Andrés Espuelas (@aespuelas). Si de algo me puedo poner una medalla en estos momentos es de haber sido uno de esos que al finalizar la temporada pasada confiaba en Sergi y el proyecto de Pablo Comas y su equipo. Sinceramente, las cosas en el club han cambiado mucho y, poco a poco, el equipo lo está notando y el trabajo va dando frutos.
El domingo fue una prueba de ello. Contra el Tenerife –por cierto, equipo a tener en cuenta en el futuro– ganamos uno de esos partidos que deciden campeonatos; uno de esos partidos que, sin merecerlo, ganamos; uno de esos partidos que se recuerdan a final de año. Sin embargo, me temo que la charla de Sergi tras el partido no fuese del todo positiva tras los errores cometidos. Pero yo y muchos de los aficionados sacamos algo muy importante para el devenir del equipo: el ser un bloque.
Con la base ya asentada del año pasado –hasta ocho titulares pasan, al menos, su segunda temporada en Huelva-, el equipo se conoce muy bien y sabe a lo que juega. No importa que el Tenerife diese al palo al principio del encuentro, que Aridane en boca de gol fallase un tanto cantado o que Cabrero sacara una pierna prodigiosa a Chechu. Mientras, el Recre esperaba dominando el centro del campo a algún destello. Un destello que llegó a base de un latigazo de un Montoro que no se cansa de marcar golazos en este comienzo de año.
Como es sabido Sergi ha querido traer la filosofía blaugrana –filosofía que no comparto– pero añadiéndole más movilidad, algo que me gusta más. No hay jugadores en estático, el equipo tiene sus miras hacia adelante y el juego no se convierte en un somnífero. Ello se comprueba con jugadores más ágiles y veloces como son Gallegos, Arana o Antón y el jugar con un referente arriba, la otra gran diferencia con respecto al Barcelona. Sin embargo, la defensa más adelantada del Barcelona –lo único positivo para mí de los culés -, es lo que más echo en falta de este equipo y el domingo fue lo que más problemas creó. De ahí llegó el gol tinerfeño y sus ocasiones más clara, sobre todo, a raíz del juego aéreo.
Aún así agradezco que marcara Ayoze porque viví algo que se ha visto muy pocas veces en el Colombino. En vez de agacharse y achicarse, los jugadores reaccionaron, empezaron un nuevo partido y, olvidando que segundos antes el Tenerife empató, Arana se soltó un derechazo que quitó las telarañas de la portería que defendía Sergio Aragoneses. Tras esto, el ‘Decano’ líder de la Liga Adelante, otra semana más, a cuatro puntos del Sporting.
Por cierto, un consejo. No nos subamos a la nube. Ya sé que ahora es el mejor momento para ser del Recre y el oportunismo, como se puede ver, está a la orden del día. Si os subís al carro, subiros también cuando el equipo esté mal. Saludos a Josmar, ánimo con tu recuperación.