Juan Carlos Jara. Las Elecciones Municipales de 2015 están cada vez más cerca. Y eso se nota. Las grandes fuerzas políticas de nuestro país van tomando posiciones para el inicio de la larga carrera electoral y, a nivel local, parece que vuelven a la palestra temas de siempre de una forma que solo parece posible en esta Huelva que nos hemos merecido a lo largo de los años. Si nadie lo remedia –y no parece sencillo que ocurra-, los asuntos principales del debate preelectoral en nuestra ciudad volverán a ser los de siempre: el AVE, la estación, la línea férrea hasta Sevilla, el Ensanche, Isla Chica, la solución a las balsas de fosfoyeso… En suma, una nueva reedición de las recordadas Fantasías animadas de ayer y hoy, aunque ahora sin el sello de calidad de la Warner Brothers.
En los últimos días ya hemos tenido algún que otro adelanto del serial. Las quejas públicas, ahora sí, de algunos sectores sociales por los problemas que presenta la conexión por tren con Madrid van encontrando respuesta en aquellos colores políticos que ya nos prometieron muchas veces la solución. La maqueta de la estación –sí, con Calatrava presente-, los viajes del alcalde a Madrid para hablar del ferrocarril con gobernantes de su partido, el casi grotesco movimiento de tierras en Las Metas o la foto del equipo de gobierno municipal junto a unos terrenos aún ocupados son solo algunos de los ingredientes, casi de comedia, que preceden a esta historia.
Volverán a prometernos una Huelva limpia y más saludable, un casco histórico acogedor y quizás un impulso a la vida cultural. Tendremos oportunidad de conocer una ciudad del futuro que nunca llega e incluso, todo es posible, veremos alguna imagen virtual de un proyecto sin par. Pero la única verdad cierta es que los onubenses, una vez más, volveremos a tener la oportunidad de dar un vuelco a nuestro presente y de dar un paso hacia delante que mejore, esta vez sí, nuestro futuro. Me niego a aceptar que volveremos a conformarnos con lo de siempre, que permitiremos que nos prometan en nuestra cara lo que ya nos prometieron y no hicieron, que aplaudiremos en un acto público a un político rodeado de secuaces que nos muestra el mismo camino sin destino… Huelva es nuestra. Que no la manoseen, por favor, que se desluce.