Redacción. Nunca podría haberse usado mejor la expresión “brilló con luz propia” que en esta ocasión, 28 de agosto de 2014, el Festival de Danzas de Villablanca celebró su 35 cumpleaños con un corte de suministro eléctrico, por causas totalmente ajenas a la organización y de las que aún la compañía eléctrica no ha dado explicación alguna.
Esta incidencia, que retrasó su puesta en escena, no deslució el espectáculo, porque la Danza brindada al público desde la Plaza de la Constitución de Villablanca, como más tarde expresó Martín Sánchez, director del grupo “Causanacunchi” de Ecuador, “escenificó el Mundo, y fue capaz de transportar a los espectadores desde Indonesia a la Amazonía”.
Si la danza es poesía, el Festival de Danzas de Villablanca, en la inauguración de su 35 edición, escribió uno de sus mejores poemas.
Los 140 bailarines que pisaron el escenario fueron capaces de dar lo mejor de sí y de mostrar lo mejor del folclore de Perú, Indonesia, Buryatia, Polonia y España.
Villablanca ayer quiso también recordar al fundador del Festival, Félix Belzunce, recientemente fallecido, brindándole la actuación de la Danza de los Palos, danza propia de la localidad y muestra antropológica de la historia de este pueblo.
La Plaza de la Constitución de Villablanca, llena de espectadores escuchó rezos del Islán hechos música a través de Indonesia, descubrió el Duet de Polonia, la magia de las tribus de la Amazonía peruana, la delicadeza de los movimientos de las mujeres de Buryatia, poniendo un broche de oro en el fin de fiesta con el carnaval de Perú, la alegría se desbordó e hizo partícipe al público.
Causanacunchi, nombre del grupo procedente de Ecuador que visita hoy, 29 de agosto el escenario de Villablanca, significa “estamos vivos”, … una bonita forma de celebrar un cumpleaños, el que celebra este Festival y con él el pueblo de Villablanca.