Redacción. ‘ El Rociito’ es la tradición infantil más antigua y original que se conserva en Hinojos. Se trata de una iniciativa que se ha ido desarrollando y evolucionando con el tiempo. Se trata de una tradición hinojera que ha marcado la infancia de los niños de esta localidad, la mayoría han aprendido a ser rocieros en esta fiesta popular.
Cuando aún no se es consciente de la romería del Rocío, niños y niñas son ataviados con: trajes de flamencas, tacones, flores, complementos, trajes cortos, chaquetillas y, sin faltar ningún detalle, salen a la calle durante todo un fin de semana realizando un cortejo como si de la Romería real se tratase.
Al igual que el resto de hermandades filiales que peregrinan al Rocío, en esta peculiar romería se nombra a sus respectivos Hermanos Mayores, junto a la Junta Directiva se responsabilizan de la organización de la fiesta y de las invitaciones que se ofrece a todos los asistentes en determinados momentos de las jornadas.
Este año, ‘el Rociito’ se celebra el 10 y 11 de mayo bajo el mayorazgo de José Ángel Álvarez Colchero, un hinojero de 6 años de edad nacido en el seno de una familia rociera y que este año cumple su primer sueño como devoto, ser Hermano Mayor de la romería infantil.
En el cortejo no faltan ninguna de las insignias, banderas, estandartes y varas que desfilen delante del Simpecado portado en una carreta de bueyes en miniaturas, siendo una réplica exacta de la carretera de madera de la Hermandad del Rocío de Hinojos, tan conocida por su gama cromática: blanca y azul.
Y tras la carreta llega el ingenio y la originalidad de tantos padres y madres que elaboran carretas, tractores y remolques típicos de la romería, en este caso, adaptados a la medida de los más pequeños, con el juguete como material estrella en todo el cortejo.
Entre tantas curiosidades, en ‘el Rociito’ cabe destacar los numerosos detalles que engalanan los remolques: muñecas vestidas de gitanas, cortinas, farolillos, paletillas de jamones colgada en los vehículos de juguetes que van dirigidos por los niños y niñas que protagonizan la romería, una romería que podría traducirse en una exposición viva en miniaturas.
Durante los festejos se realizan varios desfiles por el casco urbano de la localidad pero uno de los momentos más emotivos es la peregrinación a los pinares de Hinojos, concretamente al Parque Los Centenales donde se lleva a cabo una convivencia campera entre niños y familiares.