Mari Paz Díaz. El equipo de la Universidad de Huelva, capitaneado por el catedrático de Arqueología y decano de la Facultad de Humanidades, Juan M. Campos, entregaba esta semana a la Consejería de Cultura el Proyecto General de Investigación para Yacimientos Arqueológicos de la provincia tras el encargo que le realizaba la Junta de Andalucía el pasado mes de febrero a raíz de los movimientos de tierra que afectaron en diciembre a la parcela de Santa Marta-La Orden. Un documento que se espera que reciba el visto bueno de la Comisión Andaluza de Arqueología de Andalucía en unas dos semanas.
Se trata de un trabajo que surge a raíz del protocolo firmado por la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Aguilar, con la Onubense con el objetivo de concretar toda la Zona Arqueológica de Huelva, el estudio de los fondos de materiales, un sistema de información geográfica y un proyecto de divulgación de todo lo hallado después del enorme daño producido en el lugar en el que se hallaron los ídolos prehistóricos que certifican que Huelva es la ciudad más antigua de Occidente. Un Proyecto General de Investigación en el BIC Zona Arqueológica de Huelva con el que se espera evaluar todos los daños causados en el yacimiento La Orden-Seminario.
Una cuestión que vuelve a poner de manifiesto la riqueza arqueológica de Huelva. Una riqueza que en la capital onubense se concreta en yacimientos como La Joya, la Plaza de las Monjas, La Soledad, San Pedro, el Cabezo de la Almagra o la ciudad hispano-musulmana de la Isla Saltés. Éstos son sólo algunos de los espacios de la ciudad que por su antigüedad y características merecen ser conservados y promocionados, tal y como tuvimos la oportunidad de analizar en un reportaje anterior, que puede leerse en el siguiente enlace: https://huelvabuenasnoticias.com/2016/01/31/los-diez-yacimientos-onubenses-que-certifican-la-riqueza-arqueologica-de-huelva-y-que-permanecen-ocultos-o-en-el-olvido/
Pero la repercusión mediática de la situación del Seminario de Huelva quizás nos ha hecho olvidar que no sólo la capital de Huelva tiene interés cuando se habla en clave arqueológica, puesto que también hay otros muchos yacimientos de importancia, situados en el resto de la provincia, lugares que merece la pena conocer y valorar. Por este motivo, en Huelva Buenas Noticias hemos querido hacer un viaje por la geografía provincial a través de esos otros enclaves arqueológicos de referencia.
Eso sí, somos conscientes del hecho de que tratar de analizar todos los yacimientos arqueológicos existentes en la provincia de Huelva es una tarea ardua y bastante más amplia de lo que se pueda exponer en un artículo. Tan sólo hay que tener en cuenta que en la base de datos de las Zonas Arqueológicas de Andalucía se recogen más de 800 yacimientos onubenses, una cifra bastante considerable. Por este motivo, hemos optado por seguir la clasificación realizada por el Catálogo General del Patrimonio Andaluz, junto a otras investigaciones científicas, a la hora de viajar por los principales enclaves arqueológicos de la provincia de Huelva.
Además, debemos advertir que en este recorrido no incluimos los valiosos espacios dolménicos de la provincia, por tratarse de un aspecto tan rico que merece un artículo completo e independiente, como ya realizó Paula Crespo anteriormente. Con todo, los yacimientos de referencia que recogemos son:
Papa Uvas (Finca Santa Catalina, Aljaraque). Esta zona arqueológica se encuentra a diez metros al oeste de Huelva, a unos 300 metros al oeste la localidad de Aljaraque y en un entorno cercano al estuario del río Odiel. Las investigaciones de este espacio se remontan al año 1976. Es Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2004.
