De Arcos a Nuevas Galerías pasando por Simago… Los comercios que protagonizaron la Huelva que despertaba a la democracia

Simago, situado en la Plaza de las Monjas. / Imagen cedida por Diego Lopa.
La Huelva de los setenta y ochenta despertaba a la democracia.
La Huelva de los setenta y ochenta despertaba a la democracia.

Mari Paz Díaz. Los setenta y ochenta fueron los años de la entrada del sistema democrático en España, que no sólo supuso un enorme cambio en el plano político, sino también en la forma de vida de los españoles. La capital onubense se adentraba entonces en la modernidad, como lo demostraba la apertura de los primeros grandes almacenes, así como comercios que venían a dar cobertura a las nuevas inquietudes del consumidor, interesado entonces en cuestiones como los electrodomésticos o el cine, por citar algún ejemplo.

Se perfilaban nuevas necesidades para el onubense como consumidor.
Se perfilaban nuevas necesidades para el onubense como consumidor.

Después de que en un anterior artículo analizáramos cómo han cambiado los comercios de Huelva desde mediados del siglo XX hasta la actualidad, hemos decidido continuar indagando en aquellos establecimientos que marcaron a toda una generación de onubenses. Y lo hacemos avanzando cronológicamente, puesto que si en la anterior entrega nos centrábamos en las tiendas de los años cincuenta, sesenta y parte de los setenta, en esta ocasión nos acercamos un poco más a la época actual para realizar una mirada a la Huelva que despertaba a la democracia, en la segunda mitad de los años setenta y la década los ochenta, fundamentalmente.

Festival de Punta Canela
Fueron años de una profunda renovación. / Foto: IAPH.
Fueron años de una profunda renovación. / Foto: IAPH.

Una etapa de mucho interés en la historia reciente de la ciudad, porque fue entonces cuando se sentaban las bases de lo que es la capital onubense hoy. Nos referimos a los años de la transición y los comienzos de la democracia en sí, años caracterizados por la renovación en todos los ámbitos de la vida española, incluida cuando se hablaba de economía, como hemos apuntado.

Una etapa que podríamos afirmar que finalizó en los años noventa, con la instalación de Hipercor en Huelva.
Una etapa que podríamos afirmar que finalizó en los años noventa, con la instalación de Hipercor en Huelva. / Foto: www.skyscrapercity.com

Huelva llegaba a la transición con un sector industrial consolidado, lo que facilitó un tremendo crecimiento de la ciudad. Y, con ello, se produce una expansión del sector comercial onubense, con la aparición de nuevas tiendas. Es el momento en el que surgen los primeros almacenes en la provincia, del tipo de Arcos y Nuevas Galerías, como paradigmas más significativos. Establecimientos que situaban a la capital en la modernidad ante un nuevo perfil de consumidor más urbanita. La instalación de Hipercor llegaría después, al estrenarse la década de los noventa, un hecho que supuso otro punto de inflexión, un antes y un después en el ámbito del comercio en Huelva. Se trataba de un modelo novedoso que provocó la caída de algunas tiendas más tradicionales. Algo revolucionario en aquel momento para el onubense.


Fiestas Colombinas de Huelva

Recuerdos de Diego Lopa.
Recuerdos de Diego Lopa.

Para conocer con más detalle cuáles fueron los establecimientos que marcaron la Huelva de los setenta y ochenta contamos, de nuevo, con los recuerdos y la documentación de Diego Lopa, autor del libro ‘Las caras de Huelva’, una publicación que, como nos apunta su autor, cuenta con cinco ediciones y tres reediciones, donde se plasman muchas de estas vivencias, recogidas durante sus tres años en Uniradio y cinco años en Huelva Tv.

Arcos estaba enclavado en La Placeta. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Arcos estaba enclavado en La Placeta. / Imagen cedida por Diego Lopa.

Uno de los comercios más emblemáticos de aquella Huelva fue, sin duda, Arcos, un gran almacén que nacía al estilo de las grandes cadenas nacionales. Y lo hacía en pleno corazón comercial de Huelva, en La Placeta, en el solar que anteriormente había acogido al cine de verano Terraza Palacio. Sus impulsores fueron la Familia Arcos, que ya contaba entonces con varios comercios onubenses, desde Almacenes Arcos, Librería Arcos, Quinta Avenida, perfumerías, supermercados… La llegada de Arcos a Huelva fue una gran revolución para una ciudad que todavía tenía aires provincianos. Como curiosidad, decir que su cafetería situada en la entreplanta servía de observatorio mientras se tomaba el café o el aperitivo.

