Mari Paz Díaz. Aunque nacida en Sevilla, Cristina Aguilar Correa se siente una cartayera más, dado que vive en la localidad onubense desde que tenía dos años. Una joven de 24 años que es todo un ejemplo de que, con trabajo e ilusión, se puede alcanzar la meta que uno desee. Su trayectoria profesional se inició en el año 2010, cuando comenzó a estudiar la carrera para convertirse en Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos. Unos estudios universitarios que eligió, según afirma, «porque, aunque no conocía mucho de este ámbito, me atraía el tipo de proyectos, trabajo y funciones que se pueden llegar a desempeñar».
Su elección fue todo un acierto, puesto que, tal y como nos cuenta, «cada año me gustaba más y, cada año, fue a mejor, terminando las titulaciones de Grado en Ingeniería Civil y Máster en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos con mención honorífica entre los tres mejores expedientes». Notas excelentes que compaginó, además, con su participación en diversos congresos científicos de presas, geotécnicos, marítimos, etcétera, y, sobre todo, con un curso especializado en Ingeniería Marítima en el que disfrutó mucho, al tiempo que hizo amigos y compañeros que son grandes profesionales del sector.
Una formación que complementó con su participación en diversos proyectos de investigación, trabajando, por ejemplo, con la Asociación de Investigación y Cooperación Industrial de Andalucía (AICIA) o la empresa Técnicas y Proyectos, S. A. (TYPSA), con la que estuvo durante el verano de 2015 en obras de la provincia de Huelva dirigidas al mantenimiento y conservación de las Presas de Andévalo, Chanza, Piedras, Los Machos, Corumbel y Jarrama. Todo ello pone de manifiesto que la joven es una persona con muchas inquietudes, puesto que, tras finalizar el grado en 2014, se matriculó en el Máster Universitario en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos en la Universidad de Sevilla, postgrado que finalizó en 2016 con muy buenos resultados.
Tanto fue así que su Trabajo Fin de Máster (TFM), titulado ‘Modelado hidrodinámico de la desembocadura del río Piedras y su entorno’, no sólo obtuvo una nota de Matrícula de Honor, sino que fue premiado con el Primer Accésit de los III Premios IIAMA (Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente) de la Universidad Politécnica de Valencia. Un estudio, dirigido que el profesor de la Hispalense Alejandro López Ruiz, que profundiza en los problemas derivados del dragado de la desembocadura del río Piedras.
Este amplio bagaje que le ha ido abriendo muchas puertas en esta apasionante profesión. De hecho, Cristina Aguilar ha comenzado a trabajar este año 2017 en la Unidad de Negocio Especializada de Puertos y Obras Hidráulicas de la empresa Acciona Construcción. Una experiencia profesional muy positiva, con la que «es cuando realmente reconozco mi vocación por la ingeniería y el orgullo de poder dedicarme al tema de las presas o marítimas, que es lo que siempre me ha interesado. Es una motivación». Al mismo tiempo, actualmente, forma parte del Comité Técnico de Puesta Fuera de Servicio de Presas del Comité Nacional Español de Grandes Presas (Spancold).
Unos logros que hemos querido conocer de primera mano a través de esta entrevista que realizamos a esta amante de Cartaya, que se encuentra en estos momentos en Portugal, trabajando en el proyecto de una gran presa tipo bóveda.
-Cristina, hace unos meses, te hiciste conocida a raíz del premio que te concedieron por tu Trabajo Fin de Máster. ¿Qué supuso para ti este reconocimiento?
-Cuando me informaron de que me concedieron el premio, para mí fue toda una sorpresa, porque no lo esperaba. Pero es cierto que se agradece, al ser una motivación extra. Para mí, realmente, ha sido una forma de reconocerme el esfuerzo de todos estos años de estudio. Además, recibir un premio gracias a un proyecto realizado sobre El Rompido, el lugar donde crecí, lo hace más especial si cabe. Te da fuerzas para seguir trabajando a gusto.
-Efectivamente, el estudio premiado se centra en la Flecha de El Rompido. ¿Por qué elegiste este tema de investigación?
-El Trabajo Fin de Máster ha consistido en desarrollar una caracterización hidrodinámica de la desembocadura del río Piedras, en Huelva. Este modelo y los resultados del trabajo serán muy útiles e imprescindibles debido a que, actualmente, la desembocadura del río sufre problemas de aterramiento dificultando la navegación de los barcos. Además, a partir de este estudio hidrodinámico, hemos aplicado un modelo para determinar la afección que un dragado en la canal de acceso puede provocar en la hidrodinámica de la zona.
-¿Cuáles son las principales conclusiones del trabajo?
