Redacción. Alumnos del colegio Molière y usuarios centro de participación activa Mora Claros han participado en un encuentro intergeneracional en las instalaciones de este centro en la capital onubense, auspiciado por la Junta de Andalucía.
El acto se ha iniciado con la recepción a los estudiantes, de tercero de Primaria y de ocho a nueve años de edad, por parte de un grupo de mayores disfrazados de época como los primeros propietarios de la sede del centro, el Palacio Mora Claros, uno de los edificios más emblemáticos de Huelva.
Posteriormente, los alumnos han realizado un recorrido por las diferentes dependencias del inmueble recibiendo explicaciones de su centenaria historia y han participado en un taller de dibujo sobre sus elementos decorativos más destacados, que han tenido que reconocer. La jornada ha finalizado con un cuentacuentos a cargo del grupo teatral Les Buffons Du Roi.
El delegado del Gobierno andaluz en Huelva, José Fiscal, y la delegada territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Lourdes Martín, han asistido a la celebración de esta efemérides que, según han explicado, “se encuentra reconocida por la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de destacar el papel cada vez más creciente e importante de los mayores en la sociedad, en consonancia con las políticas de envejecimiento activo promovidas por la Junta en este ámbito.”
Un centenar de personas, entre niños, mayores, profesores y personal del centro, ha disfrutado de unas actividades que se vienen repitiendo los últimos años en esta fecha.
Espacios para el envejecimiento activo
El centro de participación activa para personas mayores Mora Claros es uno de los 11 de este tipo con que cuenta la provincia de Huelva, todos ellos de titularidad pública y gestionados por la Junta de Andalucía. Los otros se ubican también en la capital (Juan Ramón Jiménez), Almonte, Ayamonte, Bollullos, Isla Cristina, Lepe, Riotinto, Nerva, Trigueros y Valverde. Entre todos suman en la actualidad más de 22.000 usuarios.
Dicha denominación procede de su consideración como espacios destinados a desarrollar los programas de envejecimiento activo de la administración autonómica, una serie de actuaciones que parten de la premisa de que el envejecimiento demográfico no es una enfermedad social, sino, al contrario, un logro sin precedentes y la apertura de nuevas posibilidades para las personas cuando llegan a esta etapa de sus vidas.
Entre estos programas que acogen los centros sobresalen un amplio listado de actividades formativas y culturales, charlas de educación en salud, bailes, concursos, juegos, viajes o eventos sociales de fomento de las relaciones humanas, entre otros aspectos. Así, los centros son un instrumento esencial para el envejecimiento activo, además de ofrecer apoyo para la prestación de servicios sociales y asistenciales a la población mayor.
El Gobierno andaluz lleva impulsando desde hace más de 20 años esta estrategia para favorecer el envejecimiento activo, con la que se persigue el bienestar social e individual de las personas mayores, mejorar su calidad de vida y su imagen ante la sociedad, promover la autonomía personal, prevenir situaciones de dependencia y fomentar la cooperación y la solidaridad entre generaciones.
Otras iniciativas en el seno de esta estrategia son el programa de turismo social para personas con menos recursos, el Servicio Andaluz de Teleasistencia, las aulas universitarias o la tarjeta Andalucía Junta sesentaycinco, cuyos titulares tienen a su disposición descuentos y beneficios en el acceso a servicios culturales, deportivos y lúdicos, así como en la compra de productos.
