Las cuatro réplicas de barcos históricos salidas de los astilleros de Isla Cristina y Punta Umbría

HBN. La provincia de Huelva parece haberse especializado en la reproducción de navíos de mucho peso en la historia contemporánea. En los últimos 17 años, entre finales de los años 80 y la primera década del siglo XXI, se han construido y botado en astilleros y puertos de la provincia de Huelva tres réplicas de barcos históricos españoles -La Pinta, la nao Victoria y el Galeón Andalucía– que posteriormente han recorrido medio mundo y han servido como atractivo turístico en los distintos países en los que han atracado.

Ahora, a este listado se suma una nueva embarcación, una de las más famosas de la historia de los descubrimientos: la Santa María. La Fundación Nao Victoria, institución especializada en promover eventos culturales a través de sus barcos históricos, ha elegido los astilleros de Punta Umbría para la construcción de una réplica a escala real de esta nao, capitana de la expedición con la que Cristóbal Colón arribó al Nuevo Mundo el 12 de octubre de 1492.

Desde finales de 2016, y con la colaboración de la Diputación de Huelva y la Fundación Cajasol, se está recuperando la figura de este icónico buque con motivo de la celebración, durante 2017, del 525 Aniversario del Encuentro entre dos Mundos. De hecho, se prevé que la botadura del casco tenga lugar en octubre, coincidiendo con la efeméride de la llegada de los españoles a América. 

Un listado que comienza en 1989. La primera de estas embarcaciones históricas construidas en la provincia de Huelva fue la carabela La Pinta. Diseñada por Francisco Monsalvete e Ignacio Fernández Vial y construida bajo la dirección de José Zamudio, se botó el 8 de agosto de 1989 en Isla Cristina, tras 16 meses de trabajo. El objetivo de la construcción de esta réplica, además de su exhibición en la Expo 92, no era otro que el de repetir, junto con las otras dos reproducciones -construidas una en Barcelona y la otra en Cartagena- el viaje de Colón.

La Pinta original era una carabela nórdica de velas cuadradas y que se construyó también en tierras onubenses, en el astillero de Palos de la Frontera, pocos años antes del primer viaje, junto con La Niña. El marinero palermo Martín Alonso Pinzón la conocía bien porque la había alquilado anteriormente y la eligió por su maniobrabilidad y sus cualidades náuticas. Era la más velera de los tres navíos que protagonizaron el Descubrimiento de América. Capitaneada por Martín, en ella viajaba Rodrigo de Triana.

La nao Victoria. El buen trabajo realizado por José Zamudio y los carpinteros que participaron en la construcción de La Pinta, llevó a los ingenieros Fernández Vial y Monsalvete Mazo a solicitarle el encargo de construir otra réplica que también se exhibiría en la Expo 92: la nao Victoria.

Se trataba de un buque perteneciente a la Armada para el Descubrimiento de la Especería, una famosa expedición de la que formaron parte también la nao Trinidad (capitaneada por Fernando de Magallanes), San Antonio, Concepción y Santiago. Esta nave fue liderada en un principio por Luis de Mendoza, pero cuando éste falleció luchando en la Isla de Cebú (Filipinas), su puesto lo ocupó el maestre de la nao Concepción Juan Sebastián Elcano. Tras tres años de viaje, el 6 de septiembre de 1522, el barco llegó al gaditano puerto de Sanlúcar de Barrameda con solo 18 supervivientes a bordo y se convirtió en el primer buque en dar la vuelta al mundo.

Esta réplica permaneció atracada en el Puerto de Triana (Sevilla) junto a las tres copias de las carabelas que posteriormente fueron destinadas al muelle de Palos de la Frontera. En 2004, la nao Victoria se rehabilitó para rememorar grandes hazañas de la navegación española, entre cuyos numerosos trayectos destaca el de la expedición Magallanes-ElCano y en el cual el navío hizo escala en Nagoya (Japón) con motivo de la Expo Aichi en 2005. La Nao Victoria volvió a Isla Cristina en 2009, tras recorrer más de 55.000 millas alrededor del mundo.

