Redacción. Con aplausos y entonando los cánticos “Hombre de Fe”, los alumnos de cuarto de secundaria desplegaban en la tarde del lunes 21, en el patio del colegio, el repostero con las imágenes de Celia Méndez y Marcelo Spínola, cerrando así una semana intensa llena de experiencias y momentos de oración en el Cardenal Spínola de Huelva.
Hace ya una semana que comenzaba este periodo tan especial, que dio su pistoletazo de salida en la oración que todas las mañanas pequeños y mayores rezan antes de comenzar sus clases. El martes continuarían con esa visita tan especial que este año da sentido al lema ‘Stop, esta es mi historia’, un museo en donde los objetos que formaron parte de la vida de Celia y Marcelo cuentan cómo fue su encuentro con su dueño: la cruz de votos de Celia, los zapatos y la cartera de Marcelo, el periódico que Spínola fundó… una actividad cargada de emotividad que ha traído a la mente de los alumnos recuerdos de una historia que forma parte de su día a día.
El viernes llegó pronto y trajo, además de la tradicional visita al busto de Marcelo en la Piterilla, una Eucaristía en la Iglesia de la Concepción, en donde el entorno cobra una relevancia especial por la vinculación de Spínola con la Hermandad del Nazareno de Huelva. Así nos lo recordaba su hermano mayor José Luis Borrero Ochoa en unas palabras que ofreció a todos los que disfrutaban de la misa en donde destacó “el espíritu de vida de este hombre excepcional, ejemplo a seguir para todos”.
Este lunes el colegio hacía memoria de lo vivido y festejaba con los alumnos durante la jornada escolar de la tarde ese encuentro de Celia y Marcelo que hizo posible el gran proyecto Spínola que hoy conocemos. Los más mayores acompañaban a los pequeños guiándolos a través de historias contadas con cuentos, bailes y disfraces mientras que otros cursos decían adiós en una maratón de juegos y adivinanzas a esta semana tan especial e importante para todos los que forman parte de una manera u otra de la gran familia Spínola.