Ana Rodríguez. Pilar Rodríguez Martín vive desde hace unos meses en Burgess Hill, un pueblecito cercano a Brighton en el que se aloja con una familia de la localidad. Pilar es periodista, pero en su empeño de aprender inglés acabó marchando al Reino Unido, donde ahora trabaja de lunes a viernes de au pair (niñera) y los fines de semana de dependienta en Hollister, una cadena de tiendas de moda.
Aunque nació en Tarragona, los padres de Rodríguez se la llevaron con sólo dos meses a Villanueva de los Castillejos, municipio natal de sus progenitores, donde habían crecido y vivido hasta que se casaron y se mudaron a la ciudad catalana por motivos laborales. Por ello, la joven se considera plenamente onubense, ya que fue en Castillejos donde fue al colegio, hizo sus primeras amistades y pasó toda su infancia y adolescencia.
A los 18 años, Pilar se marchó a Sevilla para estudiar la carrera de Periodismo en la Facultad de Comunicación hispalense, y cuando la finalizó puso rumbo a Madrid para cursar un Máster en Comunicación Política y Empresarial en la Complutense. «Decidí estudiar Periodismo porque me gustaba escribir y contar historias. Siempre me ha gustado estar informada de la actualidad y la verdad que eso de poder estar en ‘el lugar donde suceden las cosas’ me atraía», explica la castillejera.
Durante su etapa de estudiante, la joven hizo prácticas en El Correo de Andalucía y en Radio Nacional en Huelva, así como en el departamento de Comunicación de un banco y en una agencia de Publicidad y Relaciones Públicas en Madrid.
Sin embargo, Pilar pensaba que aún le faltaba perfeccionar ciertos conocimientos, entre ellos, y principalmente, el inglés. Así pues, trazó sus planes ‘de fuga’ casi a escondidas de sus familiares, que en un principio no deseaban que la onubense se despegara de su lado, logrando finalmente subir al avión para comenzar su aventura británica.
– ¿Cómo fue su marcha?
– Pues yo en realidad me vine a Inglaterra con la intención de probar suerte en Londres, y de hecho viví allí durante tres semanas. Pero la ciudad me superó un poco. Era todo demasiado rápido, demasiada gente y para lo que yo había venido a hacer a Inglaterra: principalmente aprender inglés, no me pareció la mejor ciudad. Entonces decidí parar y pensar un poco en qué era lo que realmente quería, que a veces es bueno hacerlo, y opté por buscarme una familia y trabajar como au pair. Para mí fue la mejor opción porque me permitía estar en contacto durante todo el día con el idioma, aislarme un poco de mis amigos españoles y, a la vez, no tenía que preocuparme por pagar alquiler y comida, pues la familia me cubre todo eso. Y además tengo mucho tiempo para estudiar e ir a clases.
– ¿Ha estado viviendo en el extranjero con anterioridad?
– No, nunca había estado viviendo fuera durante tanto tiempo. Sí había hecho algún curso de inmersión lingüística en Inglaterra, pero fue sólo durante varias semanas en verano cuando era adolescente. Y fue otro tipo de experiencia, muy gratificante, por cierto, porque era la primera vez que salía de España y sola, pero fue algo más para disfrutar durante dos semanas con amigos, conocer un poco la cultura del país y hacer turismo. Eso sí, fue uno de los mejores veranos que recuerdo.
– ¿Por qué Brighton?
– Durante las tres semanas que estuve en Londres visité a unos amigos que vivían en Brighton, tratando de buscar un poco de ‘orden’ dentro de todo el ‘caos’ vivido en Londres. Y me encontré con una ciudad mucho más tranquila, sin metro, en la que podías ir andando a todos los sitios y con mar. Encontré mucha más calidad de vida y me gustó mucho el ambiente. Finalmente coincidió que la familia que encontré vivía en un pueblo a tan sólo 15 minutos en tren de Brighton: Burgess Hill, por lo que fue una oportunidad genial; por un lado, me permitía aislarme de mis amigos españoles durante la semana, y practicar inglés con la familia pero, a la vez, me permitía tenerlos cerca para disfrutar con ellos los fines de semana y, de paso, tener un ‘apoyo’ cuando no puedes con la nostalgia.
– ¿Cómo han sido estos meses en Inglaterra?
– El principio fue complicado. Me vine sin nada, a la aventura, comprando el billete de avión casi a escondidas de mis padres, porque ellos no querían que me viniera. Y creo que estuve moviendo mi maleta de un lado a otro durante dos meses, hasta que por fin conseguí asentarme. Te ves sola en muchos momentos y necesitas encontrar soluciones rápidamente a situaciones en las que nunca antes te has visto, y todo eso en otro idioma. Y luego, cuando me incorporé con la familia, fue volver a empezar de cero. Adaptarte a una casa que no es la tuya, a personas que no conoces de nada, y que ellos se adapten también a ti. Tuve que aprender a conducir ¡por la izquierda! y memorizar el trayecto del cole de los niños en tan sólo tres días. Fue todo muy intenso y tuvieron que pasar varios meses para encontrar una relativa calma.
– Pero está valiendo la pena ¿no?
