Mari Paz Díaz. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la población española superar ya los 46 millones de personas. Sin embargo, desde la etapa de la Transición, España mantiene el mismo proceso de muchos países industrializados que siguen una tendencia hacia la concentración de la población en las grandes ciudades en detrimento de las zonas rurales. Este hecho ha provocado que la despoblación rural se haya convertido en un auténtico problema, especialmente en comunidades como Castilla León, Aragón o Extremadura, pero también en Andalucía, en lo que se ha venido a llamar ‘la España vacía’. Eso, a pesar de las múltiples ventajas que tiene vivir en pueblos pequeños y de que los expertos nos aconsejen continuamente que no debemos perder el contacto con el campo, con la naturaleza.
Con esta base nació en el año 1997 un proyecto onubense que está consiguiendo altas cotas de éxito. Se trata de ‘AlmaNatura‘, una entidad que lucha por el empoderamiento de la población rural a través cuatro ejes de intervención: empleo, educación, salud y tecnología. Una bonita idea nada fácil de realizar. A pesar de ello, en este tiempo, esta organización onubense ha logrado consolidarse y se ha convertido en un referente dentro y fuera de la provincia de Huelva, de ahí que hayamos querido conocer en profundidad quiénes están detrás de este proyecto y cuáles son las actividades en las que están trabajando.
Tal y como nos cuenta en este reportaje Juan José Manzano Sánchez, un sevillano de 41 años afincado en Arroyomolinos de León, la idea de poner en marcha ‘AlmaNatura’ surge por la inquietud de un grupo de jóvenes de esta localidad serrana «insatisfechos con lo que el pueblo les ofrecía y adelantándose a lo que, por desgracia, hoy día se está generalizando en todo el territorio rural nacional debido a la falta de oportunidades, es decir, la despoblación rural, por lo que se rebeló contra la imposición de marcharse de su pueblo y tener que forjarse un futuro en la ciudad más cercana». Una idea inicial que dio lugar a la creación de lo que primero fue una asociación juvenil para, posteriormente, convertirse en una empresa social sin ánimo de lucro, que, desde el año 2013, está catalogada como B Corporation (B-Corp), que son aquellas que asumen compromisos sociales y medioambientales, así como de responsabilidad y transparencia fijados por B lab, una entidad certificadora independiente con unas altas exigencias en cuanto a propósito y compromiso con la sociedad.
Una iniciativa a favor de la reactivación rural que, desde entonces, se está desarrollando desde este municipio serrano, que, en la actualidad, cuenta con tan sólo 950 habitantes. Hoy, Juan José nos cuentan las claves de su consolidación y crecimiento en esta entrevista.
-¿Cuándo y por qué nació esta idea emprendedora?
-Tenía 19 años, era 1997 y seguía estudiando. En los estudios veía que difícilmente tendría trabajo en mi pueblo y lo que me ofrecería la ciudad se apartaba bastante de lo que para mí era una vida con sentido. Es por eso por lo que emprendí junto a mi hermano y mis amigos. Lo contaba en este artículo de nuestra web. Emprendí como una forma de rebelarme a lo que me esperaba como joven y rural. La falta de alternativas de mi pueblo, y de muchos otros cercanos, fue lo que hizo que naciera AlmaNatura, una organización orientada a la acción sociocultural y el turismo responsable en los primeros años y, posteriormente, a la reactivación rural. En estos momentos, el 85 % de la población en España se concentra en grandes ciudades y la mayoría de los pueblos con menos de 1.000 habitantes están en riesgo de desaparecer. Fue esto lo que nos motivó a crear una organización que revalorizara la vida rural.
-¿Qué actividades habéis desarrollado para conseguir estos objetivos de reactivación de lo rural?
-En AlmaNatura reactivamos lo rural, evitamos la despoblación diseñando alianzas público/privadas para empoderar a las personas. De esta forma, trabajamos en cinco ejes fundamentales de intervención: convivencia, salud, uso de la tecnología, educación y mejora de la empleabilidad. El empleo es un eje fundamental, ya que de él depende que las familias puedan seguir viviendo en su pueblo. Por ello, contamos con numerosos programas de emprendimiento. Por otro lado, la educación también es clave, puesto que necesitamos provocar ese cambio de paradigma social que anime a más personas a construir vidas rurales.
-¿En qué consiste la empresa?
–AlmaNatura es una empresa social, es decir, que no se preocupa sólo del dinero, sino de resolver de primeras una problemática social y/o ambiental y, para ello, diseña experiencias de aprendizaje transformador con el objetivo de fijar población al entorno rural. Las empresas sociales se caracterizan por blindar su objeto de intervención dándole el máximo protagonismo a los resultados de impacto social y ambiental, y no sólo a la facturación económica. La catalogaríamos así, como una empresa de la nueva economía, mucho más humana y con propósito.
-¿Qué trabajos destacarías de los realizados hasta ahora?
-En los últimos años hemos desarrollado dos grandes proyectos que le han dado una importante dimensión de impacto a la empresa. Por un lado, ayudando a emprender a más de 7.000 mujeres rurales de diferentes comarcas de toda España gracias al proyecto GIRA Mujeres. Y, por otro, ayudando a alfabetizar digitalmente a personas mayores que, debido a la brecha digital, no son autónomas en su día a día. Se trata del proyecto RuralTIC, donde hemos atendido a más de 4.000 personas desde el Alto Aragón hasta la provincia de Huelva.
