La historia de Sara Vergel, la única mujer capataz de Huelva, que llevará el paso del Santo Entierro embarazada de seis meses

Mari Paz Díaz. El mundo del costal ha sido un espacio ocupado tradicionalmente por hombres. Una cuestión que durante mucho tiempo no ha sido visto como algo extraño, teniendo en cuenta que sucedía lo mismo en otros cargos dentro de las hermandades. El ser costalero se entendía como una función que no podía ser desarrollada por una mujer. Y así ha sido durante décadas.

A pesar de ello, para los contemporáneos ya no es extraño escuchar al capataz llamando a una mujer. Porque cada vez son más habituales los pasos que son portados por mujeres, costaleras que se sienten especialmente orgullosas de portar sobre sí mismas el patrimonio cofrade de la Semana Santa.

Este hecho es posible gracias a la labor que han desarrollado algunas hermandades de penitencia, que no han tenido ningún problema a la hora de abrir el mundo del costal a la mujer. Hermandades que han sido pioneras en este campo, a pesar de que su decisión en su día no fuera entendida por todos.

En Huelva capital, el ejemplo más claro está representado por la Hermandad del Santo Entierro, que procesiona el Viernes Santo con tres pasos, de los que el Santo Entierro de Cristo es portado por mujeres.

Lo sabe muy bien Sara Vergel García, vinculada a esta hermandad desde el año 1995. Entró a formar parte de ella a través de su novio, de Javi Mesa, actual hermano mayor del Santo Entierro. «Yo entonces era muy cofrade y siempre me había gustado esta hermandad, por lo que cuando Javi me animó no dudé en entrar a formar parte de ella», nos comenta Sara.

Desde entonces hasta ahora, Sara ha ido implicándose cada vez más en esta hermandad hasta que en el año 2004 decidió aportar una idea: crear una cuadrilla de costaleras. Ella lo tenía claro. Siempre le había atraído mucho ese ámbito y, de hecho, anteriormente había sido costalera de la Hermandad de El Perdón con la Virgen de los Dolores, que hacia 1994 – 1995 salía en procesión con motivo de su festividad, que tiene lugar el 15 de septiembre.

Por este motivo, no es extraño que Sara Vergel haya sido una de las personas pioneras y principales impulsoras para que el Santo Entierro contara con una cuadrilla de mujeres. Según recuerda, «esta idea surgió cuando la hermandad comenzó a buscar costaleros en un momento deficitario. Entonces, la Hermandad de la Borriquita de Gibraleón nos ofreció su cuadrilla de mujeres y fue cuando pensamos que nosotros podíamos contar también con costaleras». Y, desde entonces, hasta ahora.

Sara Vergel ha sido costalera durante 18 años en esta hermandad onubense. Lo de ser capataz fue algo que surgió casi por casualidad. Esta onubense es capataz desde el pasado año 2013, cuando la cuadrilla se lo propuso a ella. «El año pasado se quedó vacante el puesto, así que decidí echarme para adelante y ocupar esta responsabilidad que era necesaria. Fue en 2013 la primera vez que me puse delante del paso», nos comenta Sara, que, sin embargo, todavía no ha tenido la oportunidad de estrenarse durante una procesión a causa de la lluvia, pues «no pudimos salir en el Viernes Santo de 2013, ni el pasado mes de octubre durante la procesión Magna».

Esta circunstancia hace que este año Sara Vergel tenga mucha ilusión por procesionar porque, además, las previsiones no hablan de lluvia para la tarde del Viernes Santo, por lo que todo parece indicar que podrá estrenarse como capataz. Y lo hará, además, embaraza de seis meses, una cuestión que no deja de ser una anécdota, pero que hace para ella aún más especial este momento.

Sara reconoce que «el estar embarazada ha sido una casualidad. Pero he querido seguir con la responsabilidad porque es totalmente compatible. He conseguido mucha ayuda de mi marido Javi y de todo mi equipo, que está compuesto por cuatro personas, para poder compaginar el embarazo, con mi trabajo como economista y con los ensayos con las costaleras. Todos me han dado mucha fuerza para seguir adelante». Sara, embaraza por primera vez, espera para julio a una niña, a la que también transmitirá esta tradición.

En total, el paso de la urna del Santo Entierro cuenta con una cuadrilla de 53 costaleras, con las que esta capataz guarda muy buena relación.

Ahora tan sólo desea que no llueva durante la Semana Santa, «para que tengamos una buena semana completa y que todo el mundo pueda disfrutar que de eso se trata». Que así sea.