– Si de algo me está sirviendo esta experiencia es para conocerme mucho más a mí misma y para darme cuenta de que todos los obstáculos que se nos presentan tienen solución, sólo hace falta que se la busquemos. Creo que esta experiencia me ha ayudado a ser mucho más positiva, en todos los sentidos, y a crecer todos los días.
– ¿Qué tal es la relación con la familia con la que te hospedas?
– He tenido mucha suerte con ellos, hasta el momento. Me tratan muy bien y me consideran una más de la familia. Y los niños me adoran, igual que yo a ellos.
– Además de ser au pair, ¿tiene otro trabajo?
– Sí. Yo llegué a Londres el 20 de junio, pero no encontré a la familia hasta julio, aunque no tenía que incorporarme con ellos hasta finales de agosto, por lo que me quedé viviendo en Brighton en casa de unos amigos y busqué un trabajo que me ayudara un poco a mantenerme durante ese mes. Eché CV en Hollister, en la tienda donde también estaban trabajando algunos amigos, y allí estuve empleada todo el mes de agosto. Cuando me incorporé con la familia cambié mi disponibilidad a los fines de semana, lo que me permite conseguir un dinero extra y, además, desconectar un poco de la familia y pasar el fin de semana con amigos.
– ¿Ha pensado en buscar trabajo de periodista allí?
– Pues no he pensado en buscar trabajo aquí de periodista, de momento. Mi idea es aprender inglés, conseguir sacarme algún título y, una vez que lo consiga, barajar opciones.
– ¿Hablaba bien inglés antes de marcharse?
– Estuve dando clases antes de venir, pero no me vine con mucha base. La mayoría de lo que sé lo estoy aprendiendo aquí.
– ¿Qué hace cuando dispone de tiempo libre?
– Pues durante la semana estoy bastante atada a los horarios de la familia: desayunos, coles, actividades extraescolares y poco más. Tengo toda la mañana libre, eso sí, pero suelo aprovecharla para estudiar y prepararme las clases que doy con una profesora. Disfruto más de los fines de semana que, aunque tenga que trabajar, siempre se puede sacar hueco para hacer planes con los amigos cuando acabas. Además, Burgess Hill es un pueblo muy pequeño en comparación con Brighton, que ofrece muchas más alternativas de ocio.
– ¿Cuáles son sus lugares favoritos de Brighton?
– Me encanta pasear por las Lanes, que es una zona con tiendas, muchas de ropa de segunda mano, y todas con mucho encanto. El ambiente es muy agradable. Y luego está la playa. Es cierto que no se puede comparar con ninguna de nuestras playas en Huelva, pero en verano hay muchos locales en primera línea, donde puedes tomarte algo con amigos y escuchar buena música en directo.
– ¿Qué costumbres inglesas le han sorprendido?
– Pues la verdad es que no he notado muchas diferencias, con respecto a nosotros, en la familia con la que vivo. Salvo en el horario de las comidas, que suelen ser mucho más tempranos que los nuestros, por lo demás no me han sorprendido demasiado. Sí es cierto que aquí no son muy partidarios de la sobremesa, algo que a mí me encanta, y alguna que otra noche nos han tenido que ‘echar’, ‘británicamente’, claro está, del local en el que estábamos cenando un grupo de amigos españoles y yo, porque ya habíamos acabado la cena y nada más que hacíamos hablar y pedir vino.
– ¿Qué planes futuros tiene?
– Pues voy a continuar aquí, en principio, hasta el verano. Me gustaría pasar parte del verano en España y pensar un poco en todo: si volver aquí, buscar trabajo allí u optar por otros países. Pero antes quiero terminar esta etapa, conseguir sacarme el título de inglés y, una vez acabada esta experiencia, tomar decisiones. Pero no me quiero precipitar ni pensar a tan largo plazo. Quiero disfrutar de este momento. Cuando acabe, ya veremos.
– ¿Echa de menos Huelva?
– ¡Claro que echo de menos mi tierra!, ¡todos los días! Y, sin duda, a mi familia. Una de las cosas que he aprendido después de tanto marcharme y conocer otros sitios es que yo soy del sur, y no es que eche de menos la playa o el sol, es que los necesito. Igual que necesito tener cerca a mi familia y no perderme más años de la infancia de mis sobrinos. Luego consigues adaptarte al país, sentirte feliz en otro sitio, en otro ambiente y con otra gente, e incluso piensas que podrías llegar a instalarte definitivamente en ese país si se dieran una serie de condiciones, pero siempre, siempre, quieres volver.
Muchas gracias Pilar. ¡Suerte!
2 comentarios en «Pilar Rodríguez Martín, una periodista de Villanueva de los Castillejos que trabaja de ‘au pair’ y dependienta en Brighton para aprender inglés»
Desde pequeña fuiste valiente y y luchadora,te deseo todo lo mejor te lo mereces.
La fuerza de voluntad que te mueve, hara de ti una mujer aun mas madura y sabia. Conseguiras todo cuanto te propongas, lastima que para conseguirlo nuestros jovenes tengan que salir de nuestro Pais.
Enhorabuena y buena suerte Pilar