Bar Astoria, situado en La Placeta. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Bar Astoria, situado en La Placeta. / Imagen cedida por Diego Lopa.

Realmente, La Placeta era el corazón comercial de Huelva, como se observa en la fotografía de una escena en Navidad. Junto al abeto aparecen los paquetes que los motorizados o las empresas entregaban como aguinaldos a la Policía Local que regulaba el tráfico.  A veces, al fondo del Bar Astoria se veían pollos vivos, ya que este bar era lugar de reunión de tratantes. Especialmente por las mañanas contaba con un movimiento tremendo de personas que iban a cerrar tratos de compra venta de ganado o terrenos. En este bar, “mi querido tío Manolo Tomé tenía su oficina ambulante. Junto a Raya y Martín, una de las cadenas que más y mejor han prestigiado el comercio de confecciones en Huelva”, recuerda Diego Lopa.

Quinta Avenida. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Quinta Avenida. / Imagen cedida por Diego Lopa.

Ya Quinta Avenida, de la Cadena Arcos, supuso una gran novedad en la ciudad de Huelva cuando se hablaba de artículos de regalos. Situado en plena calle Concepción, estuvo abierto hasta hace unos años, ofreciendo una amplia gama de elementos de decoración.

Nuevas Galerías. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Nuevas Galerías. / Imagen cedida por Diego Lopa.

Con un estilo similar a Arcos estaba el también recordado Nuevas Galerías. Eran los grandes almacenes de Huelva, según rezaba en su publicidad. Esta tienda tenía la peculiaridad de que contaba con tres salidas a tres vías diferentes: Calle Concepción, Plaza de las Monjas y Méndez Núñez. Sus célebres rebajas de enero formaban gigantescas colas hasta el punto de que era necesario la presencia de la Policía Nacional.

Simago, situado en la Plaza de las Monjas. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Simago, situado en la Plaza de las Monjas. / Imagen cedida por Diego Lopa.

Otro de los grandes almacenes que abrieron en Huelva en estos años pertenecía a la cadena Simago, ubicados en la Plaza de las Monjas, donde hoy está Carrefour. En este edificio, anteriormente, se encontraba la conocida notaría de Sarasate -con su letrero de esmalte en la ventana- o la casa de la familia Baena. En los inicios, su bar de la planta baja era muy concurrido.

Huelva tomaba el aspecto de una ciudad más desarrollada comercialmente hablando. / Foto: IAPH.
Huelva tomaba el aspecto de una ciudad más desarrollada comercialmente hablando. / Foto: IAPH.

Con estas tres cadenas, se podía afirmar que Huelva comenzaba a tomar aspecto de ciudad más desarrollada comercialmente. Entraba en una etapa en la que empieza a perfilarse un consumidor diferente, acorde a las nuevas necesidades de la sociedad.

Bodega 'La Mancha', ahora Joyería Joaquín. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Bodega ‘La Mancha’, ahora Joyería Joaquín. / Imagen cedida por Diego Lopa.

Junto a los grandes almacenes, otro de los signos de modernidad de la sociedad en esta etapa fue la llegada del gas butano, que propició la apertura en la ciudad de comercios que unían a sus electrodomésticos la distribución del gas. Este comercio estaba en la esquina de la calle Rábida con la actual Pérez Carasa, donde hoy se encuentra la Joyería Joaquín. Y, anteriormente, estaba una bodega llamada ‘La Mancha’, que, según Diego Lopa, “recuerdo de mis años infantiles estaba abierta a la calle por grandes ventanales que bajaban hasta casi la altura”.

Carbonería de Almansa, en Plaza Niña. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Carbonería de Almansa, en Plaza Niña. / Imagen cedida por Diego Lopa.

Hablando de pequeños comercios pioneros, no podemos dejar de citar a la Carbonería de Almansa en la Plaza Niña, donde, en la época del inicio del petróleo como combustible en sustitución del carbón en las cocinas, dada la escasez del elemento, se formaban grandes colas. Observar la fila de envases a la puerta guardando cola. El edificio del fondo es la actual redacción de Huelva Buenas Noticias. Y por entonces estaba junto a la Taberna de Benjamín, un hito en la historia menuda de la plaza.

