S. D. El deporte de Cartaya en general, y el de la lucha olímpica en particular, está de enhorabuena, ya que dos jóvenes luchadores de la Escuela Municipal de Lucha participan en los Juegos Mundiales Escolares, que tendrán lugar entre el 16 y el 21 de junio en Budapest (Hungría).
Pablo Pereira Benítez y Natalia Pereda González son los deportistas cartayeros que van a viajar a la capital húngara, para participar bajo la bandera española integrando la selección nacional, en ese evento. Ambos van acompañados por su entrenador, Javier Veaceslav Cepeleaga, que se traslada también a Budapest para asistirlos y apoyarlos.
Cepeleaga, responsable de la Escuela Municipal de Lucha y del Club de Lucha ‘El Campeón’, aseguró que “aunque hasta ahora hemos tenido cinco participaciones en los campeonatos de Europa, este es el debut de nuestros deportistas a nivel mundial y lo afrontamos con mucha ilusión”.
Natalia Pereda González ya tiene experiencia en este tipo de eventos, puesto que fue séptima en el Campeonato de Europa del año pasado; mientras que Pablo Pereira Benítez debutará con la selección española. Para su entrenador el deportista “cuenta con una gran ventaja, que es un chico bastante estable psicológicamente, hecho que me da la seguridad de que tanto él como su compañera lucharán a medida de su máximo potencial”.
En una competición de este nivel, señaló Cepeleaga, “el factor psicológico es el más importante, y yo confío en las posibilidades de los dos”. “Lo único que espero, -añadió-, es que el sorteo nos sea favorable”.
Finalmente, el máximo responsable de la Escuela Municipal y también del Club ‘El Campeón’ agradeció especialmente el apoyo al Ayuntamiento de Cartaya, así como del Comité Olímpico Español, la Federaciones Española y Andaluza de Lucha, y de la empresa patrocinadora personal de Natalia Pereda González, ‘Mojama y Atún Pepe’.
Desde el Consistorio, tanto el alcalde como el concejal de Deportes en funciones, Juan M. Polo y Manuel Barroso, trasladaron su felicitación a la Escuela de Lucha y a sus deportistas y les desearon “la mejor de las suertes en esta experiencia que, sin duda, les resultará bonita y muy productiva”.