Redacción. El concejal de turismo José Antonio Rodríguez, una representante del Ayuntamiento de San Juan y el director del proyecto, el catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Huelva, David González, fueron los encargados de poner broche final a este encuentro de alto nivel, que ha ayudado a conocer con una base científica la importante actividad naval y portuaria que existía en la costa onubense en la era del Descubrimiento.
El edil moguereño agradeció a la Asociación de Estudios Iberoamericanos y Colombinos Rábida, así como a la Universidad de Huelva, al Campus de Excelencia Internacional del Mar y al Ayuntamiento de San Juan del Puerto, ‘el que hayan hecho posible, junto al propio consistorio de Moguer, que hayamos contado en estos días con algunos de los más prestigiosos investigadores internacionales en la materia, que nos han ayudado a conocer y proyectar la decisiva aportación de nuestra comarca en la mayor aventura de la humanidad’.
Precisamente el monumento colombino por excelencia de la localidad, ligado estrechamente a los preparativos del viaje descubridor y al regreso de las carabelas, fue escenario de varias de las ponencias, y acogió también el acto de clausura de esta tercera edición del congreso. No podemos olvidar que en Santa Clara encontró Colón el decisivo apoyo de la abadesa Inés Enríquez y su mediación ante los Reyes Católicos, y que la primera noche que pasaron los descubridores a su regreso de América fue en esta iglesia conventual, dando gracias por el feliz desenlace de la aventura.
Rodríguez no quiso cerrar el acto sin tener un recuerdo especial para los hermanos Niño, que con el piloto mayor de la flotilla, Pedro Alonso Niño, al frente, fueron decisivos para superar las numerosas dificultades que se vivieron durante la travesía.
Con estas palabras se ponía broche final a una iniciativa que ha contado también con la participación como ponente del director del Archivo Histórico Municipal y Biblioteca Iberoamericana de Moguer, Diego Ropero-Regidor, que documentó una interesante ponencia en la que explicó el origen del puerto de la localidad, deteniéndose especialmente en la carabela Niña, propiedad de Juan Niño, botada pocos años antes del primer viaje colombino en unos astilleros que ya entonces contaban con una importante carga de trabajo.