Electrodomésticos Tayllefert, en calle Marina. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Electrodomésticos Tayllefert, en calle Marina. / Imagen cedida por Diego Lopa.

Lo mismo sucedía con el uso generalizado de electrodomésticos. En este ámbito encontrábamos en la actual calle Marina -entonces General Franco- los electrodomésticos Tayllefert, de los primeros en ofrecer una gran gama de aparatos de última tecnología. Radios, televisores, tocadiscos… Había de todo. “Siempre recuerdo un anuncio de una marca de televisores de la que eran distribuidores, decía así: “se escribe pye, se lee pay y se ve maravillosamente…”, comenta Lopa.

Tejidos Llanes. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Tejidos Llanes. / Imagen cedida por Diego Lopa.

Por esta zona de Huelva estaba la tienda de la Familia Llanes, que siempre ha sido una de las más cercanas al comercio de tejidos en Huelva. Sus establecimientos en la zona del antiguo Mercado del Carmen han contribuido al desarrollo de este sector en la capital. En la imagen mostramos la tienda que estaba en la esquina de Duque de la Victoria con Bocas, que fue pasto de un  incendio hace unos años, quedando solo su solar. Su último propietario sacó la venta a la calle y montaba unos inmensos mostradores llenos de saldos, un personaje peculiar.

Quiosco de Jarita. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Quiosco de Jarita. / Imagen cedida por Diego Lopa.

En este área encontramos, precisamente, dos lugares más que emblemáticos para los onubenses de la época. De un lado, en los Jardines del Muelle se encontraba el Kiosco de Jarita, acompañado de los recuerdos imborrables de palomas, ruletas de barquillo, conciertos de música, muchachas de  servicio uniformadas y merienda de niños. Era el parque natural del centro. Las mesas  que rodeaban el quiosco servían de lugar de encuentro para los visitantes, mientras se paladeaba el olor a sal o se vigilaban a los niños cerca de la fuente. Jarita, su propietario, pertenecía a una familia de una saga onubense tan flamenca como los Jara, con Carmen Jara o Francisco López Jara, maestro y divulgador de la filosofía del flamenco en sus escritos. Hoy día se mantiene el quiosco, integrado en el nuevo paisaje de los Jardines del Muelle.

El mítico Stella Maris. / Imagen cedida por Diego Lopa.
El mítico Stella Maris. / Imagen cedida por Diego Lopa.

Muy cerca estaba el Stella Maris, una edificación situada en la esquina de Duque de la Victoria con la Avenida de Italia. Se construyó como residencia de los marineros que iban de paso por el Puerto de Huelva. Fue inaugurado en 1962 por el obispo Cantero Cuadrado, siendo el sacerdote Ignacio Palacios el primer director de una obra dedicada al Apostolado del Mar. El más tarde célebre Cura Ignacio fue un adalid, en los tiempos de la transición, realizando actividades sociales que bordeando las estrictas leyes de los inicios de los años setenta, una figura con la que Lopa mantuvo una cercana relación, de la que guarda un profundo afecto y respeto.

Cine Teatro Mora. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Cine Teatro Mora. / Imagen cedida por Diego Lopa.

Otro edificio recordado de estos tiempos fue el Teatro Mora en la calle Gravina a la Avenida Italia, que aunque desde fuera pareciera un bloque de pisos, realmente las tres plantas estaban dedicadas a la sala del teatro, la entrada a butacas por la calle Gravina y a principal y gallinero, con sus bancos de madera, por el callejón contiguo, donde estaba la Academia José Antonio. En este cine se proyectó por vez primera en Huelva en 3D de forma muy rudimentaria. A la entrada te daban unas gafas con plásticos de colores y, con ellas, parecía que se veían las películas en tres dimensiones, como ocurrió con ‘Los crímenes del museo de cera’ y ‘Ford Thy’. Anteriormente, en este cine se estrenó en Huelva ‘El último cuplé’. Lo hizo con tanto éxito que se formaban largas colas para verla. Y, en los años 20 y 30, se celebraban los bailes de carnaval en su patio de butacas.

Terraza Palacio de La Placeta. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Terraza Palacio de La Placeta. / Imagen cedida por Diego Lopa.

