P. G. El Recreativo de Huelva amarró la permanencia en Segunda B tras lograr un sufrido empate sin goles en casa ante el Linares, en un partido con muchos nervios y con ocasiones para los dos equipos. Al no moverse el marcador, el Recre aseguró al menos la permanencia deportiva, no así el Linares que, con los marcadores de otros campos, se ve obligado a continuar peleando en la promoción.
Dicen que las finales no se juegan, se ganan. En tiempos de vino y rosas el Recre tiró de ese dicho para apuntarse logros que engrandecieron su centenaria existencia. Este domingo el Decano, el club más antiguo de España, se jugaba algo mucho más importancia que un título tangible: su futuro. Y no hacía falta ganar, bastaba el empate.
Y el Recre, aplicándose al guión de otros días de gloria, acabó empatando la ‘final’ por la permanencia, en la que los aficionados del Recre han envejecido -y lo que les queda- de puro sufrimiento. Como el partido en sí. Pero de momento, después de tantos sinsabores, se llevaron la alegría de una permanencia deportiva, que tendrá que confirmarse en los despachos, que ¡ay, ay, ay! esa será otra historia.
Pero hasta que llegue ese desenlace, el Recre tenía que cumplir con su obligación que era amarrar un punto, por lo civil o por lo criminal, o por ambos. Al término de los ‘noveintaydemasiados’ minutos, con el 0-0 en el marcador, se pudo respirar. La primera parte está hecha. Aunque para hacerlo hubo que sufrir, y de lo lindo.
Y es que el equipo que, a falta de un minuto en Lepe hace una semana, lo tenía en sus manos, se estaba jugando las habichuelas ante el Linares por mor de no saber jugar esos infaustos instantes en el campo vecino. Y aunque la empresa del Decano se le quedó muy cerca -ya se sabe, un simple empate- Ceballos ya dijo que era jugar a la ruleta rusa ir a buscar el empate ante el Linares. Y no lo hizo.
De entrada un solo cambio con respecto a Lepe, el regreso al once de Dani Molina y la salida del mismo de Antonio Domínguez. Y de entrada también, el primer susto de muerte. Mano a mano eterno de Salinas con Rubén Gálvez tras una pérdida de balón en el centro del campo. Menos mal que al delantero del Linares se le ocurrió terminar la jugada con una ‘picadita’ por encima del meta de Aracena que aguantó al máximo y sacó el beneficio: la pelota le llegó mansamente a sus manos.
Pero esa acción fue, para bien del aficionado local, una excepción. Porque el Recre se adueñó de la situación, tomó el mando de las operaciones y comenzó a llegar con peligro a las inmediaciones de Lopito. Dani Molina, en dos ocasiones, puso a prueba al meta visitante, respondiendo de manera excelente en la segunda, que volvió a intervenir en otro disparo de Manu Molina. Asimismo fue testigo de excepción de una jugada que tuvo en Antonio Núñez su origen, y su final en un rehace de un defensor del Linares, yéndose la pelota a córner. Pero donde tuvo que emplearse a fondo fue a un minuto del final al evitar el gol en un mano a mano con Manu Molina.
Con el inquietante 0-0 se fueron los equipos al intervalo, quedaba un segundo tiempo de sufrimientos, tanto en el terreno de juego onubense, como en todos y aquellos donde se jugaban puntos trascendentes en la suerte de cualquier de los dos protagonistas del Colombino. En ese aspecto, por lo menos en lo referente al Recre, la cosa fue mucho más tranquila.
En esos segundos 45 minutos el partido se espesó. Los nervios, la trascendencia de un error, de un gol, de cualquier cosa. Y en esas dio la impresión que fue el Linares, curiosamente pues era el más necesitado, quien estuvo un puntito por encima. Una acción de Joselu fue un aviso para la zaga local, para que no se durmiera. No lo hizo, como el equipo entero, que volvió a estar más cerca del portal de Lopito, pero sin mucho peligro.
Conforme pasaron los minutos, y aunque parecía que el control del juego era del Recre, el Linares soltó un par de sacudidas. Una de Corpas, que obligó a Rubén Gálvez a enviar el balón a córner (66′), y la más clara otra de Rafa Payán (73′), que incluso superó al meta local, pero la pelota se fue fuera.
Con Miguelito ya en el campo el Recre tuvo algo más de viveza arriba, y de sus botas nacieron acciones que pudieron dar mucha más tranquilidad a la parroquia local, como una en la que Antonio Domínguez -que también saltó al terreno de juego- obligó a Lopito a intervenir. Si bien, la más clara llevó la propia firma de Miguelito, ya en los estertores, pero no acertó.
Para alegría local el marcador no se movió, se sobrevivió a los cuatro minutos de prolongación, y se llegó a ese buen puerto de eludir el descenso -eso estaba hecho- y la promoción, a la que por contra sí se vio abocado el Linares que, dicho sea de paso, tampoco quiso arriesgar demasiado al final.
RECREATIVO: Rubén Gálvez; Mario Marín, José Alonso, Álvaro Moreno, Diego Jiménez, Dani Molina, Jesús Vázquez; Antonio Núñez, Ále Zambrano (Miguelito, 68′), Manu Molina; Waldo (Antonio Domínguez, 82′).
LINARES: Lopito; Bauti, Álvaro Vega, Rosales, Higinio; Lara, Corpas, Rodri, Salinas (Fran Carlos, 85′), David Gámiz (Rafa Payán, 67′); y Joselu (Chico, 92′).
Árbitro: Jiménez González (colegio grancanario). Mostró la cartulina amarilla a Mario Marín (33′), Jesús Vázquez (52′), Diego Jiménez (59′), Miguelito (76′) y Álvaro Moreno (90′), por el Recre; y a David Gámiz (53′) y Joselu (78′), por el Linares.
Incidencias: Partido correspondiente a la 38ª, y última, jornada en el grupo IV de Segunda División B disputado en el estadio Nuevo Colombino ante unos 18.500 espectadores.