Las estructuras excavadas corresponden a un asentamiento tipo poblado de gran extensión superficial, lo que demuestra la complejidad de un urbanismo superpuesto, destacando los fondos de cabaña y las fosas o zanjas, muy comunes del Calcolítico. También es muy abundante el material cerámico y el utillaje de piedra, así como los restos de moluscos y de mamíferos domésticos. En cuanto a su cronología, este espacio abarca desde un Neolítico final hasta momentos del Calcolítico Pleno, volviéndose a ocupar en el Bronce Final. Este rango temporal ha convertido al asentamiento de Papa Uvas en el punto de referencia clásico para el estudio de la transición neolítico-calcolítico en el contexto regional.
Cabezo Juré (Alosno). Ubicado en una finca de titularidad privada en Alosno, muy cerca de las actuales minas de Tharsis, se encuentra este yacimiento arqueológico que data del 2500 a.C., siendo el principal vestigio del desarrollo de la minería y metalurgia del cobre más antigua de la provincia de Huelva. Tal y como exponía en un artículo anterior Isabel Limón, el grupo Midas III Milenio Antes de Nuestra Era (ANE) de la Universidad de Huelva, que investiga el yacimiento, certificó que hace 5.000 años en el Cabezo Juré de Alosno se llevaron a cabo las primeras actividades de producción de cobre en la Península Ibérica. Según el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Huelva, Francisco Nocete, la comunidad estaba especializada en la producción metalúrgica del Cu o cobre.
Los minerales se obtenían de la mina de Tharsis y, para el tratamiento del mineral, se elaboraron, en aquellos años, unas estructuras circulares, semejantes a unos hornos, localizados en la parte alta. Una civilización que habitó durante unos 200 años en el Cabezo Juré, lo que demuestra la importancia del sector minero en la provincia y la presencia sociedades que la explotaban con métodos que se implantaron en civilizaciones posteriores.
Conjunto arqueológico de El Castañuelo (Aracena). Compuesto por varias necrópolis de mediados del Segundo Milenio a. C. y un poblado de la Segunda Edad del Hierro, que ha servido de argumentación arqueológica para la denominada Baeturia Céltica, citada por los autores grecolatinos. Como complemento a estos espacios, se encuentra la zona conocida como el Santuario, donde la secuencia arqueológica es mucho más amplia.
En el poblado, aún formando parte del pavimento de las casas prerromanas, aparecieron gran cantidad de cerámicas a mano, similares a las halladas en las cistas, lo que evidencia la existencia del poblado de la Edad del Bronce. Las intervenciones arqueológicas han permitido también el registro de abundante material mueble procedente de la zona de hábitat de las dos grandes fases, como vasos cerámicos hechos a mano o a torno. Por su parte, la necrópolis pertenece al asentamiento de la Edad del Bronce. Fue inscrito como BIC en 2008.
La ciudad hispanorromana de Turobriga (Aroche), situada a orillas del río Chanza. Tal y como recoge el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), la existencia de este yacimiento puede enmarcarse dentro de la romanización de la zona de Aroche, siendo citada en la Naturalis Historia de C. Plinio como oppidum de la Baeturia Celtica, en el Conventus Hispalensis. Entre los elementos más significativos del yacimiento se encuentran el forum de la ciudad y las termas, un edificio construido en la parte más alta de la ciudad. Todo ello sin olvidar un gran edificio cuadrangular descubierto, que ha sido identificado como un Campus Martius, edificios consagrados a Marte. Está inscrito como BIC desde 2008.
Este yacimiento data del siglo I d.C., teniendo su declive en el siglo III d.C. Tras el fin del periodo romano, el lugar no volverá a ser ocupado hasta época medieval, con la construcción de la ermita de San Mamés, que además de lugar de culto funcionaría como área funeraria.
Su descubrimiento científico data de los años 70, a través de los trabajos de José María Luzón Nogué. Las intervenciones arqueológicas se realizaron a partir de 1996. La última actuación se ha realizado entre noviembre de 2014 y enero de 2015, financiada por la Consejería de Cultura y centrada en la Casa Norte. Para difundir el enclave, además, se ha organizado el Festival de Diana, cuya tercera edición se celebrará durante el verano de este año 2016.