Sin embargo, si hablamos de salas cinematográficas, la de mayor categoría en Huelva fue la Terraza Palacio, situada en La Placeta, justo donde luego se levantó precisamente el centro comercial Arcos, junto a la cafetería Telefónica y la propia oficina de teléfonos. En las mañanas de los domingos se celebraban combates de boxeo y algunas representaciones de teatro infantil.

Celebración de la décima edición del Festival de Cine Iberoamericano. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Celebración de la décima edición del Festival de Cine Iberoamericano. / Imagen cedida por Diego Lopa.

A nivel cultural, no hay que olvidar que uno de los mayores signos de modernidad de la Huelva pre democrática fue el Festival de Cine Iberoamericano. La ciudad se revolucionaba en esa primera semana de diciembre con el Festival. El centro de la capital se vestía de gala con las proyecciones y se vivían días de fiesta, paseos y actos culturales. Fue un aldabonazo en la adormilada Huelva de mediados de los 70. Diego apunta que en “el cine Emperador, inaugurado en diciembre de 1964, asistí a la función inaugural con la película ‘Un beso para Birdie’ con una espectacular Ann-Margret. Un recuerdo para su gerente durante muchos años, mi querido amigo Santiago Cotán Pinto”.

Cafetería 'Las Columnas', en Isla Chica.
Cafetería ‘Las Columnas’, en Isla Chica. / Imagen cedida por Diego Lopa.

Eran años en los que los onubenses solían pasar sus momentos de ocio en lugares como la Cafetería Antón, propiedad de la familia Márquez, que también inauguró en Isla Chica, entre las calles Isla Cristina y Antonio Delgado la cafetería ‘Las Columnas’, poniendo una nota de modernidad en un barrio que comenzaba a dar señales de vida en los años sesenta. Los domingos de partido del Recre, antes y después, se ponía atestada. Tenía una magnífica terraza en la primera planta.

Cafetería 'La Española', ya cerrada. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Cafetería ‘La Española’, ya cerrada. / Imagen cedida por Diego Lopa.

Los jóvenes de los sesenta y setenta recordarán también la cafetería ‘La Española’, inaugurada en los 60 en la calle Concepción al más puro estilo cinematográfico y donde era habitual pedir un vermut. Ya cerrada y decadente en la foto, en sus mesas vio Lopa un día de octubre de 1967 a Maurice Ronet y Jean Sebert, que rodaban una película en la provincia. Jean, la actriz de ‘Buenos días tristeza’ y ‘Juana de Arco’, le dedicó un autógrafo en una servilleta.

Bar 'La Palma'. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Bar ‘La Palma’. / Imagen cedida por Diego Lopa.

Y ¿quién no tomó café antes de salir de viaje en tren en el bar La Palma? Situado en la esquina de Miguel Redondo con la Avenida de Italia, propiedad de José María Casado, era toda una referencia viajera en la pequeña Huelva. Los trenes salían muy temprano. En horas de la tarde, los parroquianos se sentaban en las escasas mesas para ver el, todavía escaso, tráfico de entrada a Huelva. Su esquina se utilizaba como reclamo publicitario de las carteleras de cine. Una manera de saber que ponían en cada sala.

Bar 'Santa Fe', 'El Boni'. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Bar ‘Santa Fe’, ‘El Boni’. / Imagen cedida por Diego Lopa.

El bar Santa Fe en el paseo del mismo nombre -popularmente conocido como Bar del Boni, padre del pintor Juan Manuel Seisdedos- fue en los años 60/70 refugio de gente joven con inquietudes, sobre todo literarias, en un tiempo de censuras. Quizás las primeras tertulias literarias de Huelva se montaron en este establecimiento. El propio Juan Manuel tenía pintados algunos frescos en sus paredes.

Tertulia del Bar Casa Carmelo. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Tertulia del Bar Casa Carmelo. / Imagen cedida por Diego Lopa.

Muy cerca estaba en la calle del Medio Almú, actual Amado de Lázaro, una taberna muy popular, Casa Carmelo –padre de Diego Lopa-, más conocida como ‘El Casino Militar’, por una reunión de gente de la pluma y de arte en general, que reunía  periódicamente entre otros a Diego José Figueroa Poyato, Domingo Manfredi Cano, Manuel Goyanes y Oliva, un artista de la talla religiosa y rapsoda inconmensurable. Entre sus paredes se escribió el guion de la película ‘Alba de América’. Son dignas de recordar las noches de Jueves Santo, cuando los saeteros -El Muela, Paco Toronjo, Cañita…- acudían a su puerta a cantar a las imágenes de Los Judíos (La Merced).

