Redacción. Un año más, la Asociación Sociocultural Amitea lleva a escena el clásico ‘Cuento de Navidad’ de Charles Dickens, una obra en la que 30 jóvenes actores recrearán el Londres del siglo XIX donde un tacaño y avaro Ebenezer Scrooge se empeñará en amargar las fiestas navideñas a todos los que le rodean, sin saber que recibirá la visita de algunos espíritus que le harán modificar, o no, su visión de la vida.
Como siempre, los beneficios obtenidos por la representación serán destinados a una causa benéfica. En este caso, la recaudación será para Aspacehu, una asociación privada sin ánimo de lucro declarada de utilidad pública de la capital onubense que atiende a personas con parálisis cerebral y síndromes afines.
Las representaciones serán los días 13 y 14 de diciembre, a las 21 horas, y las entradas ya están a la venta en las taquillas del Gran Teatro a un precio de 8, 6 y 5 euros. Una cita, en definitiva, para vivir una Navidad diferente.
Amitea nació hace tres años, cuando dos amigos que habían trabajado juntos decidieron, impulsados por dos jóvenes de la ahora Asociación, crear algo diferente en Huelva relacionado con el teatro, con las artes, con la convivencia entre jóvenes y adultos y con la solidaridad. La idea fue tomando forma y el 10 de octubre del 2010 Amitea fue instituida como una asociación sociocultural.
Poco a poco la entidad fue desarrollándose y a ella se sumaron personas que tenían en común su amor por las artes escénicas y que compartían los mismos objetivos que los miembros fundadores:divulgar el teatro clásico entre la población juvenil, demostrar que los jóvenes tienen unos valores que en ocasiones no ve la sociedad y, sobre todo, la solidaridad.
Este último punto es clave, es el hilo conductor de la Asociación y desde la misma intentan mantenerlo de dos maneras: destinando recaudaciones de sus actuaciones a asociaciones sin ánimo de lucro para ayudarlas a respirar mejor y saciando la necesidad de sonrisas y cariño allá donde las encuentran como, por ejemplo, los centros de mayores y de niños.
A cambio de poner a disposición de los demás su trabajo y su tiempo, estos jóvenes, actualmente un total de 50 de entre 10 y 30 años, obtienen como beneficios el aprendizaje, la confianza y la satisfacción.