dividirla en varios tramos, finalizando en un anexo de arco rescatado frente a la carretera de circunvalación.
ARCOS RECUPERADOS DE ANTERIORES VENIDAS APORTADOS POR EL AYUNTAMIENTO. Otra de las novedades de esta Venida es la inclusión de varios arcos ornamentales de la catedral efímera de anteriores venidas en el actual itinerario de Almonte, además de los colocados en la aldea de El Rocío. Uno a la entrada del Camino de Los Llanos y otros dos dentro del recinto del Chaparral, en el paseo que conduce al templete, y en el paseo que se encamina hacia la entrada frontal, instalados también por el ayuntamiento. La entidad municipal aporta al vecindario las luces y los palos de madera y su instalación, así como el romero para su forrado.
Que Almonte está espectacular lo rubrica el gran número de personas que participaron anoche en la encendido de las calles, muchas de ellas venidas de los pueblos cercanos y núcleos de veraneo que han querido ser testigos de una de las noches más alegres de las que vive Almonte cada siete años. «Solo falta en su pueblo la Pastora», comentaba una mujer entre los asistentes.
ARCOS A LO LARGO DEL CAMINO Aunque por su colocación y humildad estén fuera de alcances inaugurales, cabe mencionar los seis pequeños arcos hechos por los vecinos en fincas que van a dar al Camino de Los Llanos, con los que el ayuntamiento ha colaborado. Algunos, con más de cien años de historia, siguen dando testimonio en los silenciosos parajes de la devoción y alegría de la gente de Almonte por la Venida al pueblo de su Patrona.