Ana Rodríguez. El obispo de Hueva, José Vilaplana Blasco, hizo entrega el jueves, 10 de octubre, a la viuda y los dos hijos de Juan Manuel Gil de la Cruz Pro Ecclesia et Pontifice o Cruz de honor, máxima distinción que el Vaticano puede condecer a un laico y con la que reconoce su servicio a la Iglesia.
Juan Manuel Gil, quien fuera hermano mayor de la Hermandad de la Esperanza, falleció el 20 de abril de este año, justo un mes después de que el Papa le concediera esta condecoración a petición del obispo de Huelva.
La iniciativa partió de un grupo de cofrades onubenses, conformado por José Gallardo, Diego Morón, Manuel Gómez Beltrán, Bienvenido González y José Vargas, entre otros, que propusieron a José Vilaplana que mediara para que el Vaticano otorgara este reconocimiento a Gil por su dedicación a las cofradías y a la Iglesia.
Además de hermano mayor de la Esperanza, el homenajeado fue miembro del comité ejecutivo que preparó la visita del Papa Juan Pablo II a Huelva, así como organizador de congreros marianos y mariológicos que se han celebrado en la provincia onubense, además de un reconocido cofrade y de una persona comprometida con la sociedad.
El acto, que tuvo lugar en la capilla de las Hermanitas de la Cruz, fue muy emotivo y contó con la presencia de amigos y familiares del fallecido, que además rezaron por su alma en una ceremonia previa a la entrega de la medalla.
Cabe destacar que es la primera vez que esta condecoración se otorga a un onubense, poniendo de manifiesto la importante labor que José Manuel Gil llevó a cabo.