ILG. Huelva, Sevilla e Isla Cristina llevan su nombre dentro del callejero, pero son muchos los que desconocen la vida y la importancia de la figura de Roque Barcia en la vida política de finales del siglo XIX.
Son muchas las teorías que señalan el origen del político en Sevilla, pero otras lo sitúan en el municipio onubense de Isla Cristina donde pasó su infancia junto a sus padres y hermanos. Según asegura el historiador isleño, Vicente López, en su libro ‘Isla Cristina por los caminos de la historia’, Barcia nació de forma circunstancial en Sevilla, pero vivió hasta los 24 años en la localidad isleña.
Roque Barcia nació el día 4 de octubre de 1821 en Sevilla y fue bautizado diez días después en la parroquia de San Bartolomé y San Esteban, de Sevilla, según aparece en su partida de bautismo. Hijo de Roque Barcia, escribano público de Isla Cristina y de origen gallego, y Teresa Martí, natural de Isla Cristina, filólogo isleño dedicó su vida a la política y las letras consagrándose como una de las figuras más relevantes de la historia de España con publicaciones de gran importancia.
Uno de los principales debates gira en torno a su procedencia. Tal y como el historiador isleño ha contado a Huelva Buenas Noticias, según los padrones que se conservan en el Archivo Municipal del Ayuntamiento de Isla Cristina, Roque Barcia junto a todos sus hermanos y sus padres vivieron en La Higuerita durante toda su infancia. Hasta 1841, cuando la familia Barcia Martí se traslada hasta La Redondela, una vez el padre de familia había fallecido. Allí Roque Barcia vivió hasta 1843 cuando se muda a Madrid y comienza su incursión en el mundo de la política y la literatura. Sus hermanos se quedaron en Isla Cristina junto a su madre, algunos emigraron por temas de negocios fuera de España. Según cuenta Vicente López, aún queda en el municipio algunos descendientes de la familia Barcia Martí y el apellido se conservó hasta la década de los 50 del siglo pasado.
Fue autodidacta. Roque Barcia tuvo acceso a la educación y recibió enseñanza de importantes profesores de Isla Cristina y Ayamonte, como es el caso del párroco de José Mirabent que le instruyó, según sus escritos, en lógica, física, metafísica ética y geografía universal. “Pero no terminó ninguna carrera, le gustaba escribir y siempre se dedicó a ello. Se le daba muy bien y por eso sus escritos han sido tan importantes, se gastó toda su fortuna en escribir”, dice el historiador isleño.
“Un hombre nómada”, dice Vicente López. Según ha contado a este periódico, viajó algunos años por el extranjero Montpellier, Liorna, Roma y Ferrara para documentarse y escribir posteriormente ‘El progreso y el cristianismo’, una obra en la que trabajó durante más de 10 años y que le provocó tener que emigrar a París.
Roque Barcia también vivió en Cádiz durante dos años, desde donde escribió numerosas publicaciones políticas y religiosas y trabajó como redactor del periódico ‘La Democracia’. Desde Cádiz volvió a LaRedondela, tras los
acontecimientos vividos durante el golpe de estado de 1866 y es la última de las pocas veces que se recuerda que Roque Barcia pasase tiempo en su tierra natal. . Tras varios altercados, se exilió en Portugal donde participó de forma activa en los preparativos de la Gloriosa, según cuenta el historiador isleño.
Con 22 años, se traslada a Madrid y comienza de lleno su carrera política posicionándose al lado de los revolucionarios de izquierdas y, a pesar de ser creyente, sus escritos fueron censurados en numerosas ocasiones por sus críticas a la iglesia, algo que deja claro de sus obras relacionadas con la religión ‘Cuestión Pontificia’ (1855), ‘Catón Político’ (1855), ‘Protestas neo-católicas’ (1865) y ‘El Evangelio del Pueblo’ (1868). Roque Barcia fue muy prolífico. Su carácter revolucionario marcaron todas sus obras que en gran medida fueron prohibidas y muchos de los ejemplares de sus obras fueron quemados. “Era un gran propagandista y anticlerical. Le excomulgaron en muchas ocasiones por ir en contra de la iglesia”, dice
López.
En relación a su agitada vida política, el isleño fue elegido diputado por la circunscripción de Badajoz, en las elecciones del 15 de enero de 1869; por la circunscripción de Alicante, en las del 8 de marzo de 1871, y por la circunscripción de Castellón, en las del
10 de mayo de 1873. En 1870 es detenido por ser cómplice en el asesinato de Prim, pero es puesto en libertad porque la acusación no resultó cierta. En 1873 se conforma como uno de los dirigentes de la sublevación cantonal de Cartagena y, tras el fracaso que supuso tuvo que huir a Francia.
Cuando regresa a España, Roque Barcia escribe el Diccionario General Etimológico de la Lengua Española. Se trata de su obra
más importante y está formada por cinco volúmenes, así como de un Diccionario de Sinónimos. En esta obra, Barcia hace un recorrido por la etimología de la lengua española, otorgándole la importancia que requería y poniéndola a la altura del resto de los idiomas. Además de ahondar en los códigos etimológicos del español, introduce una serie de neologismos que enriquecen el idioma.
Es la obra con más recorrido del isleño y que, a pesar de la importancia que alcanzó en aquella época, el autor estuvo alejado de esa relevancia. Vicente López asegura que, aunque en España no se le dio mucha importancia, en Hispanoamérica tienen muy en cuenta el diccionario y se suele utilizar con frecuencia para la enseñanza y otros campos.
Roque Barcia ha pasado a la historia dejando un importante legado lingüístico sin precedentes y, en su faceta más política y rebelde, la continua lucha por sus ideales. Dedicó su vida a hacer historia a enriquecer nuestro léxico, aunque su reconocimiento no haya sido el merecido.
2 comentarios en «Roque Barcia, político y filólogo onubense que alcanzó el mayor relieve en España y Ultramar»
Magnífico artículo.
Si,gracias por seguir recordando a mi familiar muchas gracias por no hacer que quede en el olvido,soy una privilegiada, que se acaba de enterar que formó parte de su árbol genealógico, y estoy orgullosa de la gente que luchó en aquella época y hizo todo lo que hizo,me gustaría tener más cosas de él de recuerdo,jaja,gracias