Redacción. Huelva mantiene la lucha contra la plaga del picudo rojo. La Concejalía de Infraestructuras y Servicios Municipales del Ayuntamiento de Huelva ha incluido las palmeras en la Campaña de Poda de Otoño-Invierno, con el objetivo de seguir controlando la plaga del Picudo Rojo.
En primer lugar, se ha llevado a cabo el saneamiento de las palmeras de la Gran Vía y la Plaza Doce de Octubre, además de la zona de La Piterilla, mientras que posteriormente se llevaron a cabo las de las calles calles San José y Paseo Independencia.
Para llevar a cabo estas labores, se precisa de la estrecha colaboración con la Policía Local, para el desalojo de vehículos estacionados en la vía pública. La poda más habitual se realiza mediante plataforma elevada, con medios del Servicio Municipal de Parques y Jardines, aunque las palmeras más altas requieren el uso de la escala cedida por el Cuerpo de Bomberos, mientras que las más bajas, se podan desde el suelo.
La actuación se incluye en el operativo de prevención que desarrolla hace años el Ayuntamiento de Huelva, gracias al cual, se ha conseguido frenar la plaga del picudo rojo, protegiendo el palmeral de la ciudad. En este sentido, el teniente de alcalde del Área, Felipe Arias, ha señalado que “tras seis años de batalla, hemos conseguido pasar del combate a la prevención”. Es el resultado de “un intenso trabajo, con el que hemos conseguido extraordinarios logros”, celebra Arias apuntando que entre 2008 y 2011, en la ciudad de Huelva sucumbían a la plaga del picudo rojo entre 30 o 40 palmeras cada año, mientras que actualmente, las cifras han descendido drásticamente para quedar reducidas a 1 o 2 ejemplares al año.
Anualmente, se desarrollan seis tratamientos de carácter preventivo, combinándolos con las podas, que se realizan en época de otoño-invierno, cuando se produce la parada biológica del escarabajo, siguiendo las directrices del protocolo marcado por la Junta de Andalucía e incluyendo la eliminación de restos de palmeras afectadas, mediante trituración de los mismos o enterramiento inmediato.
Además, la poda de palmeras se realiza para garantizar la seguridad de los transeúntes, evitando el peligro de desprendimiento de hojas secas y el riesgo de caída por copas demasiado espesas que pueden ceder con el viento, además de evitar obstáculos en semáforos o farolas y liberar los recorridos de los autobuses urbanos. Asimismo, también es una apuesta por la estética general de la ciudad, ya que la caída de los frutos de las palmeras, especialmente cargadas de dátiles tras el verano, además de ensuciar las calles, puede producir riesgo de caídas y accidentes, por lo resbaladizo del suelo.
Para frenar la plaga del Picudo Rojo, el Ayuntamiento de Huelva mantiene en la actualidad distintos métodos de control sobre las palmeras. En primer lugar, los trabajos se centran en evitar todo tipo de heridas en las palmeras, para reducir los riesgos de entrada y ataques de la plaga.
A ello se suman los seis tratamientos que se aplican cada año, mediante pulverizaciones alternativas cada 45 días, durante los meses de calor, en Huelva de marzo a noviembre. Se trata de tratamientos anuales, en los que se combina la lucha biológica, con parásitos que devoran y eliminan al escarabajo y el uso de productos químicos inscritos en el Registro Oficial y autorizados para su uso en palmáceas. Además, durante el verano, se intensifica la batalla contra el picudo rojo, al tratarse de un insecto ligado al calor, que con las altas temperaturas se reproduce a una velocidad todavía superior a lo que lo hace en las estaciones frías.
En este sentido, se llevan a cabo fumigaciones intensivas en las palmeras de la ciudad que se realizan de noche, como medida de protección para los ciudadanos y en cumplimiento de un decreto de la Junta de Andalucía sobre manipulación de productos peligrosos que obliga a realizar este tipo de tratamientos en suelo urbano en horario nocturno.
Gracias a la combinación del tratamiento preventivo, con la actuación inmediata en cada foco detectado, denominado ‘curativo’ o ‘de cirugía’ se ha conseguido, ha asegurado Felipe Arias, “no sólo frenar la plaga, sino también curar muchas palmeras y salvarlas de la tala”.