Rosa Mora. Tradición, familiaridad, conocimiento del producto y una materia prima de primera calidad son algunos de los factores que han convertido a Usisa en una empresa de referencia indiscutible en el sector de las conservas de pescado y salazones.
Sus productos, elaborados en unas amplias y modernas instalaciones situadas en Isla Cristina, entorno privilegiado para desarrollar su actividad, se encuentran amparados por el Consejo Regulador de las Indicaciones Geográficas Protegidas Caballa y Melva de Andalucía. Asimismo, a principios de año, Usisa celebró la inclusión por parte de la Comisión Europea de la Indicación Geográfica Protegida Mojama de Isla Cristina en el Registro de Denominaciones de Origen Protegidas. La compañía isleña, que procesa anualmente diez mil toneladas de pescado, capturado por la flota artesanal andaluza, comercializa sus productos a través de tres marcas: Usisa, Tejero y El Decano.
Cuatro décadas y cuatro generaciones. Aunque la historia oficial de la empresa isleña comienza a escribirse en el año 1973, fecha en la que, impulsadas por Juan Vázquez, más de una veintena de pequeños empresarios de Isla Cristina dedicados a la salazón de la sardina deciden unirse, los orígenes de Usisa se remontan a décadas anteriores.
José Vázquez, a día de hoy director gerente de la empresa, señala a su abuelo Fernando Vázquez como el responsable de sembrar en los años 50 las semillas de un negocio del que pronto tomaría las riendas su hijo Juan Vázquez. A las filas de esta compañía familiar ya se ha incorporado la cuarta generación.
Continuando con las raíces de la empresa, tras la creación en la década de los setenta de la Unión Salazonera Isleña S.A. y, teniendo en cuenta la realidad del sector en aquel momento, Usisa amplió su actividad más allá del salazón con conservas de pescado, adquiriendo en primer lugar la marca El Decano para, más adelante, hacerse con Tejero.
Posteriormente, el año 2000 supuso un importante punto de inflexión para la compañía. Tal y como nos explica José Vázquez, obligados por la normativa comunitaria y, siguiendo el carácter siempre emprendedor de su padre Juan Vázquez, la empresa se embarca en la construcción de las instalaciones actuales, una fábrica perfectamente acondicionada y con capacidad hasta para 500 empleados.
Producción totalmente artesanal. En Usisa los productos están elaborados de forma artesanal con ausencia de químicos. En esta línea, en su producción solo utilizan pescado, aceite de oliva o de girasol y sal. El resultado, explica José Vázquez, “es un producto que conserva a la perfección todas las propiedades organolépticas y nutricionales. Su alto contenido en Omega 3 es una de sus principales características”.
Desde la captura y selección de la materia prima procedente de las aguas del Atlántico, en la empresa isleña controlan las distintas fases con el fin de asegurar un nivel de calidad máximo. Estas actividades incluyen: recepción del pescado; descabezado y lavado; cocción en solución de agua con sal; mantenimiento y refrigeración; pelado y estibado a mano; adición de aceite de oliva; cierre de lata; tratamiento de autoclave; lavado de lata, así como almacenamiento y expedición.
De los productos elaborados y comercializados por Usisa destacan los filetes de Caballa y Melva de Andalucía, amparados por el Consejo Regulador de las Indicaciones Geográficas Protegidas Caballa y Melva de Andalucía, y en salazones, la Mojama, resaltando que la Indicación Geográfica Protegida Mojama de Isla Cristina ha sido recientemente incluida en el Registro de Denominaciones de Origen Protegidas. A la lista de productos que caracterizan a la empresa isleña hay que sumar los de temporada como los boquerones o sardinillas de la costa.
La mujer, la esencia de Usisa. Con una plantilla de aproximadamente 350 personas en campaña, periodo que se extiende desde el mes de mayo hasta octubre, la empresa isleña procesa más de 30.000 kilos de pescado diariamente, destacando en esta línea las labores de pelado y estiba manual que realizan las mujeres, quienes, según señala Cristina Benito, directora de Recursos Humanos, representan más del 80 por ciento de la plantilla.
Una profesión en muchas ocasiones heredada de generación en generación. Es el caso de María Bella, estibadora en Usisa desde hace 23 años, puesto por el que ya pasó su madre, y anteriormente su abuela.
Retos. España en general, y el mercado andaluz en particular, representan en la actualidad los principales mercados para esta empresa fabricante de conservas de pescado y salazones.
Sus productos, que se comercializan a través de tres marcas: Usisa, Tejero y El Decano, se destinan en un 85 por ciento al mercado nacional, y tan sólo un 15 por ciento al internacional, siendo Italia el principal destino de las exportaciones. En esta línea, una de las principales aspiraciones de Usisa pasa por ganar terreno en mercados internacionales, sabiendo conservar al mismo tiempo su supremacía en productos como la caballa donde la empresa isleña es líder en ventas en Andalucía occidental.
Por otro lado, el trabajo de la mano de grandes chefs como el onubense Xanty Elías es un ejemplo del compromiso por la innovación y la capacidad de adaptación a los nuevos tiempos de Usisa, una compañía que nunca ha olvidado el área de Responsabilidad Social, llevando a cabo, de una forma callada, una importante labor social en toda la provincia.