La musicoterapia en Huelva tiene nombre de mujer, Sofía Domínguez Bervel

Laura Cebrino. Los primeros años de un recién nacido pueden considerarse claves a la hora de entrever su desarrollo emocional. Un claro ejemplo de ello es el caso de Sofía Domínguez, una onubense de razón y corazón que reconoce que su hogar ha sido su casa y la cuna de su principal pasión: la música. «Desde que tengo uso de razón puedo decir que vivo rodeada de música; a mi madre le encanta cantar, mi hermana canta y baila flamenco, mi padre toca varios instrumentos… Y yo, prácticamente desde los nueve años estoy inmersa en el mundo de la música; mi pasión hecha profesión», reconoce la joven.

Nacida y con residencia en Huelva capital, Sofía Domínguez Bervel se diplomó en Educación Musical por la Universidad de Huelva en 2009, además de ser licenciada en Psicopedagogía y poseer un máster de Educación Especial; ambas formaciones de la mano también de la Onubense en los años 2011 y 2012 respectivamente. En la actualidad, tras obtener el Máster de Musicoterapia por ISEP y la Universidad de Vic (Barcelona) en 2015, Sofía trabaja como musicoterapeuta en Huelva y provincia, impartiendo sesiones tanto a niños como a adultos que presentan (o no) dificultades y/o discapacidades; a la par, ejerce de profesora de Educación Especial en el CDP Safa Funcadia de Huelva.

– ¿Por qué y cuándo decidiste dedicarte al ámbito de la musicoterapia?
– Prácticamente desde que empecé mis estudios, tanto los de música en el conservatorio como los de educación en la Universidad, tenía claro que quería dedicarme al mundo de la enseñanza. Aunque fue concretamente cuando entré en Psicopedagogía cuando pensé en unir mis conocimientos de música con los relacionados a la atención de la diversidad, con la intención principal de ayudar a las personas. Esta idea me animó a especializarme en Educación Especial y en Musicoterapia; de hecho, mi TFM estuvo basado precisamente en cómo afecta (positivamente) la musicoterapia en la calidad de vida de las personas.

Si ya tenía ganas de trabajar en el ámbito, más ilusión me hizo poder llevar a cabo esta investigación, impulsada además por tener en mi círculo a personas que padecen algún tipo de enfermedad, lo que me animó a hacer todo lo que estuviera en mi mano para ayudarles a convivir con ella. En la actualidad y en base a ello, estoy centrada en el desarrollo y promoción de un proyecto de Musicoterapia en, por y para Huelva, una disciplina prácticamente desconocida en nuestra ciudad.

– ¿En qué sentido trabajas la técnica?
– En primer lugar, me encanta trabajar con personas; me considero una profesional cercana y empática, muy segura de que la musicoterapia hace bien. Casi consideraría un delito no luchar por hacerla llegar a las personas, por cumplir mi sueño, ya que al fin y al cabo mi misión es ayudar. Aunque reconozco que me está costando mucho trabajo y esfuerzo desarrollar el proyecto sola, indiscutiblemente creo que merece la pena. Al ser la musicoterapia una disciplina poco conocida, hay que invertir mucho en darla a conocer; también, los motivos económicos y el propio desconocimiento o excepticismo, hacen que no se apueste por ella.

Hay muchos estudios que lo avalan, además de que yo misma lo he podido comprobar en mi día a día en el trabajo: la musicoterapia ayuda y aporta grandes beneficios a todo aquel que la recibe, sin ser vital padecer o no algún tipo de dificultad o discapacidad para obtener resultados. Fielmente creo que tenemos que despojarnos de la falsa idea de que cualquier término que acoja la palabra ‘terapia’ solo va destinado a aquellos que tengan algún tipo de ‘problema’. La musicoterapia va destinada a todas aquellas personas que necesiten favorecer la restauración, compensación y/o sustitución de funciones cognitivas, fisiológicas, emocionales y sociales, así como aquellas personas que quieran entender y disfrutar de la música potenciando sus habilidades personales y  musicales o que simplemente quieran evadirse del ritmo diario de la vida durante un periodo de tiempo.

– ¿Cómo es tu día a día? Háblanos de tu trayectoria como profesora
– ¡Mi día a día es bastante ajetreado! Pues aunque cuento con el Centro de Fisioterapia San Sebastián (en Huelva capital) como centro oficial para impartir mis sesiones, también me desplazo para impartir las clases, para compartir lo que sé y soy. En cuanto al horario, es flexible; pues se ajusta al colectivo al que van destinadas las sesiones. Actualmente trabajo sola, pero mi intención es poder montar un centro integral interdisciplinar donde se pueda dar cabida tanto a niños como a adultos con la ayuda presencial de diferentes profesionales especializados.

He trabajado para los Ayuntamientos de Gibraleón, Bollullos Par del Condado y El Cerro del Andévalo; además, he dado y doy sesiones en diferentes centros educativos y asociaciones de Huelva y provincia, impartiendo también talleres y charlas teórico-prácticas. En este curso académico, además de mis sesiones fijas en el CDP Diocesano de Huelva capital, el CEIP Fray Claudio de Trigueros y la Asociación Areté de Altas capacidades de Huelva, he impartido talleres en el Centro de Técnicos Deportivos Alándalus de Huelva, en la Universidad de Huelva para los Grados de Infantil y Música, en el Conservatorio Profesional de Música Javier Perianes de Huelva y en la Unidad de Día Jacaranda de la Palma del Condado.

