Redacción. Siguiendo con las celebraciones de los 40 años de democracia municipal, se ha celebrado esta semana la mesa redonda ‘40 años de Ayuntamientos Democráticos y del Movimiento Asociativo’, una iniciativa de la Escuela de Participación Ciudadana del Consistorio, encaminada a reconocer la labor altruista de las asociaciones en las cuatro décadas de democracia local.
La concejala de Participación Ciudadana, Universidad y Deportes del Ayuntamiento de Huelva, María José Pulido, fue la encargada de abrir este acto que contó con la participación de: Mª Teresa García, secretaria general de la Federación Onubense de Empresarios (FOE); Rocío Muñoz, presidenta de la Asociación de Familiares de personas con Alzheimer (AFA Huelva); María Teresa Paús, presidenta de la Asociación de Vecinos ‘Nuevo Molino’; José Luis Rebollo, presidente de la asociación de vecinos ‘Santa Ana’ y de la Federación ‘Saltés’; y Andrés García, presidente de la Asociación de Vecinos ‘Ntra.Sra. del Pilar’ y de la Federación ‘Odiel’.
Según destacó María José Pulido en su intervención, “hoy no se pueden entender los avances en nuestra ciudad en los 40 años de democracia, sin los pasos dados por los movimientos sociales y vecinales, que en estos años han demostrado su compromiso e implicación en la transformación social, cubriendo en muchos casos las deficiencias del propio Estado y siendo también el avance de las nuevas demandas de la sociedad”. De otro lado, la concejala hizo un llamamiento a los movimientos sociales reclamándoles “la ilusión necesaria para seguir avanzando, para continuar siendo faro y luz en las políticas municipales que transforman realidades y construyen una ciudad más justa”.
Por su parte, los participantes en la mesa redonda realizaron una reflexión sobre el papel que las diferentes asociaciones locales han jugado estos años en la evolución de la ciudad, analizando su aportación en las mejoras de la calidad de los servicios, en el bienestar social, en el avance en la cohesión social y en la consolidación del sistema democrático a través de la participación. Un trabajo que, como se puso de manifiesto, no ha estado exento de dificultades y contratiempos, de compromisos individuales y de muchos esfuerzo, aunque “el sueño de hace 40 años de alcanzar un mundo más justo sigue vivo”.