Redacción. 12 buitres leonado (Gyps fulvus) que habían quedado atrapados en un pozo seco situado dentro del término municipal de Cala, en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, han sido rescatados por los agentes de Medio Ambiente adscritos al espacio natural y bomberos del Parque de Aracena, quienes acudieron al lugar tras recibir la llamada del propio propietario de la finca.
Según las primeras apreciaciones, los animales cayeron en el pozo, lo que supone trampa mortal para esta especie al carecer del diámetro suficiente para que puedan volver a emprender el vuelo, tras participar en la comida de un cerdo muerto en las inmediaciones. El buitre leonado es un ave planeadora más que voladora que apenas mueve las alas en el aire y que suele levantarse sobre corrientes ascendentes.
La operación de rescate ha sido complicada por la profundidad del pozo, de unos ocho metros, y el riesgo de desplome del mismo. Por este motivo, para el rescate ha sido necesaria la intervención de tres agentes de Medio Ambiente y de dos bomberos, quienes han logrado extraer a los doce buitres leonados con la utilización de una red a modo de pesca.
El buitre leonado (Gyps fulvus) es una de las mayores rapaces que pueden encontrarse en la Península Ibérica. Puede llegar a los 10 kilogramos de peso y alcanzar una envergadura superior a los 2,5 metros. El apelativo leonado le viene por el color ocre o canelo de sus plumas en la mayor parte del cuerpo (dorso, zona ventral y mitad anterior de las alas).
Asimismo, consta de un pico ganchudo especializado en desgarrar tejidos. Los tarsos y dedos son grises y grandes, aunque más débiles que los de otras grandes rapaces. Las uñas son cortas y romas. Esta circunstancia, unida a su gran peso y a su lentitud, le imposibilita para dar caza o matar a otros animales como sí ocurre en el resto de las rapaces.