Washington Irving, el primer turista de los Lugares Colombinos

Mari Paz Díaz. Huelva vive este fin de semana, 15 y 16 de marzo, unas fechas destacadas para recordar su papel en el Descubrimiento de América. En primer lugar, porque el regreso de las carabelas descubridoras, La Pinta y La Niña, al Puerto de Palos de la Frontera el 15 de marzo de 1493. Un momento que es recordado de forma especial en la localidad palerma, que organiza su Feria Medieval del Descubrimiento, así como otros actos conmemorativos, como la ofrenda floral al monumento de Martín Alonso Pinzón, así como el Muelle de las Carabelas, que conmemora su XX Aniversario.

Por otra parte, Moguer recuerda cada 16 de marzo el Voto Colombino, es decir, el momento en que Cristóbal Colón acudió al Monasterio de Santa Clara de Moguer a rezar para dar las gracias por haberse salvado de una fuerte tormenta por la casi naufraga en el viaje de regreso de América.

Son dos fechas, por tanto, que invitan a visitar los Lugares Colombinos de Huelva, para recordar estos hechos históricos. Una cuestión que es, por tanto, un recurso turístico único, tanto para los visitantes nacionales como extranjeros, como se pone de manifiesto por ejemplo en las miles de personas que acuden cada año al Muelle de las Carabelas.

Un turismo que es nuevo, como ya lo demostrara Washington Irving, un escritor estadounidense conocido a nivel mundial por sus relatos de viajes.

Washington Irving (1783-1859) comenzó una serie de viajes por Europa en 1804 y, muy pronto, mostró su deseo de venir a España debido a su fascinación por la figura de Cristóbal Colón y por la aventura descubridora. 

En concreto, la llegada a España del autor de novelas tan conocidas como La Leyenda de Sleepy Hollow se produce cuando en 1826 es invitado por el embajador americano en Madrid, Sir Alej Everett, que le entrega unos documentos relativos al Descubrimiento de América conservados en San Lorenzo del Escorial para que fueran estudiados. Este gesto llevó al escritor a tratar de traducir La Colección de Viajes y Descubrimientos de Martín Fernández Navarrete y a publicar varias obras sobre España a través de las cuales daba a conocer en Europa y Norteamérica el papel jugado por los onubenses en el Descubrimiento. No en vano, Irving está considerado como el autor de la primera biografía de Cristóbal Colón, gracias a la cual se daba a conocer en Europa y Norteamérica el papel jugado por lo onubenses en el Descubrimiento.

Su fascinación por el tema colombino provocó que Irving decidiera acudir al Archivo de Indias en Sevilla para seguir investigando. Viaja a Andalucía y recorre Córdoba, Granada, Málaga, Gibraltar y Cádiz hasta instalarse durante catorce meses en Sevilla, entre el 1 de marzo de 1828 y el 23 de agosto de 1829.

Aprovechando su estancia en la ciudad hispalense, el autor organiza el Viaje del Descubrimiento a los Lugares Colombinos, es decir, a Moguer, Palos de la Frontera y La Rábida con el objetivo de documentarse mejor sobre Colón. Por tanto, podríamos considerar que Irving podría ser el primer turista extranjero que vino expresamente a la provincia de Huelva atraído por su papel histórico y cultural.

Este viaje a la provincia de Huelva duró tres días en los que no sólo tuvo la oportunidad de conocer sus monumentos, sino también las costumbres de sus habitantes a mediados del siglo XIX.

El viaje de Washington Irving a la provincia de Huelva se inicia el 11 de agosto de 1828. Su primer destino fue Moguer, tal y como él mismo recoge en su diario: “Desayuné con John Wetherell y poco después hice un trato con un calesero para que me llevara y me trajese de Moguer por quince duros”. Irving partía así desde Sevilla rumbo a Huelva. 

Entre otros lugares, en la localidad moguereña visitó el Convento de Santa Clara, la Casa de la Familia Pinzón y el Castillo. En el segundo día de viaje, Washington Irving recaló en la Iglesia de Palos de la Frontera y en La Rábida, donde buscó algún documento sobre los marineros y la gesta descubridora con el que apoyar su investigación sobre el Descubrimiento.

De aquellos días en Huelva y sus impresiones, Washington Irving editó varias publicaciones, como fueron A visit to Palos, The life and voyages of Cristopher Columbus y notas en su diario. Estos títulos no sólo se consideraron libros de viajes, sino que fueron determinantes en la difusión de Huelva como cuna del Descubrimiento de América, ya que en aquel momento Palos y los Lugares Colombinos habían caído en el olvido. Incluso, en 2001, la Diputación Provincial de Huelva recordó la importancia de la figura de Irving en este sentido. 

Es decir, Washington Irving está claramente ligado a Huelva y no sólo a otras ciudades andaluzas que suelen identificarse tradicionalmente con el escritor, como sucede especialmente con el caso de Granada. Es más, gracias a este viaje de Washington Irving, Huelva se ha convertido en la puerta de entrada de la ruta del escritor norteamericano por Andalucía. Se trata de un itinerario que puede completarse con los pueblos onubenses por los que pasó el viajero en su camino de ida y vuelta entre Sevilla y Huelva, todos ellos citados en su diario: Villarrasa, Niebla, La Palma y Villalba camino de Sanlúcar, en Cádiz.

Todos estos municipios configuran ‘La Ruta de Washington Irving por los Lugares Colombinos’, un itinerario que vendría a completar al recorrido que el escritor hizo por la zona centro y oriental de Andalucía, hoy con fama mundial. Esa ruta discurre por Málaga, Sevilla y Granada reviviendo el camino que hizo en 1829 el romántico escritor norteamericano por puntos que básicamente se ajusta a la actual autovía A-92, como sucede con Alcalá de Guadaira, Mairena del Alcor, Carmona, Écija o Antequera. Es más, éste era el rumbo habitual de los viajeros extranjeros que llegaban al sur de España por barco a Gibraltar o Sevilla.

En definitiva, no podemos olvidar que esa imborrable huella de Washington Irving en Andalucía está estrechamente ligada a esta provincia de Huelva. Sus inquietudes y fascinación por la figura de Colón y por los hechos del Descubrimiento le trajeron a Huelva en un momento en el que el turismo en esta provincia era prácticamente inexistente. Un pionero, adelantado a su época, que además ayudó a difundir el papel de los onubenses en el Descubrimiento.