Redacción. El Circulo Sectorial del Patrimonio Cultural Huelva defiende un proyecto para la antigua sede de Hacienda de Huelva que cumpla con la LOUA y garantice las singularidades de un edificio destacado del patrimonio local. La documentación en torno a un proyecto de 2010 pone de manifiesto la merma en la protección de la sede, tras cuya fachada podría producirse una actuación de gran profundidad.
El edificio neoherreriano proyectado por Julián Laguna Serrano en 1944 e inaugurado en 1952 está de actualidad tras las recientes declaraciones del delegado del Gobierno de la Junta en Huelva, Francisco José Romero, en las que anunciaba la conversión del edificio en sede para la Delegación de la Junta de Andalucía. Si bien no se dan más detalles, es sabido que en el año 2010 el estudio sevillano de SV60 Arquitectos (http://www.agcordon.com) ganó el concurso de ideas ofertado con un proyecto que estos, en su página web, indican como aún vigente en la actualidad.
Así bien, haciendo un repaso a las características del edificio y a la legislación que lo protege podemos observar una clara diacronía respecto al pretendido proyecto actual.
En el Plan Especial del Casco Histórico, la antigua Delegación de Hacienda (parcela n.º 1955401) aparece catalogada con la máxima graduación, esto es, con grado P1 (integral), por el cual la estructura y forma del inmueble debe permanecer idéntica más allá de los diferentes usos que pueda albergar. Sin embargo, en la reseña que los arquitectos Cordón y Liñán ofrecen para su proyecto se afirma que el edificio tiene actualmente una protección de grado P2 (estructural). En este caso, y si existiera ruina física sería el Ayuntamiento quien dictaminaría si la estructura puede o no alterarse, pero nunca afectando a la altura y ocupación preexistentes. Esta contradicción entre el catálogo del Plan Especial vigente y el proyecto diseñado por SV60 Arquitectos parece encontrar respaldo en una cédula urbanística firmada por la arquitecta municipal Miriam Dabrio Soldán, el 20 de enero de 2009, en que el inmueble aparece como P2. En este informe se apunta al deterioro estructural del edificio, si bien desaconseja cualquier incremento de volumen e insta al “mantenimiento de la tipología interior originaria”.
No obstante, el proyecto ganador parece no respetar estos preceptos. Por desgracia, la información ofrecida al ciudadano es escasa, si bien la introducción y los renders dejan entrever algunas cuestiones. Ya a nivel exterior el proyecto contempla la uniformidad en el acceso, perdiéndose en algún grado la escalinata de entrada y la actual monumentalidad que esta otorga al edificio. Además, se propone la eliminación de la techumbre y en su lugar construir una azotea con una planta adicional retranquada. En cuanto al interior, hay motivos para temer especialmente por el hall y patio del edificio. Para el primer caso se plantea “un gran hall de acceso a modo de plaza interna”, lo que nos hace suponer la remodelación total de este espacio. Para el segundo de los casos, el proyecto prevé como elemento estrella “un mueble-celosía que envuelve el patio acotando las circulaciones y que establece una relación con el carácter clásico de los patios (arquerías y materiales nobles) reinterpretado en claves contemporánea.
En el texto que Antonio Rebollo firma en el diario Odiel el día 2 de diciembre de 1952, éste nos destaca el “maravilloso óleo mural del laureado pintor don Eduardo Vicente, que representa alegóricamente las riquezas más importantes de nuestra provincia —pesca y minería— enlazadas con un escudo de Huelva. Convergen en este patio central, que está rematado por una vidriera artística”. Así como también destaca la “gran escalera de mármol” que da acceso a dos galerías de “riqueza ornamental”.
Eduardo Vicente (1909-1968) fue un pintor perteneciente a la conocida como escuela de Madrid. Hermano menor del reconocido pintor hispano-estadounidense Esteban Vicente, se encargó de hacer las reproducciones de las Pinturas Negras de Goya para el Museo Ambulante de las Misiones Pedagógicas, creadas por el Gobierno republicano. Durante la Guerra Civil española forma parte de los Servicios de Propaganda del Ejército Republicano y colaboró en revistas como El Mono Azul y Nueva Cultura. Tras finalizar la contienda se vio relegado a trabajos menos considerados hasta que en 1948 viajó a Nueva York con una beca y pudo reencontrarse con su hermano Esteban. Fue en ese periodo posbélico en el que Eduardo hizo distintas obras únicas como es el caso del mural de Huelva.
Desde el Circulo Sectorial del Patrimonio Cultural Huelva denunciamos la continuada opacidad para con los proyectos que se vienen anunciando en la ciudad. Y es que, con experiencias pasadas como la de la antigua sede de Delegación de Educación sita en la Alameda Sundheim —hoy juzgados—, el patio del Albergue Inturjoven y, más recientemente, con el proyecto pretendido en el antiguo Banco de España de la capital onubense, al examinar las definiciones y declaraciones a propósito de las obras a acometer en la antigua Delegación de Hacienda de la Plaza de la Constitución tememos que, una vez más, se atente contra el patrimonio de nuestra ciudad.
El edificio de Hacienda es un icono de su entorno, construido con los mejores materiales y acorde a la importancia de la institución que había de albergar. Entendemos que, una vez más, se vulnera la LOUA y tanto la Junta de Andalucía como el propio ayuntamiento menosprecian el valor del Catálogo de Edificios de Huelva, modificando a la carta la protección existente en favor del concurso convocado en vez de hacer prevalecer los preceptos del catálogo a la hora de convocar dicho concurso.
Este grupo ciudadano entiende que el patrimonio heredado no debe ser una oportunidad para nuevas autorías, ni los fondos públicos deben ser empleados en derribos agresivos sobre elementos protegidos. La antigua Delegación de Hacienda debe asumir su nueva funcionalidad con naturalidad y posibilitando en el ciudadano la correcta lectura estética y contextual de un edificio propio de 1944. Porque así su autor lo concibió, porque así lo pudieron conocer sus coetáneos y porque los que hemos llegado después tenemos el derecho a disfrutarlo como tal.
Este Círculo insta a la Junta de Andalucía a que:
1. Las puertas del edificio, actualmente abiertas, sean cerradas con premura, a fin de evitar posibles daños y humedades por las inclemencias del tiempo.
2. Se aclare la contradicción actual existente entre el Catálogo de Edificios Catalogados y la cédula urbanística firmada en 2009. Defendemos en todo caso la prevalencia de la protección originaria reflejada en el PGOU de 1999, es decir, en grado P1.
3. El proyecto a acometer se ajuste al grado de protección del edificio y se respete la integridad de su estructura —las deficiencias físicas no menoscaban su protección—, tanto exterior como en los volúmenes, sus acabados interiores en mármol, galerías, patios, vidrieras y el atrio de entrada. No entendemos las “reinterpretaciones en claves contemporáneas” para un edificio catalogado, de bien definida autoría y emblema en su situación y trayectoria.
4. Entendemos que el elemento singular y más definitorio del edificio de Hacienda es el mural de Eduardo Vicente que corona el hall. Se trata de una obra única, hecha por un autor de culto, de escasa bibliografía y en actual redescubrimiento por estudiosos de la pintura española. Obra diseñada pretendidamente para representar a esta institución en Huelva. Además, se trata de un fresco al natural, indisoluble para con el lugar y representatividad para la que fue concebido. Instamos, por tanto, a la Consejería de Cultura a evaluar el estado del mural y a su correcta conservación y continuidad en el edificio a reabrir.