HBN. Si buscamos en la capital onubense una institución más longeva que el Recreativo y que lleve más de un siglo dando servicio al ciudadano como el primer día, bien podríamos hablar del Ilustre Colegio de Abogados de Huelva (ICA Huelva).
El primer dato fehaciente hallado de su actividad es un libro de designación de abogados de pobres del año 1883, un ejemplar en el que el Colegio recogía la designación a los letrados que por entonces ejercían en Huelva para defender a personas sin recursos. Por tanto, estamos ante una institución con una larga trayectoria, pues lleva más de 130 años representando a un colectivo profesional esencial en el ejercicio de la Justicia.
Al frente de este Colegio onubense con tanta solera se encuentra, desde 1990, un profesional que conoce el mundo del Derecho como pocos, con 63 años dedicado en cuerpo y alma al ejercicio de la abogacía. Se trata de Juan José Domínguez, su decano, quien comparte la responsabilidad de dirigir el ICA junto a los miembros de su Junta de Gobierno: Fernando Vergel Araujo (vicedecano), Antonio Pérez Pedraza (secretario), José Luis Contioso Ruiz, Rosario Castro, Antonio Bernal, Eugenio Encina, Andrés Silván, Ramiro Guinea y Manuel Vázquez (diputados).
El Colegio de Abogados de Huelva cuenta con 1.400 colegiados, 1.100 de los cuales ejercen en la actualidad. Es un colectivo muy fuerte y potente, que se enfrenta a importantes retos y, por ello, necesita un Colegio que vele y pelee incesantemente por sus intereses. Uno de estos asuntos en los que el ICA Huelva está muy volcado es en tratar de encontrar soluciones a los problemas que tienen los partidos judiciales, como los de Valverde, Ayamonte o La Palma. «Hemos iniciado una serie de actuaciones con los compañeros de cada uno de los partidos judiciales, y hace unos días la Junta de Gobierno se reunión con los letrados ayamontinos», explica el decano a este respecto.
El Colegio también se está esforzando por lograr que la abogacía tenga mayor presencia en la sociedad onubense y, para ello, está propiciando la firma de convenios de colaboración con los ayuntamientos de la provincia. El primer acuerdo rubricado ha sido con el Consistorio de Huelva, y esperan realizar la misma operación con todos los demás.
La apuesta por las nuevas tecnologías es otro de los aspectos por los que el Ilustre Colegio de Abogados de la capital está apostando fuerte. Así, la institución aboga por la eliminación del papel, realizándose todas las comunicaciones con los colegiados por vía telemática, destacando, entre otras, la designación y justificación del turno de oficio.
En este sentido, Juan José Domínguez pone de relieve que «en el ICA ofrecemos un servicio de correo electrónico para todos los colegiados y un entorno en la red seguro a través del Consejo de Abogacía, también tenemos una firma digital reconocida que nos permite comunicarnos con la Justicia y un servicio de biblioteca virtual. Ahora vamos a fomentar la comunicación con nuestros colegiados a través de una web nueva, que contará con Intranet para poder trabajar con los compañeros. Por todo ello, podemos decir que estamos a la vanguardia de las nuevas tecnologías».
Una de las principales obligaciones y virtudes de los colegios profesionales es que ofrecen a sus colegiados multitud de servicios. En el caso del Colegio de Abogados de Huelva, éstos abarcan desde la función deontológica a la supervisión de honorarios profesionales, además de tramitar y gestionar el turno de oficio. Y es que, como destaca el decano onubense, «el 70% de la actividad laboral de nuestros funcionarios, a los que hay que felicitar por la magnífica labor que hacen, se destina a la organización, nombramiento, justificantes, etc. de la justicia gratuita. Es el trabajo administrativo más fuerte que tenemos».
Asimismo, el Colegio de Abogados de Huelva es desde hace varios años centro de mediación, estando desde sus primeros pasos a la vanguardia de este sistema de resolución de conflictos. De hecho, se han formado letrados desde el propio ICA como mediadores, por lo que la institución está en excelentes condiciones de prestar este servicio. El único problema a este respecto es que «el fenómeno de la mediación no ha terminado de calar en la sociedad. Ésta no se fía en exceso de la labor de los mediadores, piensan que, al no ser los órganos de justicia los que deciden, puede haber influencias, lo cual no es cierto”, afirma el decano Juan José Domínguez.
Por otro lado, el Colegio onubense siempre tiene un programa de actividades en marcha, en el que cuentan con la colaboración tanto de Judicatura como de la Fiscalía, con el objetivo de favorecer la formación continua de los abogados y lograr, a la par, que participen activamente en la vida de la institución colegial. Entre las distintas formaciones, previstas hasta el mes de junio, destaca un encuentro con la responsable del nuevo juzgado especializado en casos de violencia de género, María Estela San José Asensio, el próximo 3 de marzo; los ‘Encuentros sin toga’ que celebran, a través de la Asociación de Derecho y Familia, el tercer viernes de cada mes para hablar de derechos de familia; así como varias jornadas sobre trata de blanca, Ley Concursal, delitos de odio, etc. que tendrán lugar a lo largo de este año.
Por otro lado, el Colegio organiza otras iniciativas para el colectivo de letrados onubenses, como la entrega de insignias a los colegiados que llevan 25 ó 50 años de servicio, el acto de jura de incorporación de sus nuevos miembros o la Fiesta de la Justicia Gratuita, teniendo lugar la próxima en el mes de julio.
La mayor parte de estas actividades se celebran en la sede del Colegio, que se encuentra en la Plaza de los Abogados s/n de Huelva capital. Este edificio fue construido por el ICA en 2001, ya que hasta entonces los letrados se reunían en unas reducidas dependencias de la Audiencia Provincial. Se plantearon entonces la necesidad de tener su propio espacio, poniendo entonces en marcha el proyecto de adquisición del solar y construcción del actual edificio.
Si tener su propia sede era un gran reto para este colectivo hace 15 años, hoy se enfrenta a otros muy diversos. Por un lado, el elevado número de profesionales y las condiciones laborales de los mismos. Según explica su decano, «la justicia gratuita acumula tal cantidad de peticiones y concesiones del beneficio que deja poco margen en el mercado libre. Si a esto unimos al número de abogados, excesivo para la población de la provincia de Huelva, está claro que su situación económica no es buena en absoluto.
A esta difícil coyuntura se suma la saturación de los partidos judiciales, el cobro del IVA en la justicia gratuita y una corriente que, según explica Juan José Domínguez, trata de «desacreditar la figura del letrado. Continuamente salen normas jurídicas que dicen que no es preceptiva la intervención del abogado. Realmente no hay una posición frontal y decidida contra la abogacía por parte de políticos y administraciones, pero lo que sí es verdad es que cada vez nos hacen más oneroso el ejercicio profesional, con lo cual es un ataque indirecto. Nadie se atreve a decir que la abogacía no es absolutamente necesaria, pero sí hacen cada vez más difícil el ejercicio».
Así pues, el Ilustre Colegio de Abogados de Huelva trata de ser baluarte de una nueva abogacía, afectada por las nuevas formas de comunicación y los nuevos retos, haciendo frente al futuro actualizándose con los tiempos e intentando defender, como lleva haciendo más de 133 años, los intereses de sus colegiados.