Redacción. La Hermandad del Rocío de Trigueros recorría las calles del municipio, en la mañana de este miércoles 5 de junio, para pasar frente a la capilla de San Antonio Abad, el ayuntamiento, la parroquia, la iglesia del Carmen, y el cementerio. El recorrido comenzaría a las 8.30 horas desde la ermita y en cada una de estas insignes paradas, los peregrinos se despedían del pueblo y se encomendaban para vivir un buen camino.
Ayer, martes 4 de junio, tendría lugar la tradicional Misa de Romeros, anticipo del camino. En ella, se rezaban un sinfín de Ave Marías al bendito Simpecado de la filial. Una vez finalizada la homilía, se procedía al traslado del Simpecado hasta la casa de la Hermana Mayor, Rocío Peñate. Dicha llevada se produjo con el rezo del Santo Rosario, cuyos misterios fueron cantados por el Coro Rociero ‘Aires de Campiña’.
A su llegada a la calle Jorge Glez, exornada por los amigos y familiares de la Hermana Mayor para la ocasión, se cantaron sevillanas al emblema de la hermandad, concluyendo con el canto de la Salve de Trigueros entre pétalos y vivas. El Simpecado quedó en el salón de la casa de la Hermana Mayor donde fue velado durante toda la noche. A las 7.30 horas de mañana se efectuó su traslado hasta la capilla y de ahí a la carreta para emprender su rumbo hacia la aldea almonteña.