Tejada La Vieja (Escacena del Campo). Perteneciente al periodo tartésico-turdetano (ss. VIII- IV a C.), está inscrito con la categoría de Zona Arqueológica en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural desde 2007. La primera intervención en este yacimiento tuvo lugar en 1975, a cargo del profesor Antonio Blanco. Su gestión y las excavaciones desde 1983 las realizó la Diputación Provincial de Huelva, aunque, hoy en día, ha sido cedido a la Universidad de Huelva. Hace unos días, esta zona ha sido noticia por haber sido localizado en él un betilo.
Se trata de un asentamiento amurallado ubicado en un cerro, con una posición estratégica entre la campiña onubense y la sierra. Esta localización respondería a la producción y distribución del mineral, ya que se controlaba el camino entre las minas de Riotinto y Aznalcóllar. La ocupación del sitio tiene lugar entre finales del siglo IX y principios del VIII a.C., relacionada directamente con los contactos que tiene la población autóctona con los fenicios, encontrándose ya amurallado desde los primeros momentos, y con una fase final de ocupación en el siglo IV a.C. Su potencial económico se basaba en la actividad minero-metalúrgica, así como ser centro redistribuidor de los recursos.
Tejada La Nueva (Escacena). Su cronología abarca desde el período púnico (siglo IV a.C.) hasta la época medieval, según se observa en las diferentes fases constructivas de su muralla. Se identifica con la ciudad romana de Ituci. Surge después del abandono de Tejada la Vieja por la decadencia del comercio mineral, cuando la población se traslada hacia un lugar con mejores condiciones. Posteriormente, Tejada la Nueva también fue abandonada, quedando en la actualidad las ruinas de un recinto amurallado almohade. En los alrededores se han descubierto numerosos vestigios arqueológicos, entre los que destaca un sarcófago de plomo y restos de una vivienda romana con mosaicos, conservados en el Museo de Huelva. Asimismo, destaca de este enclave el repertorio numismático con leyenda púnica y romana. En mayo serán objeto de una exposición en el centro museístico onubense.
Zona Arqueológica de Santa Eulalia (Almonaster la Real). Situada a cuatro kilómetros de la aldea de El Patrás, en el término municipal de Almonaster, este yacimiento está constituido por una área de la época romana, que se extiende desde la ermita hasta la rivera de Santa Eulalia y el barranco de Zacolín, sin olvidar los restos de una necrópolis, que debe situarse en los alrededores de la torre funeraria, que sirve de ábside a la ermita. Este sepulcro turriforme está levantado con sillares de granito.
En 1992, se llevaron a cabo prospecciones superficiales en la zona arqueológica, que han proporcionado la información suficiente como para identificar dos áreas de habitación pertenecientes a la época romana, y probablemente vinculadas a la minería, una al sur de la ermita y otra al norte, esta última con evidentes muestras de actividad metalúrgica. Fue declarado BIC en el año 2003.
Zona Arqueológica de El Eucaliptal (Flecha de Punta Umbría). Un yacimiento que consta de una factoría de salazones, cuya actividad se inicia en el siglo II d. C., perdurando con claridad hasta el siglo IV, coincidiendo con el período de apogeo de estas producciones en época romana, y un área de necrópolis que se origina en la misma fecha, pero con una continuidad mayor, hasta el siglo V d. C. De esta factoría se han detectado numerosas piletas de salazones, un horno, un vertedero de ánforas y un importante depósito de moluscos de púrpura. La necrópolis se ubica esencialmente en la zona central del yacimiento, y se extiende hacia el norte siguiendo el camino de prolongación de la Avenida de la Marina, apareciendo enterramientos a ambos lados del mismo. Las primeras actuaciones sobre el yacimiento se realizaron en los años setenta. Fue declarado BIC en 2004.
