Mari Paz Díaz. A principios del siglo XX, Andalucía vive un momento dominado por la arquitectura de estilo regionalista, una manifestación enmarcada en una etapa histórica en la que adquiere una enorme importancia social la burguesía media, tanto la urbana como en el ámbito rural, al tiempo que se desarrolla la ideología del regionalismo, como alternativa al regeneracionismo de la Restauración. Este contexto se vio reflejado de forma directa en la arquitectura andaluza de esos años, tal y como recoge la obra Cien años de arquitectura en Andalucía. El Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea, 1900-2000, una investigación en la que se pone de manifiesto cómo, aunque el regionalismo andaluz no consiguió mucha implantación a nivel político, sí destacó artísticamente.
El regionalismo andaluz fue un tipo de arquitectura que se desarrolló especialmente entre 1910 y 1930, pero del que también encontramos ejemplos desde finales del siglo XIX. Un estilo que gustó mucho del arte mudéjar, así como de otros elementos característicos, como las formas abstractas de ladrillo y los arcos de herradura. Su mayor exponente fue el arquitecto Aníbal González, director de las obras de la Exposición Universal Iberoamericana de 1929 en Sevilla y responsable de espacios tan conocidos como la Plaza de España, sin olvidar tampoco a otras figuras, como Juan Talavera.
Sin embargo, el regionalismo arquitectónico no sólo se ciñó a Sevilla, sino que también se manifestó en otras provincias andaluzas, incluida Huelva, donde encontramos más de un ejemplo de interés. Por este motivo, a continuación, hemos querido hacer un recorrido por algunos de los edificios pertenecientes al regionalismo onubense. Un estilo artístico que se desarrolló en puntos como Aracena, al ser esta localidad un destino habitual de la sociedad sevillana para su descanso veraniego, como sucedió con el terrateniente aracenense Francisco Javier Sánchez-Dalp, que realizó varios encargos a Aníbal González, o Isla Cristina, por su enorme vinculación con la figura de Blas Infante, padre de la patria andaluz. Pero, además, otros municipios onubenses, como Huelva, también presentan propuestas muy atractivas. Edificios que han sido estudiados por Martínez Chacón, Pérez Escolano o Asunción Díaz Zamorano, en su libro ‘La arquitectura de Aníbal González en Aracena’, entre otros.
Por lo general, en Huelva, el regionalismo aparecerá en muchas viviendas particulares, pero, también, en lugares dedicados al ocio, como los casinos o salones de reuniones sociales, así como en otros espacios públicos, como las estaciones de tren. En este sentido, debemos advertir que, junto a estos edificios aquí reseñados, existen más ejemplos en la provincia de Huelva, si bien en esta clasificación hemos querido hacernos eco de los más significativos:
1. Casino de Arias Montano (Aracena). Situado en el centro neurálgico del municipio, en la Plaza Marqués de Aracena, es la obra más representativa de Aníbal González en Aracena. Fue construido en 1910 por encargo de la Sociedad ‘Arias Montano’, destacando por su fachada con el eje central en la esquina, donde llama la atención el uso del hierro, el vidrio y la madera, no sólo en exterior, sino también en la escalera del interior. Un edificio, restaurado en 1992 por el arquitecto Hilario Vázquez, que identifica a Aracena y donde se deja notar la influencia de los gustos británicos. El casino se ideaba para dar respuesta a las necesidades de ocio de la burguesía aracenense, por lo que quería dar una imagen moderna.
2. Ayuntamiento de Santa Catalina en Aracena (1909-1911), también diseñado por Aníbal González y donado por los hermanos Sánchez-Dalp al municipio, una casa de 385 metros cuadrados que ha sido escuela, ayuntamiento, juzgado y oficina de Telégrafos. De tres pisos, el edificio es de estilo neomudéjar en piedra y ladrillo, salvo pequeños azulejos. Situado en la encrucijada de tres calles en un singular triángulo, lo que favorece su percepción desde muy lejos y le permite impactar poderosamente en el espacio, su fachada principal está en la Plaza Marques de Aracena.
3. Lavadero Fuente del Concejo (Aracena), realizado por Aníbal González entre 1920 y 1926, año de su inauguración. Monumento financiado por los Marqueses de Aracena y donado al pueblo de Aracena el 16 de febrero de 1927. Cuenta con tres accesos, utilizándose la cerámica sólo en un cuadro frontal, ya que se prioriza la funcionalidad.
4. Barrio de Aracenilla (1922-1926). Situado en la carretera de Alájar a un kilómetro de Aracena es un proyecto de ocho chalets, que se construyeron entre 1923 y 1926 bajo la promoción del Marqués de Aracena pensados como residencias de vacaciones. Cada una de las viviendas tiene un diseño diferente, donde destacan las evocaciones mudéjares, las cubiertas y los espacios para el servicio.
