Benito de la Morena. A tenor de los acontecimientos de intolerancia agresiva que están surgiendo en Cataluña y otras partes de España, promoviendo el incumplimiento de las normas sociales legalmente constituidas, prevaleciendo el insulto y la agresión física a los que opinamos distinto y animando desde los sectores políticos interesados a seguir creando la inestabilidad que a los dirigentes les permite seguir manteniendo su poltrona, creo que viene bien leer las reflexiones de mi querido José María Gasalla, sin quitar ni poner coma y trasladarlas a la audiencia tal y como él las expone, en la confianza de que les sirvan a ustedes y especialmente a los jóvenes, con independencia de sexo, color u opinión.
José María es un experto conferenciante internacional, escritor y profesor de DEUSTO Business School. Creador del Modelo «Gestión por Confianza» para las empresas y habitual ponente en los cursos que la Universidad Internacional de Andalucía ofrece en su sede de La Rábida, y entre sus reflexiones nos indica:
- Actúa siempre buscando la excelencia. No te conformes con lo mediano, con el estándar, con lo de siempre, con lo mediocre. Buscar tu talento diferencial y ponlo en marcha. Seguro que lo tienes. Tú eres único.
- Al relacionarte con otra persona se consciente de cómo es ella. De cómo piensa, como siente, cuáles son sus expectativas, sus necesidades, sus deseos. Y, respétale, escúchale y ábrete a la participación con ella desde tu aportación o desde la suya. Es otro como tú. Acuérdate de lo que dice Maturana: “El amor comienza en la legitimización del otro como legítimo otro” Ya sabes, no existen las “medias naranjas”.
- Actúa, exprésate, compórtate abiertamente. No escondas ases en las mangas para sacar provecho del otro. Acéptate cómo eres, reconoce tus fallos y date cuenta que nadie es perfecto. Somos humanos. Abandona tus miedos y no estés tan pendiente de lo que puedan opinar los demás. Es su problema. Actúa con la verdad por delante.
- Se una persona que da su palabra y se compromete con ella. Hace tiempo a esto se le llamaba formalidad. Y toca directamente la médula de la confianza. No era necesario firmar papeles. Con un simple apretón de manos bastaba. Lo que se decía que se iba a hacer, se hacía. La palabra se convierte en acto.
- Haz como tratas que otros hagan. La coherencia exige que nuestro actuar esté basado en nuestro pensar y sentir. Se trata de actuar íntegramente desde nuestro ser. De cara a los demás, sean niños o adultos, el ejemplo es el arma más poderosa que existe de cara a su educación y desarrollo.
- Se una persona de valores. Y por la vida cada uno va apoyado en su cayado compuesto de valores y principios. Son como las meta guías que nos orientan sobre todo en momentos difíciles, de dudas o llenos de adversidad. Momentos en los que es importante dejar claro cuáles son nuestras prioridades vitales. El sentido de nuestra vida nos impulsa y hacer fluir a través de ella.
- Y para seguir siendo uno mismo en cualquier circunstancia hay que decidir actuar en momentos difíciles sin desmoronarse. Enfrentarse a personas y realidades que no cumplen éticamente o se saltan la ley o abusan de los desfavorecidos. No estamos solos y a veces tenemos que defender nuestros límites y decir que no, aunque no resulte difícil.
Aunque como ya decía Voltaire, allá por el siglo XVIII, “El sentido común no es nada común” yo sigo apelando al uso constante de nuestra mente para que no se atrofie, sabiendo cual difícil es debido a todos los ataques que sufrimos desde los sectores interesados en hacernos zombis, para poder usar nuestra voluntad a su antojo, por eso, muchas gracias por tus sabias reflexiones, amigo José María, que son propias de una formación humana y solidaria, algo que hoy parece estar en un segundo plano, pero que habrá que recuperar si deseamos conseguir un mundo más feliz basado en el respeto propio y ajeno.