R.M. Y el Martes Santo volvió a lucir radiante en Huelva pudiendo así disfrutar el cofrade barrio de Las Colonias del caminar de su Hermandad de La Lanzada. Lleno absoluto en la calle Don Bosco donde pasadas las 17.30 horas comenzaba a avanzar entre la multitud la Cruz de Guía de la Devota y Fervorosa Hermandad de la Caridad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Sagrada Lanzada, María Santísima del Patrocinio, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores. Una atmósfera de júbilo y alegría volvía a impregnar a una barriada que ya el Viernes de Dolores comenzó a sentir los primeros latidos de la Semana de Pasión con la salida procesional de la titular de la cofradía, pórtico de la Semana Santa en Huelva.
En torno a 200 nazarenos, de una nómina de 650 hermanos, han acompañado a esta cofradía que tiñe cada Martes Santo de blanca y azul las calles de la barriada. El paso de misterio, que representa el momento en que Longinos atraviesa el costado de Jesús, del que mana sangre y agua, en presencia de la Virgen del Patrocinio, San Juan y María Magdalena, protagoniza este 2017 el apartado de estrenos de la cofradía. En este sentido, destacan el dorado de las cartelas de los evangelistas y parte de la crestería trasera del paso de misterio, obra de San Marcos Dorado, tocado para la Virgen de Patrocinio donado por la cuadrilla de costaleros, así como, en el paso de palio, las nuevas piezas de candelería realizadas por el taller de Villarreal y el nuevo fajín para la Virgen de los Dolores donado por un devoto.
En cuanto al acompañamiento musical, la Banda de Cornetas y Tambores Virgen de la Salud de la capital onubense ha sido la encargada de marcar el caminar, una primavera más, del paso de misterio de la cofradía, mientras que el palio de la ‘Reina de las Colonias’ avanzaba al ritmo de los sones de la Banda Municipal de Aznalcóllar.
Un día primaveral y de temperatura muy agradable en el que la Hermandad ha apostado por un exorno floral diferente, siendo los iris morados los protagonistas del paso de misterio y las rosas blancas y achampanadas las que han realzado la belleza de la Virgen de los Dolores, imagen tallada por Manuel Domínguez Rodríguez en 1966 y restaurada posteriormente por el que fuera también hermano y vestidor de la hermandad, Eugenio Farelo López en 1991.