P. G. Carolina Marín sumó la segunda muesca en su revólver en el que debe ser camino implacable hacia su cuarto Campeonato de Europa. Si en la jornada inagural le tocó a la francesa Batomene, este jueves la rival que tuvo que ceder ante la onubense fue la suiza Sabrina Jaquet, a quien derrotó en dos sets (21-14 y 21-7) en un partido de 33 minutos.
Da la impresión de que Carolina Marín sólo tiene un límite: ella misma. Si acaso que le pueda la presión en un momento determinado por las ganas de ganar en su tierra. Pero no se atisba. No se ve. Con una precisión quirúrgica se impuso a una combativa suiza, que en algunos fases exigió lo mejor de Carolina, que ofreció varios golpes de auténtica clase en especial en el segundo set.
En el primero, tras un inicio fuerte de la de Huelva (5-2), la resistencia de la suiza se puso a prueba, respondiendo con eficacia también con golpes fuertes y algún contrapié, lo que exigió más a Carolina que se fue al descanso con 11-7. Tras el intervalo, la actual campeona olímpica comenzó a marcar más diferencias en el marcador, pese a los conatos de resistencia de Jaquet, que aguantó el tipo, pero que no tuvo más remedio que ceder ante la onubense: 21-14.
En la segunda manga, de nuevo Carolina comenzó al mando del partido (4-0). Jaquet no entregó la cuchara y redujo la desventaja hasta el 6-4. Punto final para todo. De ahí al final, buenos golpes de Carolina Marín, que se fue al descanso con 11-6, y que cerró la manga y el partido por 21-7, accediendo así a los cuartos de final del torneo.
En la pelea por la semifinal del sábado, la onubense se enfrentará este viernes, nunca antes de las 18:30 a la danesa Natalia Koch Rohde, que venció a la española Sara Peñalver en dos sets, 21-11 y 21-19. Hay un solo antecedente entre ambas, curiosamente también en los cuartos de final del Europeo del año pasado, y que ganó Carolina -a la postre campeona- en dos sets.