S. D. Una medalla de bronce. Ese es el botín de la selección española, con Carolina Marín al frente, en el Campeonato de Europa por Equipos de bádminton, evento que se ha celebrado esta semana, y se cierra el domingo en Kazán (Rusia). España intentó, como en 2016 -entonces con Haideé Ojeda en el equipo-, el asalto a la pelea por el oro, pero en esta ocasión Alemania se interpuso en el camino (2-3).
Después de superar en la primera fase a Hungría, Portugal y Eslovaquia, y en los cuartos de final a Turquía, las germanas, mejores en los dobles, impusieron su ley y voltearon un marcador que, gracias a los triunfos en los dos primeros individuales de Carolina Marín y Beatriz Corrales, se colocó con un prometedor 2-0 a favor de España.
El partido de la de Huelva, ante Fabienne Deprez tuvo el desenlace lógico de un choque que mide a una Top-5 con otra jugadora que es la 52 del mundo. Es decir triunfo cómodo de la mejor colocada en el ránking -Carolina- en dos sets: 21-14 y 21-6 en apenas media hora.
Más igualado, a priori, debía ser el segundo enfrentamiento entre Beatriz Corrales y Luise Heim, pero al final la española solventó la papeleta con solvencia: 21-18 y 21-12, en 36 minutos.
Hasta ahí pudo llegar España, ya que en el tercer individual comenzó la remontada alemana con la victoria de Yvonne Li ante Sara Peñalver (16-21 y 13-21); continuó con el primer dobles, en el que Isabel Herttrich y Lara Kaepplein superaron a Elena Fernández y Lorena Uslé (12-21 y 7-21); y concluyó con la victoria de Johanna Goliszewski y Carla Nelte ante Corrales y Marín, que cayeron por 13-21 y 9-21.
Punto final a la andadura española en el este Europeo, solventada con esa meritoria medalla de bronce, que viene a premiar el trabajo realizado durante el evento.