-Este tema se me ocurrió porque yo misma llevo varios años sufriendo los problemas de aterramiento que tiene la desembocadura del río Piedras. Hay que explicar que mi familia ha tenido barco toda mi vida y, además, yo formaba parte del equipo de regatas del Club Náutico Río Piedras (CNRP), por lo que salíamos al mar casi todos los fines de semana. De hecho, es una cuestión que en El Rompido o en Cartaya está a la orden del día. Y, al decirme mi profesor que el TFM podría tratar sobre modelar una desembocadura de un río en el mar y estudiar la dinámica y desarrollo de este, rápidamente le mostré la Flecha del Rompido, porque es una estructura muy singular y, prácticamente única, en la costa española. Una zona que merece y que necesita que se invierta en ella para poder realizar proyectos y encontrar una solución a largo plazo.
-¿Qué revelaciones has podido aportar en este sentido?
-Con mi proyecto, he creado la base de partida de un estudio que consiste en definir todos los parámetros que caracterizan esta desembocadura, desde el oleaje, viento, transporte sedimentos, etcétera. También he aplicado el modelo en un ejemplo tipo de dragado en la desembocadura para estudiar las consecuencias que este tiene en la costa y cómo evoluciona. Pero, por supuesto, para seguir con esta investigación se necesitaría inversión económica, porque es imprescindible tener equipamiento para medir datos reales de batimetría, oleaje o viento, que permitan calibrar un modelo actualizado.
-Por el momento, ¿tienes previsto publicar estas conclusiones en algún marco científico para darle difusión?
-Estoy trabajando con mi profesor para publicar el proyecto en alguna revista de investigación relacionada con la ingeniería marítima o, incluso, avanzar un poco más y aplicar el modelo que hemos creado en más situaciones para estudiar otras hipótesis. En cualquier caso, no será una tarea fácil ni rápida, pues ambos estamos trabajando en otros temas que nos impiden centrarnos en este. Eso sí, tengo mucho interés, así que, si al final yo no puedo dedicarme mucho más a este asunto, me gustaría que algún compañero de la universidad lo continuara o participara en un futuro en el estudio que otra persona tendrá que hacer.
-Una vez terminados los estudios, ¿qué estás haciendo en la actualidad?
-Actualmente, estoy trabajando en Portugal en un proyecto de construcción de una gran presa, formando parte de la empresa Acciona Construcción, una importante constructora española, que, junto a otras dos empresas portuguesas, realizarán este proyecto.
-¿En qué consiste este gran proyecto constructivo?
-Se trata de construir una presa de 100 metros de altura tipo bóveda. Es un proyecto muy completo, puesto que, junto a la singularidad del tipo de presa, es necesario realizar otras obras complementarias, como túneles, excavaciones, hormigonados, etcétera.
-¿Hasta cuándo tienes previsto estar en Portugal?
-Es difícil de saber, pero llegué a Portugal en mayo de este año 2017. Y, en principio, el plazo estimado de ejecución de la obra es de cuatro años y medio.
-¿Qué es lo que más echas de menos de Huelva?
-¡La playa y el tiempo! Aún no he sufrido el invierno fuerte de aquí, pero ya en mayo utilicé la ropa más abrigada que uso en Huelva y ya se nota el fresco. Por supuesto, también el arte de salir de cañas y tapitas que tenemos los choqueros, sin olvidar los atardeceres impresionantes que disfrutamos en la provincia de Huelva en cualquier época del año.
-¿Cuál sería tu sueño?
-¿Mi sueño? Seguir como hasta ahora. Me gustaría aprovechar que trabajo en una empresa grande e internacional para abrir puertas y vivir experiencias en otros países, poder trabajar allí e, incluso, pasar largas temporadas conociendo otro tipo de culturas. Seguir en proyectos del estilo al que me encuentro ahora mismo sería lo ideal para mí. Hay que tener en cuenta que acabo de iniciar mi carrera profesional y el trabajo que tengo actualmente me encanta, porque estoy disfrutando y aprendiendo muchísimo. Así que, de cara al futuro, lo que me interesa es continuar en el mundo de la construcción. Y, si es de obras hidráulicas o marítimas, mucho mejor…, aunque nunca se sabe cómo pueden cambiar las circunstancias e intereses.
-¿Algún mensaje a los jóvenes investigadores onubenses?
-Que no se desanimen, sólo por la satisfacción personal que te ofrece el estudiar, ya merece la pena. Esperemos que la investigación cada vez sea más valorada, pues dicta nuestro futuro. Todos deberíamos saber lo imprescindible que es que haya gente motivada para estudiar e investigar en cualquier ámbito, para poder así mejorar progresivamente la calidad de vida de todos. Por mi parte, me considero muy feliz por dedicarme a algo que me gusta y deseo lo mismo para todo el mundo.