– ¿Con qué tipo de instrumentos trabajas? ¿Cómo se desarrollan las clases?
– Las sesiones se programan según el colectivo; pueden conformar talleres esporádicos, sesiones semanales grupales o individuales. Cada tipo de sesión conlleva una programación en base a unos objetivos, aunque siempre pretendo que todas ellas empiecen y acaben igual: activación del cuerpo al comienzo y relajación al final. En todas las sesiones se suelen trabajar psicomotricidad, lateralidad, coordinación, atención, memoria, percepción, control corporal, expresión vocal, instrumental y corporal, gestión y expresión de emociones y sentimientos, comunicación, respiración… Además de lo específico que cada persona precise o necesite.

El set de instrumentos con el que se trabaja puede llegar a ser muy amplio, aunque principalmente trabajo con pequeña percusión y guitarra; además de contar con otro tipo de materiales según las actividades previstas.

– ¿Cuál es la edad y el perfil de tus alumnos y usuarios? Cuéntanos un poco cuáles son los objetivos que tienes con ellos
– Pienso que la atención a la diversidad enriquece y engrandece a las personas y a los grupos en general. Apuesto por crear grupos inclusivos donde todo el mundo tenga cabida, sin segregaciones por diagnóstico, discapacidades o sexo.

Durante este año, por citar un ejemplo, he trabajado con un grupo de niños en Trigueros de 3-4 años y otros en Huelva de 6-8 años y 4-11 años. A lo largo de toda mi carrera profesional he trabajado tanto con niños como con adultos con autismo, TDAH, Síndrome Down, dificultades de aprendizaje y altas capacidades, personas con dolores crónicos o simplemente con necesidad de socializarse sin ningún tipo de dificultad. Como no hay una edad estipulada para recibir sesiones de musicoterapia, organizo los grupos por edades, para que entre ellos no existan grandes diferencias. Otro de los colectivos con los que también he trabajado son personas mayores.

Los objetivos se establecen en torno al grupo y sus necesidades. Como paso previo, se conoce personalmente a cada miembro y se le crea en base a ello un historial, donde se van fijando los diferentes programas a realizar tanto a nivel indiviual como grupal.

 – ¿Cuál es el balance que haces de tu experiencia como terapeuta en Huelva hasta ahora? ¿En qué sentido Huelva puede conformar la ciudad ideal para este tipo de terapia?
– La experiencia adquirida hasta ahora, tanto en el ámbito personal como en el profesional, está siendo muy positiva, a pesar de la dificultad que está teniendo la musicoterapia de llegar a más personas, de expandirse. He de agradecer a todas las personas, que están siendo muchas, que están apostando por mí y por mi trabajo y sobre todo a aquellas que lo están empujando día a día para llegar más lejos.
Huelva debe seguir creciendo y acogiendo nuevas propuestas, porque es así como damos lugar a que personas trabajadoras, con ganas e ilusión desarrollen aquí sus proyectos, cosa que sinceramente creo, engrandece a la ciudad.

– ¿En qué estás trabajando en estos momentos? ¿Te has marcado algún nuevo objetivo o reto de cara a los próximos meses?
– Continuaré con el proyecto y estudio de las emociones a través de la música en el Centro de Fisioterapia San Sebastián y sobre todo seguiré impulsando la musicoterapia en todos los centros en los que me brinden la oportunidad de desarollar mi trabajo. Además, me gustaría poder volver a aquellos centros donde ya he trabajado para comprobar la evolución que han tenido los diferentes usuarios que he tratado. De cara al próximo curso y como proyecto más a largo plazo, me encantaría poder trabajar a nivel hospitalario impartiendo algunas sesiones. Es una idea que me ronda la cabeza desde hace mucho tiempo y que sin duda, me encantaría hacer realidad.

– ¿Quieres dejar algún mensaje en concreto?
– Creo firmemente en el ingente poder que tiene la música, así como en la esperanza inagotable de las personas. La música, al alcance de todos, es un gran recurso con el que se pueden lograr grandes objetivos. A través de la musicoterapia llegamos a ver la vida de otra forma; el acercarnos de esta foma a otras personas  con las que podemos intercambiar experiencias, aprender, mejorar y sobre todo, disfrutar, es una oportunidad única y muy recomendable.

– ¿Tienes algo más que te gustaría contarnos?
– En primer lugar, me gustaría dar las gracias a Huelva Buenas Noticias por compartir mi perfil y experiencia; y por supuesto, recordar a todos los que estén interesados en saber un poco más acerca de la musicoterapia, que no duden en informarse y contactar. Estamos en redes sociales, en Instagram somos @mtenvivo y en Facebook @MTenVivo, en ambos perfiles podréis ver algunos de los trabajos llevados a cabo así como obtener toda la información que necesitéis. Muchas gracias.