Redacción. Desde la reapertura el pasado 23 de diciembre del edificio en el que vio la luz primera Juan Ramón Jiménez, Moguer cuenta con un nuevo recurso turístico que amplía y complementa el atractivo de la localidad para los amantes de la literatura y los admiradores del Nobel en este 2014 dedicado a conmemorar el centenario de la primera edición de ‘Platero y yo’.
Durante el primer mes de apertura al público de la casa natal del poeta han visitado el edificio alrededor de 700 personas, entre público infantil, local, y otros turistas provenientes de toda la geografía española y del extranjero.
Tras un proyecto de restauración y adecuación de contenidos que se ejecutó en la señorial residencia de la calle Ribera, se logró dotar al singular edificio de nuevos espacios y elementos expositivos que convierten al inmueble en un espacio de obligada visita para todos los moguereños, y para todos los viajeros y turistas que acuden a la ciudad del Tinto siguiendo la estela del Nobel y de su burrillo.
Con el objetivo de que tanto los moguereños y moguereñas como las personas que nos visitan puedan descubrir este nuevo centro de la cultura moguereña, el Ayuntamiento de Moguer ha ampliado el período de puertas abiertas para facilitar el acceso a un espacio expositivo en el que se dan la mano los dos más grandes poetas locales, como son el propio Juan Ramón Jiménez, y su discípulo, biógrafo y editor, Francisco Garfias, cuyo magnífico legado artístico se muestra en una de las galerías de la planta alta del inmueble.
Contenidos. El público que visite la casa natal puede disfrutar estos días de forma gratuita de un interesante recorrido museográfico que se inicia en la planta baja con distintos contenidos que nos acercan al Moguer de principios del siglo XX, descubriendo la intensa actividad vinícola de la comarca y los negocios de la familia Jiménez, además de numerosos datos sobre sus integrantes, y otros muchos elementos de interés, como las espectaculares maquetas de molinos y bodegas que realizó en su día Gloria Ortega. También hay un lugar muy especial dedicado a las obras más universales de Juan Ramón: ‘Espacio’, ‘Tiempo’ y cómo no, ‘Platero y Yo’, del que se estamos celebrando el centenario de su primera edición.
La planta alta del edificio se ha dedicado casi en su totalidad a tres personas verdaderamente esenciales en la vida y obra de Juan Ramón Jiménez: su esposa, compañera y decisiva colaboradora Zenobia Camprubí, su sobrino y albacea Francisco Hernández Pinzón, y el ya citado Francisco Garfias.
La estrecha relación que mantuvo Garfias con numerosos poetas de la Generación del 27, su profunda amistad con el pintor Daniel Vázquez Díaz, sus relaciones con los más importantes compositores y artistas del panorama musical del momento, toda su ingente labor de creación literaria que le valió entre otros muchos reconocimientos el Premio Nacional de Literatura, o su decisiva aportación a la difusión de la obra de Juan Ramón Jiménez durante cuatro décadas de trabajo en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, constituyen un extraordinario bagaje profesional y personal, que puede ser ahora disfrutado por el público junto a todos los elementos juanramonianos que convierten la visita a la residencia en obligada para todos los visitantes y para los propios vecinos y vecinas de Moguer.
En palabras del director de la casa natal Juan de Dios Rodríguez, «estamos muy satisfechos con los datos de visitantes que hemos recibido a lo largo de enero, y por este motivo queremos que todas las personas que deseen conocer este nuevo recurso turístico y cultural de nuestro pueblo puedan seguir haciéndolo de manera cómoda y gratuita, por lo que hemos decidido ampliar las jornadas de puertas abiertas, para complementar de alguna manera el atractivo que supone para Moguer la programación conmemorativa del Año Platero que se desarrolla desde hace semanas».
Por otro lado, Rodríguez invitaba a todos los moguereños y moguereñas que aún no conocen los nuevos contenidos de la casa natal «para que se pasen a visitarnos y comprueben cómo tanto el espíritu del Nobel y de su familia como el recuerdo del entrañable Curro Garfias que tanto quiso a su pueblo, están vivos y presentes en una casa natal que os espera con sus puertas abiertas para todos».
La casa de la calle Ribera en la que nació Juan Ramón Jiménez abre sus puertas de martes a sábado en horario de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 19.00, y los domingos en horario de mañana.