Bar Colón, en la Punta del Sebo. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Bar Colón, en la Punta del Sebo. / Imagen cedida por Diego Lopa.

Otra estampa inolvidable nos muestra al Bar Colón, en la Punta del Sebo, propiedad de la familia conocida como Viruta, que también tenía otro negocio de hostelería en la calle San José. Este era el único restaurante existente en esta playa de la Huelva de los años 50 y 60. Eso sí, en este tiempo, la mayoría de las familias se llevaban la comida y consumían la bebida en las mesas delanteras que daban a los eucaliptus, la carretera hacía el Muelle de las Canoas a La Rábida y, finalmente, la playa con los sombrajos de la empresa Damas.

Bar 'El Tupi'. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Bar ‘El Tupi’. / Imagen cedida por Diego Lopa.

Tampoco se puede olvidar el Bar El Tupi, en la actual calle Berdigón –antes 18 de julio, esquina con Alfonso XII. Fue el primer bar de la zona en poner una televisión para los clientes. Los escasos partidos de fútbol, corridas de toros o combates de boxeo conllevaban tomar una consumición mientras veías la tele. Los sábados siempre se llenaba para ver un famoso programa llamado ‘Gran Parada’.

Las Señas, edificio del Buenavista. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Las Señas, edificio del Buenavista. / Imagen cedida por Diego Lopa.

En la esquina de General Primo de Rivera, hoy Pérez Carasa, con Miguel Redondo, estaba el ‘Buenavista’, de la familia Pavón, un edifico que continúa en pie hoy día. Eran  famosas sus ensaladillas. Los domingos, Pavón escribía con tiza en una enorme pizarra los resultados de la jornada de fútbol y la quiniela, un momento que era expectante para la chiquillería que se asomaba a las ventanas mientras ponía los goles de un equipo hasta que terminaba el siguiente. Las noches de Miércoles Santo era un espectáculo el paso de la Virgen de la Esperanza hacia la Iglesia de San Francisco.

Restaurante 'El Peñón'. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Restaurante ‘El Peñón’. / Imagen cedida por Diego Lopa.

En este repaso no se puede olvidar el entorno del antiguo Mercado del Carmen, ya que estaba rodeado de múltiples restaurantes. Uno de ellos era ‘El Peñón’, lugar de citas comerciales, negocios y comidas de amigos. Tuvo un gran éxito en los años 70. Junto a él estaban ‘Los Gordos’, otro local más que popular.

El muy recordado 'Casa Calvo'. / Imagen cedida por Diego Lopa.
El muy recordado ‘Casa Calvo’. / Imagen cedida por Diego Lopa.

Muy cerca del anterior estaba ‘Casa Calvo’, un clásico de la hostelería local, de una familia muy querida en Huelva. La imagen que mostramos coincide con uno de los días de inundaciones en la zona del mercado. Curiosamente, la persona que conduce el vehículo era el posteriormente desaparecido, en accidente de tráfico, presidente del Recreativo de Huelva, José Luis Díaz González. El Mercado del Carmen era la zona de los restaurantes de la ciudad.

Años en los que se bebía Godovi. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Años en los que se bebía Godovi. / Imagen cedida por Diego Lopa.

En muchos de estos establecimientos se podía beber un refresco más que popular y netamente de Huelva. Se fabricaba en San Juan del Puerto. Su nombre era Godovi, una bebida deliciosa que no pudo resistir el empuje de otras marcas como Mirinda, Fanta y demás multinacionales. Pero estaba riquísimo.

Mantequerías Rubio. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Mantequerías Rubio. / Imagen cedida por Diego Lopa.

Y, para finalizar este recorrido, nos quedamos con un buen sabor de boca. El que dejaba en los onubenses ‘Mantequerías Rubio’, también conocidas como ‘Mantequerías Leonesas’, situadas en la calle Concepción. Era uno de los comercios de ultramarinos de más prestigio de Huelva. Esta tienda tenía salida a la Plaza de las Monjas, donde a finales de los años sesenta se instaló una popular discoteca llamada ‘Gedeón’, que, junto a ‘Bus Stop’ y ‘Corzo’, fueron las primeras que se abrieron en la Huelva de entonces.