5. Conjunto del Monte San Miguel (1907-1912 y 1924), situado en los alrededores de Aracena en dirección a Sevilla. Cuenta con dos conjuntos arquitectónicos: la residencia señorial y las edificaciones de servicio. La residencia principal constituye el elemento más cuidado y elaborado de todo el proyecto, así como el interior de la capilla, aunque hay áreas dedicadas a la explotación de la finca, como las caballerizas y la llamada casa de Bejines. Su finalidad era ser la casa de campo del Marqués de Aracena, consiguiendo la integración con el entorno, con una vegetación abundante.
6. Casa Tiro Pichón (Jabugo), un característico ejemplo de la arquitectura andaluza de principios del siglo XX que se compone de dos edificios, uno de los cuales es obra del arquitecto Aníbal González, que entonces trabajaba a las órdenes de Manuel García, uno de los fundadores de la industria cárnica onubense. La importancia de este edificio radica en el hecho de que es de estilo modernista-regionalista comarcal, tal y como sucedió en los inicios de González. Realizada en piedra y ladrillo, la Casa Tiro Pichón cuenta con una gran belleza, situada en una de las colinas de la localidad serrana. Habitualmente era visitada por gente de Sevilla y algunos miembros de la Corte de Madrid para disfrutar del tiro al pichón, como sucedió con la Infanta María Luisa.
7. Casino ‘La Unión’ (Isla Cristina). Edificio de dos plantas construido en 1890 con zócalo de piedra y pilastras, que se encuentra situado en la Plaza de las Flores. Su fachada tiene tres partes, remarcando la central, y con potentes cornisas. Tal y como describe el Instituto de Patrimonio Histórico (IAPH), en la planta baja aparecen arcos y soportes construidos con ladrillos vistos y en la superior el soporte central de los huecos adosados está realizado con el mismo material lo que hace que resalte el resto de los elementos de la fachada, produciendo un efecto cromático muy agradable. En la actualidad, la parte baja que conforma un gran espacio único se utiliza como Casino y la parte alta como vivienda.
8. Casa Gildita (Isla Cristina). Ubicada en el Paseo de las Flores, hoy de nueva construcción, el original dató de 1931, demolido en 1989, y reconstruido imitando a la original estructura, estilo y su especial arquitectura modernista. Fue el Antiguo Círculo Mercantil y Comercial. El interior está muy cuidado, con bella carpintería, lámparas y objetos de adorno que proporcionan un encanto especial al espacio conformado.
9. Casa de Blas Infante (Isla Cristina). Se trata de una vivienda situada en la calle Diego Pérez Pascual, número 7, donde se encuentran las casas de las familias más ilustres de Isla Cristina. Un edificio conocido porque en esta casa residió y trabajó en su encargo de notario desde 1923 a 1931 el padre de la patria andaluza, Blas Infante, y aquí nació una de sus hijas.
10. Casa Roselló o Casa de Don Justo (Isla Cristina), mandada a construir en el Paseo de las Flores por Manuela Zarandieta Roselló, viuda de Roselló Ferrera, con diseño de Aníbal González. De estilo regionalista sevillano, esta vivienda de 1927 cuenta con una fachada de ladrillos y elementos decorativos a base de azulejos. El constructor de dichas obras fue el maestro albañil Saturio Santiago.
11. Casa de Román Pérez (Isla Cristina). Ubicada en la calle Diego Pérez Pascual, data de 1917. Román Pérez fue antiguo alcalde de Isla Cristina, que contribuyó al crecimiento socio-cultural del municipio. Una vivienda en la que, actualmente, se encuentra la biblioteca. Siendo una típica construcción de estilo modernista de la burguesía de principios de siglo, según apunta el IAPH, tiene influencias estilísticas múltiples, desde art nouveau (carpintería) hasta regionalismo y neoclasicismo, pasando por algunos detalles inferiores estilo Tudor, todo con un gran equilibrio.
12. Instituto La Rábida de Huelva. Edificado diseñado por José María Pérez Carasa. Es de estilo regionalista, con influencias de otros muchos estilos, destacando por su monumentalidad y su situación, en la subida al Conquero, que hace que éste tenga aún un aspecto más colosal. Creado en 1856 como Instituto de Segunda Enseñanza durante el reinado de Isabel II, el papel educativo del IES La Rábida en la sociedad onubense fue y sigue siendo primordial, si bien, su sede actual no comienza a realizarse hasta el año 1926, cuando se inicia su edificación en la Avenida Manuel Siurot. Se inauguró en 1933.