Puerto Histórico de Palos de la Frontera. No por ser uno de los últimos en ponerse en valor es menos importante. Las excavaciones arqueológicas en Palos, las cuáles ponen de manifiesto que las carabelas partieron del Puerto Histórico de esta municipio, están siendo realizadas por el grupo de investigación ‘Urbanitas: Arqueología y Patrimonio‘, liderado por Juan Campos. Entre sus últimos hallazgos se encuentran la aparición de los restos de la alota y el alfar, que son la evidencia física de la existencia del Puerto Histórico desde donde salieron las naves descubridoras y donde se fraguó la gesta colombina. Unos restos de gran importancia histórica, incluso en clave internacional.
Del mismo modo, otras zonas arqueológicas de interés en la provincia de Huelva son La Ladrillera (Aroche), un yacimiento hispanomusulmán inscrito como BIC en 1997 situado al norte de Aroche, cuyos restos más antiguos datan del siglo IX y que finalizaría alrededor de la primera mitad del siglo XI d.C., con un fuerte sustrato hispanorromano con dedicaciones metalúrgicas; y el yacimiento de San Bartolomé en Almonte, que fue ocupado en dos momentos diferentes, en el Calcolítico, a mediados del III milenio a. C. y en el período tartésico, desde el siglo IX hasta comienzos del s. VI a. C., quedando la zona deshabitada entre ellos.
Y así podríamos continuar con el yacimiento de La Viña (Isla Cristina), una necrópolis, que se puede fechar desde finales del siglo II d.C. al inicio del siglo V d.C; o la necrópolis de distintas tumbas del yacimiento de la Hoya de los Rastros de Ayamonte, uno de los enclaves más importantes para entender el periodo fenicio a principios del I Milenio a. C., como recogía en otro artículo Ana Rodríguez. Etcétera, etcétera. Porque los restos anteriores son sólo un ejemplo de otros muchos existentes en la provincia de Huelva.
En definitiva, no cabe duda la riqueza arqueológica e histórica de la provincia de Huelva. Y analizando todos estos yacimientos se ha podido concretar que la mayoría son asentamientos y lugares funerarios, sin olvidar aquellos emplazamientos que daban cuenta de alguna actividad económica, como sucedió con la minería. En cuanto al periodo cultural de carácter genérico al que parecen adscribirse los yacimientos arqueológicos de la provincia de Huelva, la gran mayoría se asocia a los periodos romano y a la Prehistoria, siendo de menor cantidad -pero no por ello menos importantes- la etapa medieval y la protohistoria.
Con todo, es un patrimonio del que todavía queda mucho por descubrir. El hallazgo hace unas semanas de un menhir en un nuevo yacimiento situado cerca de Beas durante las obras de la N-435 así lo ponen de manifiesto. Serán los diferentes estudios los que nos permitirán ir recabando más datos y descubrimientos. Hallazgos que esperamos que sigan produciéndose y, posteriormente, protegiéndose. Como en la vida misma, sólo el tiempo nos dirá qué nos enseñará el futuro sobre nuestro pasado.
3 comentarios en «De Tejada a Papa Uvas, pasando por Turóbriga… Los yacimientos arqueológicos que convierten a la provincia en referente»
Esta es una forma de hacer Patrimonio. A ver si cunde el ejemplo de Huelva Buenas Noticias y se activa el placer de mirar alrededor.
Bravo por Mari Paz y el resto.
Me alegra leer artículos de este tipo, pero ¿y el dolmen de Soto, los dólmenes de El Pozuelo o Gabrieles?,y la ciudad de Niebla (Ilipla) o Ostur? …
Por otro lado, debemos de ir quitando el «apellido» de Turobriga a Arucci, es algo que no se cree ni la cabeza pensante que lo ideó, es absurdo.
En realidad faltan muchos en la provincia de huelva, ya que los Dolmenes de la Zarcita en Santa Bárbara de Casa, un importante yacimiento con Necrópolis y cuatro enterramientos donde encontraron la Navecita con simbolos de escritura, al igual que en el pulidor de Flechas en San Bartolome de la Torre.