Pastelería 'El Buen Gusto'. / Imagen cedida por Diego Lopa.
Pastelería ‘El Buen Gusto’. / Imagen cedida por Diego Lopa.

Por último, en la propia calle Concepción, frente a la iglesia, estaba la confitería de Manuela Miguel, ‘El Buen Gusto’. La fotografía que insertamos data del año 1954, mostrando el paso por su puerta del Cautivo, donde se puede observar la presencia militar en la presidencia de la cofradía, así como las sillas de la carrera oficial. ‘El Buen Gusto’, una pastelería de un gran prestigio junto a ‘La Victoria’ y ‘La Popular’.

Todos tenemos nuestros propios recuerdos. / Foto: IAPH.
Todos tenemos nuestros propios recuerdos. / Foto: IAPH.

Recuerdos que muestran una Huelva de otro tiempo, aunque seguro que cada onubense tendrá los suyos propios. ¿Cuáles son los tuyos? ¿Realmente hemos cambiado tanto?


Puerto de Huelva

19 comentarios en «De Arcos a Nuevas Galerías pasando por Simago… Los comercios que protagonizaron la Huelva que despertaba a la democracia»

  1. El artículo, con sus fotos, me ha hecho viajar en el tiempo y me ha gustado mucho, pero he echado en falta alguna alusión al Bar Las Delicias, en la Isla Chica, que incluso sin existir desde hace ya muchos años, le sigue dando nombre a esa parte de la ciudad dónde estuvo ubicado.

  2. Magnífico artículo. Fotografía del Bar Santa Fe propiedad de la familia Muñoz Gómez, cedida por Diego Lopa sin consultar a sus legítimos propietarios.

  3. Buen articulo, pero echo en falta el comentario sobre el Colegio Menor, residencia para estudiantes internos. Fue uno de los primeros en fundarse en España.

  4. Buen articulo, lástima que el Sr. Lopa haga ver a los lectores que las fotos son suyas, tal y como dice Rafael Muñoz Gómez, algunas fotos las «cede» sin la correspondiente autorización de los propietarios, tal es el caso tambien de la foto de La Placeta, la cual me fue entregada en papel por su dueño.

  5. Fantástica idea la de recordar estos antiguos y entrañables establecimientos, muy buen artículo. Lo que no es de recibo es que se ningunee ciertas fuentes. Hay unas normas, aunque sean solo éticas, que deben respetarse. Todo no vale en lo que concierne a fuentes gráficas como las fotografías, al menos que se conozca la procedencia real de las mismas.

  6. En el artículo se habla de «imagen cedida» no se habla de propiedad de la imagen, ni de archivos, hoy día con la difusión de esas imágenes por internet, si no aparece el autor, se guarda en tus archivos sin conocer la titularidad y dificilmente se puede saber quién apretó el botón o quién es su legítimo propietario. Pienso que quién las cuelga en internet, sin indicar titularidad, sabe que pasa a compartir su uso publicamente. Hoy con las nuevas tecnologías es complicado matizar ese extremo, la palabra archivo creo, o así lo entiendo yo, que significa que tienes clasificadas y guardadas imágenes que has conseguido de las mil difusiones, por compras en mercadillos, archivos y aportaciones de amig@s y que te preocupas por conservar documentos gráficos para tenerlos a disposición de los onubenses. Esa y no otra es mi meta con las miles de fotos que poseo, siempre a disposición de quienes me solicitan imágenes. En mis programas en Huelva Tv creo que hasta me paso dando indicaciones de propiedades y procedencias de las fotos que se exhiben.
    Me extrañan estos comentarios hacia mi persona cuando diariamente se reproducen fotos en diversos medios de difusión sin tantas notas aclaratorias.
    Doy por finalizadas las aclaraciones.

  7. Magnífico articulo recordando la vieja Huelva. En cuanto a las fotografías, no estoy de acuerdo con Diego Lopa, puesto que en internet están para su difusión, cierto, con un rigor, puesto que en la mayoría de las veces está señalada a fuente. otra cosa es la que me han comentado, puesto que la mayoría de las fotos estas se han puesto en un grupo de facebook en el cual estaba Diego Lopa, por lo que no es de extrañar que sean procedencia de ese grupo y ahí habrán puesto las fuentes de las mismas. Es fácil coger las fotos de «internet» en ese grupo y hacerlas suyas en sus archivos y luego «cederlas», como utilizarlas con bien dice en su programa de televisión….nombrará ahí las fuentes aunque sean de internet?