13. Antigua Estación de Ferrocarril de Huelva. Un edificio del siglo XIX, impulsado por el empresario alemán Guillermo Sundheim. Una construcción que fue un referente de la arquitectura nacionalista-regionalista española, inspirando incluso a la Estación de Plaza de Armas de Sevilla. Construido a finales del siglo XIX (1880) en ladrillo visto, destaca por el estilo islámico de su decoración y sus ventanas con arcos de herradura y los dos torreones almenados unidos por un cuerpo central.
14. Plaza de Toros de La Merced de Huelva. Construida en 1902 y concebida en un claro estilo regionalista con toques neomudéjares. Tiene una capacidad en torno a los 7.000 espectadores. En 1984 se produjo una gran renovación de la plaza, pues se encontraba en total abandono, pero se conservó la fachada que hoy se puede observar.
15. Antigua Cárcel de Huelva. Situada en la Avenida Federico Molina junto a la Iglesia del Rocío. Un edificio de los años 30 de estilo regionalista. Un espacio que espera su recuperación para su posterior uso. El edificio, cerrado desde 2008, está declarado como Lugar de Memoria Histórica de Andalucía. Con un espacio de 3.624 metros cuadrados, fue diseñada por el arquitecto Pérez Carasa en el año 1930. Está incluido en el Catálogo de los Edificios y Elementos de Interés del Ayuntamiento de Huelva.
16. Hotel París o Casa de la Bola (Huelva). Situado en la Plaza de las Monjas, es un edificio de inspiración modernista y regionalista que conjuga el ladrillo visto de la época con azulejos típicos. Destaca su cúpula dorada, motivo por el cual ha sido denominado también Casa de la bola, siendo un encargo de Antonio García Ramos al arquitecto Francisco Monís y Morales, que finalizó el proyecto en el año 1907, tal y como recoge Díaz Zamorano en su obra ‘La construcción de una ciudad’. Con la tipología de casa de pisos propia de la época, Monís diseñó un edificio dividido en dos sectores independiente, una fisonomía que ha ido perdiendo con el tiempo, puesto que de su estado original prácticamente sólo conserva la fachada.
17. Palacio o Casa de las Conchas. Construido a principios del siglo XX por el arquitecto José María Pérez Carasa, es de estilo neorrenacentista, con influencias de otras manifestaciones, como el regionalismo.
18. Casa de la calle Vázquez López, número 19. Casa señorial realizada en un soberbio estilo regionalista, que cuenta con un gran mirador de gran belleza. Construido por el arquitecto Francisco Monís y Morales hacia 1903 es un edificio emblemático de la arquitectura civil onubense que fue recuperado para el patrimonio de Huelva. Fue sede del Colegio de Aparejadores de Huelva y, en la actualidad, es sede judicial.
En esta misma línea, se encuentra el Antiguo Comercial (1921-1922), un emblemático edificio conocido por sus bellas cristaleras, que fue construido por el arquitecto José Mª Pérez Carasa en estilo neomudéjar.
19. Casas de las calles Palacio y Espronceda (Huelva). Precisamente, a Francisco Monís se le atribuye también una vivienda situada en la calle Palacios, que, como apuntaba Paula Crespo en un reportaje anterior, destaca por la utilización del arco de herradura con columnas utilizada en las ventanas, los azulejos y la puerta principal. Aunque su fecha exacta de construcción y autoría del mismo se desconocen exactamente.
Del mismo modo, otro edificio singular se encuentra en la calle Espronceda, donde está la Casa Claudio Saavedra, un espectacular edificio neomudéjar realizado por Francisco Monís en 1906. Destacan su gran cierre central y sus ventanas con columnas.
20. Casa Cristóbal Yuste (1907). De estilo modernista, esta vivienda se encuentra situada en la calle Berdigón, en pleno centro de Huelva, siendo un claro ejemplo de sus primeras obras. Fue realizado por el arquitecto Aníbal González.
Junto a estos ejemplos aquí reseñados hay que citar otros, como una vivienda de la burguesía agrícola de Zufre, que, recientemente, ha constatado el historiador Santiago González Flores, una casa propia de la burguesía agraria asentada en la localidad, sin olvidar otros casos en la misma Sierra de Aracena, así como en otros puntos de la provincia onubense.
En definitiva, el regionalismo es una manifestación arquitectónica con magníficos representantes en la provincia onubense, siendo sus municipios de mayor influencia Aracena, Isla Cristina y Huelva, pero no los únicos. Rincones que nos trasladan a la sociedad onubense de inicios del XX, siendo, habitualmente, unos edificios que han sabido seguir ocupando un lugar privilegiado en sus respectivas ubicaciones, al estar situados, en muchos casos, en el centro urbano, aportando belleza y armoniosidad a las líneas arquitectónicas de su ciudad.