-Todo ello os ha permitido lograr varios reconocimientos a lo largo de estos años…
-Sí, es un gusto recibir reconocimientos y ser valorados por el trabajo realizado. En los últimos años hemos recibido varios premios relacionados con nuestro importante impacto social en la España Rural, catalogándonos como una de las mejores empresas para el mundo. Recientemente, también hemos recibido el premio Jardines de Campo 2019 y en la I Edición de los Reconocimientos go!ODS por nuestra contribución al ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles de la Red Española del Pacto Mundial, gracias a nuestro trabajo en la implantación de proyectos en zonas rurales con los que crear oportunidades en los municipios y promover su reactivación.
-¿Qué han supuesto estos premios para vosotros? Especialmente, el haber sido elegidos como una de las mejores empresas para el mundo.
-Los premios siempre suponen un importante caudal de energía positiva y, sobre todo, la constatación de que nuestro trabajo tiene sentido para muchas otras personas. Muchos de ellos nos llevan a contactar con nuevos aliados de nuestro propósito, otros ofrecen una ventana donde jóvenes emprendedores se miran constatando que es posible emprender desde lo rural. Por ejemplo, en el caso de los Reconocimientos go!ODS, es un gran orgullo estar entre los proyectos seleccionados por un organismo como ‘La Red Española de Pacto Mundial’ que se sitúa como la iniciativa más importante para la sostenibilidad del sector privado, impulsada por las Naciones Unidas. Nuestra labor se basa en el compromiso social y medioambiental, por lo que es muy gratificante servir de inspiración a otras empresas para la consecución de la Agenda 2030.
-No es fácil conseguir todo esto desde Huelva.
-Y menos desde el último pueblo de la provincia de Huelva, Arroyomolinos de León. Aunque yo creo que justo este ingrediente es el que lo hace más atractivo, si cabe, y nos enseña que no sólo es el lugar, las personas de las que te rodeas y los apoyos institucionales, también debe existir talento y predisposición al fracaso o al éxito. Siempre digo que nuestras diferencias son nuestras mayores fortalezas, pero debemos exponernos y mostrarlas. ¿Quién está dispuesto a mostrar su vulnerabilidad? Nosotros lo hicimos contando al mundo que en un pequeño pueblo también pasan cosas interesantes.
-¿Qué balance hacéis de vuestra trayectoria?
-Da un poco de vértigo, pues han pasado 22 años de los primeros pasos. Si bien es verdad que ahora lo contamos con éxito, hemos sufrido una montaña rusa de emociones. Muchos de nuestros amigos/as se marcharon a la ciudad, muchos de nuestros clientes públicos dejaron de serlo en la crisis de 2008, etcétera. Pese a ello, AlmaNatura ha continuado ofreciendo su mejor versión. Estamos entusiasmados y contentos con lo obtenido y justo estamos en ese punto en el que nuestro recorrido conseguirá el mayor impacto posible: transformar la España rural de forma positiva y con nuevas oportunidades para las personas que se acercan.
-¿Os habéis marcado algún nuevo reto?
-Sí, en el próximo año vamos a presentar una plataforma online para ayudar a encontrar pueblo a personas que, cansadas de ciudad, buscan uno en el que emprender. Buscamos a personas con talento que traigan una nueva visión de la ruralidad que se vive, personas comprometidas con el gran reto demográfico de nuestro país. También se creará la Fundación AlmaNatura para mejorar el impacto rural y los objetivos como organización.
-¿Qué supone para vosotros la Sierra onubense?
-La Sierra onubense es nuestro estilo de vida, es nuestra cuna, nuestro origen y el porqué de todo lo que hemos creado. Es ese lugar donde puede pasar todo y donde todo pasa gracias a personas sensibilizadas con talento. Creemos en la magia de este lugar después de ver numerosas iniciativas y proyectos llegar y asentarse. Ojalá muchos más lugares se contagien de esta energía para provocar la transformación que precisa el mundo rural español.
-Para terminar: un mensaje a los onubenses.
-Soñad alto, onubenses, sin complejos, sin esperar que nadie venga a resolvernos nuestra vida. Somos lo que queremos ser, no lo que nos imponen ser. Creo firmemente en el talento humano y de eso nos sobra en Huelva. Quejarnos nos resta años. ¿A qué esperas para dar el paso?
Por último, decirles que en AlmaNatura hemos llorado, reído y convertido una Sociedad Limitada en una forma de vida que inspira a miles de personas en todo el mundo. Creer en que una nueva lógica empresarial es posible es confiar plenamente en tu mensaje rebelde, en un momento donde una gran mayoría sigue pensando que sólo aquellos que tienen enchufe o se bajan los pantalones consiguen algo en esta vida. Confiamos firmemente en nuestros principios colocando nuestros miedos donde se merecen y manteniendo la esencia que nos vio crecer.
Soñamos con un mundo lleno de organizaciones con significado donde prevalezca la verdad y la coherencia y donde las empresas tomen una senda más sostenible e impacten positivamente a través de su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), un marco universal y coherente al que ya se están adaptando muchas entidades. Creemos que es posible crear un ecosistema empresarial responsable con las personas y con el entorno y, con esta premisa, continuaremos trabajando.