  8. Caballero es loable por su parte el que quiera preservar sus recuerdos y los de una época pasada de esta nuestra ciudad. Y tiene razón en que «Internet» desvirtua la información, pero ante esto existen dos posibilidades, bajo mi parecer,para hacer uso de fotografías procedentes de Internet para ser utilizadas en una Publicación.
    1. Buscar el verdadero origen y fuente de la fotografía
    2. Y ante la imposibilidad de ello y teniendo las dudas correspondientes, en mi opinión, debería describir la vía por la que ha llegado al documento gráfico. Ejemplo: Vía Facebook, Grupo Huelva Ayer y Hoy, publicada por fulanito de tal en fecha tal.
    Hombre y en caso de que ya se conozca la fuente de las fotografías, como así parece que ocurre con algunas del artículo, no estaría de más que se procediera a corregirlas.
    En cualquier caso,el término «imagen cedida» puede dar lugar a estas controversias, porque realmente existe otra forma de evitarlo en caso de fotografías procedentes de «Internet». Espero haber realizado una aportación constructiva.Es mi humilde opinión.

  9. Magnífico el próximo de la Palmera el edificio de tantas puerta y el kiosco de chucherías con el cine de verano

  10. Sería injusto no dejar aquí mi comentario.

    Conocí a Diego Lopa precisamente a través de una red social cuando un día que publiqué, en un grupo fotográfico, unas fotos mías sobre la rehabilitación del barrio de San Sebastián, me envió un mensaje preguntándome si era el autor de las fotos y pidiéndome permiso para utilizarlas en su programa de televisión, a lo cual accedí encantado porque si una foto tiene interés, y para Diego lo tenía, me parece absurdo guardarlas en un cajón y no difundirlas.

    Solo decir que cuando vi el programa me produjo hasta un poco de rubor la cantidad de veces que Diego me nombró como autor de la fotos y la cantidad de elogios (para mí inmerecidos) que hacía de mí y de las fotografías.

    Desde entonces ha usado muchas fotos mías en sus publicaciones y siempre, me ha pedido permiso (aun habiéndole indicado repetidas veces que no es necesario) y siempre ha señalado la autoría de las mismas.

    Por todo ello, yo solo puedo agradecer a Diego el tratamiento exquisito que ha dado a esas fotos que, evidentemente, están en sus archivos. Y eso, también se lo agradezco.

  11. Buenos días Diego, envidio tu colección. Me encantaría que publicases fotos de los cines de Huelva e incluso Punta Umbria, todas las que tuvieses o nos escribiéramos por email para tratar de este tema si no fuese de interés general. Muchas gracias y enhorabuena por tus artículos y libros

  12. Es increible lo que lee uno en estos comentarios….señores…..la auoría del artículo es de Mari Paz Díaz, la cual ha utilizado algunas fotografías que le ha «cedido» Diego Lopa, pero insisto la autora es MARI PAZ DÍAZ.

  13. En huelva, lo normal es que si existe una buena iniciativa y un buen trabajo, cuatro amargados vengan por detrás a quejarse de majaderías que no tienen NINGUNA importancia. Eso sí que es choquero!

  14. Esta serie de comentarios no favorecen a nadie. Lo único que les puedo decir a aquellos que están en contra del señor Lopa, es que, seguramente, no lo conozcan en persona. Si así fuera, estoy seguro de que no hablarían así de él. Es todo un caballero y no hace nada con las imágenes “cedidas” que puedan dañar la autoría de la semana mismas.

  15. El trabajo del Sr.Lopa,( que por cierto no tengo el gusto de conocerlo personalmente)., es incuestionable por su éxito y dedicación y entrega por nuestras cosas choqueras,enhorabuena.¡¡.E

    1. Mejor las fotos en un cajón guardadas y que nadie las vea ,por que no se quejan de otras cosas y no de esas tonterías muchas cosas de huelva se han destruido y nadie se quejo y ahora por unas fotos critican a una persona que enseña como era huelva antes

  16. Cuanto tonto sacando al tema de las fotos, es un articulo constumbrista y simpático, que al parece genera envidias a aquellos faltos de talento y sobrados de envidias.

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