El galeón Andalucía. Junto a este emblemático buque, la Fundación Nao Victoria construyó en 2009 el galeón Andalucía, una réplica de los antiguos navíos de la flota de Indias y Manila del siglo XVII y XVIII. Este proyecto, desarrollado en Punta Umbría por los hermanos Palmás, fue el embajador de lujo andaluz durante la Exposición Universal de 2010 en Sanghái (China).

El histórico astillero puntaumbrieño realizó este complejo trabajo utilizando técnicas muy avanzadas, como el control numérico por ordenador y un profundo trabajo de documentación en colaboración con el gabinete de historiadores del Archivo de Indias de Sevilla. La dificultad radicaba en que el tamaño de este barco era el doble de lo que se suele fabricar en fibras: 50 metros de largo, 10,5 de manga y 15 metros de altura y cuatro cubiertas.

Hace unos años, con el objetivo de rememorar los 500 años del descubrimiento de Florida por Juan Ponce de León, el galeón llegó a las costas estadounidenses procedente del Puerto de San Juan (Puerto Rico), donde fue llamado Galeón de la Constitución al dar relevancia a la Constitución de Cádiz de 1812.

La nao Santa María. Por último, de los onubenses astilleros de Punta Umbría saldrá el próximo otoño la cuarta embarcación histórica construida en nuestra provincia. La idea de la Fundación Nao Victoria es convertir a este buque en un nuevo embajador del legado español en la historia -como ya son el Galeón Andalucía y la Nao Victoria- en sus futuros viajes por distintos puertos de Europa y América.

Recordemos que la Santa María fue la mayor de las tres embarcaciones que cruzaron el océano Atlántico en 1492 y en la que realizaron este largo viaje Cristóbal Colón y Juan de la Cosa, propietario además del barco.

La Santa María nunca regresó de aquel periplo, encalló en una bahía al norte de Haití y, con sus restos, se construyó el Fuerte Navidad, el primer asentamiento europeo en América.

En la réplica de la nao en Punta Umbría está trabajando un equipo multidisciplinar de más de 100 profesionales y artesanos: desde ingenieros e historiadores a carpinteros de ribera, rederos, cordeleros, etc. Todo ello para conseguir una reproducción exacta y con el mayor rigor histórico en sus formas y detalles.

Los trabajos comenzaron el pasado mes de febrero, tras el estudio para definir el proyecto histórico y las especificaciones técnicas preliminares. Actualmente están muy avanzados y ya se ha llevado a cabo la construcción del molde del casco, laminado del casco y sus refuerzos, y han comenzado los trabajos de carpintería.

Al igual que la técnica utilizada en el Galeón Andalucía, se está combinando la construcción en fibra de vidrio y un recubrimiento en madera, lo que supone un gran progreso en cuanto a coste, durabilidad y mantenimiento, sin afectar además a la navegabilidad y maniobra del buque.

Junto a las tareas de carpintería, continúan los trabajos para finalizar la estructura (mamparos, refuerzos transversales) y el equipamiento del barco, y este agosto han comenzado también los trabajos de jarcias, cabullería y velas. 

En total, en la construcción de la Santa María se emplearán cerca de 90 metros cúbicos de madera de iroko -madera tropical de gran durabilidad y resistencia a la intemperie-, 250 metros cuadrados de velas y unos tres kilómetros de cabos repartidos entre la jarcia firme y de labor.

Una vez terminada, la embarcación pesará 200 toneladas y contará con una eslora de 28,30 m. y una manga de 7,96 m. Como la original, la réplica de la Santa María incorporará tres mástiles y un bauprés, siendo la altura del palo mayor de casi 25 metros desde la línea de flotación.

Así pues, dentro de unos meses una nueva embarcación made in Huelva verá la luz para recorrer las aguas de medio mundo, dejando constancia de la calidad de las construcciones navales de nuestros astilleros y recordando uno de los hechos que cambiaron el devenir de la historia universal en el que nuestra tierra fue protagonista.