Paula Crespo. A partir de ahora el 10 de diciembre va a ser una fecha señalada en el calendario de Antonio J. Sánchez. Y es que hoy, día señalado para la literatura española por la concesión a Juan Ramón Jiménez del Premio Nobel en 1956, sale a la venta El rastro de su voz, el debut literario de este periodista onubense.
Después de dos años y medio de intenso trabajo, ya se puede adquirir en todas las librerías y encargar en la web www.letrasdelmundo.com. Los indecisos pueden ver una muestra, descargando el primer capítulo desde www.antoniojsanchez.com, que seguro les engancha.
Además, El rastro de su voz se presenta oficialmente este jueves 11 de diciembre en la Casa Colón de Huelva a partir de las 19.00 horas.
– Ya tienes El rastro de su voz entre las manos, ¿qué sientes?
– Pues me siento algo nervioso, más que nada en cuanto a la acogida que pueda tener, pero sobre todo bastante satisfecho por cómo ha quedado finalmente el proyecto en todas sus dimensiones. Tanto por dentro como por fuera, el diseño ha quedado genial. Estoy muy contento y muy feliz.
– ¿Sabes que sale a la venta justo el día en que se cumplen 58 años de la concesión del Nobel a Juan Ramón Jiménez? ¿Significa esto algo para ti?
– Pues eso no lo sabía, la verdad. ¿Significado? Más que eso. Espero que sea una señal y de las buenas. Ojalá que el Nobel de nuestra tierra infunda suerte sobre este primer libro que espero no sea el último. A partir de ahí le toca al tiempo hacer su trabajo, y que no tarde mucho. Cada uno haremos nuestra parte y mientras tanto iremos esperando sin parar a ver qué pasa.
– Imagino que habrás dedicado mucho tiempo a documentarte, ¿cómo ha sido el proceso creativo?
– La verdad es que la documentación iba surgiendo sobre la marcha, lo que significaba ir parando cada dos por tres. Más que llevarme tiempo lo que sí ha hecho ha sido restarle ritmo a la hora de seguir escribiendo. Ha sido bastante arduo, pero lo más difícil de todo era mantener la perspectiva y no perderme por el camino entre tanta información que iba encontrando a mi paso. Hay tantas cosas que me hubiera gustado haber puesto… Pero al final mantener la perspectiva del sentido de la historia era más importante.
– ¿Cuánto de Antonio J. Sánchez hay en este tu primer libro?
– Hay mucho, demasiado diría yo, más de la cuenta. A través de las más de 500 páginas de El Rastro de su voz he plasmado lo que siempre he sido: un amante del cine de género, un ferviente admirador de la novela negra americana, un gran aficionado a los cómics, un enamorado de lo fantástico, de lo fantasmagórico, del contraste de luces y sombras…
– ¿Qué ha sido lo mejor de esta experiencia literaria?
– La madurez, sin duda alguna. Cuando hace tres años comencé a escribir, las mimbres de El Rastro de su voz aún no estaban en mi cabeza. Lo que iba tecleando era algo totalmente distinto. Pronto me di cuenta de que no iba a ninguna parte con esa historia y que lo mejor era escribir en otra dirección. Lo que siguió tenía cierto parecido a lo que acabó siendo, aunque mucho antes de eso me dio tiempo a escribir casi 400 páginas que tuve que desechar por completo. Con todo ello lo que quiero decir es que la madurez ha sido muy importante a la hora de saber qué era lo que valía y qué no, y por supuesto la forma de escribir. Lo de hace tres años ni por asomo se parece a lo que leeréis.
– ¿Qué podemos decir de El Rastro de su voz que no se haya dicho ya?
– Sinceramente, no tengo ni idea. Hagamos memoria: un niño de once años, un orfanato de la España gris de los cuarenta, un disco de pizarra del que no existen más copias y un misterioso coleccionista de objetos únicos dispuesto a pagar lo que sea con tal de tenerlo en su colección, alguien de quien muchos han oído hablar pero al que nadie ha visto jamás… Y a partir de ahí habrá que descubrir todo lo demás. Más que qué no se ha dicho ya, yo creo que no se debe revelar nada más.
– Este jueves 11 de diciembre se presenta en sociedad en Huelva, ¿tienes muchos nervios?
– Creo que si me lo preguntas cinco minutos antes podré decírtelo con más certeza. De momento estoy tranquilo porque todo lo que queremos exponer en la presentación está preparado, y hablo en plural porque son muchos los que han dado lo mejor de sí para ayudarme. Va a ser una gran puesta de largo, creo que la que se merece esta historia que ya ha dejado de ser mía para siempre.
– ¿Vas a promocionarlo en más ciudades españolas?
– Hay planes por parte de Editorial Abecedario de que así sea, pero de momento, por ambas partes, queremos ver qué tal va funcionando la cosa. Desde luego la respuesta en las redes sociales ha sido muy buena, pero hay que seguir creando demanda que haga de El Rastro de su voz una referencia a tener en cuenta. Vamos paso a paso a ver qué pasa.
– ¿Cuáles son tus expectativas? ¿Qué reacciones esperas que provoque en los lectores?
– Espero que no suene pedante, pero tengo unas expectativas creadas bastante altas. Y no solo yo, también la editorial. Este fin de semana me confesaban que comprendían que en días atrás estuviese hecho un flan, pues ellos mismos estaban ansiosos y nerviosos porque llegara el día ‘D’. Están muy contentos con el material que les ha caído en las manos, tanto es así que para ellos es toda una apuesta personal. Yo, por mi parte, he invertido demasiado tiempo y realizado muchos sacrificios para sacar adelante este proyecto, para que el producto sea lo suficientemente atractivo desde el escaparate y desde de esa primera página que todo el mundo hojea antes de decidir qué libro comprar. He de decir que lo he hecho competitivo al máximo, al menos hasta donde he podido y sabido hacer.
– Un mensaje que quieras mandar a los lectores.
– Ya el libro está plagado de suficientes mensajes que tener en cuenta desde la primera cita de Manuel Vicent: «El que busca la verdad corre el riesgo de encontrarla». Yo creo que con eso está todo dicho. Pero hay más, muchos más. Habrá que descubriéndolos página a página.