S. D. Carolina Marín no tiene techo. En su reencuentro con Londres, ciudad donde hace algo más de un año vivió su sueño de disputar unas Juegos Olímpicos, ha vuelto ha hacer historia accediendo a la final del Grand Prix Gold, siendo el primer representante español que accede a un torneo de esta índole. Lo ha hecho posible después de derrotar en la semifinal a la tailandesa Busanan Ongbumrungpan, cabeza de serie número 1 del torneo, en tres sets: 20-22, 21-18 y 21-19, en otro maratoniano y agónico partido que duró 1 hora y 12 minutos. Le espera en la final la escocesa Kirsty Gilmour, que se impuso a la checa Gavnholt.
Fortaleza mental, buen juego y templar los nervios. Tres premisas que le dieron a Carolina la posibilidad de disputar la semifinal en su partido del viernes con Hare Desi, a quien también tuvo que remontar y con quien tuvo el partido muy cuesta arriba. Lo volvió a poner en liza Carolina Marín en el Copper Box londinense, muy cerca del ‘Teatro de los sueños’ olímpicos de la onubense. Porque de nuevo tuvo que remar contra la corriente.
El partido se desarrolló por el guión de la igualdad, no en vano las dos contendientes han pasado muchas horas entrenando juntas y se conocen a la perfección. Hubo continuas alternancias en el marcador, salpicadas por arreones de una y otra que le dieron emoción al choque. Fue la compañera de entrenamientos de Carolina, Busanan Ongbumrungpan quien dio primero en el primer set. Cobró las primeras rentas (4-9), hasta que Carolina le endosó un 9-1 que volteó la manga. Pero no fue definitiva la reacción de la onubense, que se vio superada por Ongbumrungpan en el tramo final, imponiéndose por 20-22.
Carolina Marín comenzó mandando, dentro dela igualdad, el segundo set. Sus rentas eran mínimas, hasta que un parcial de 0-6 colocó el marcador en un inquietante 11-14, para pasar posteriormente a un 12-16. Volvió a ser decisiva la fortaleza mental de la jugadora de Huelva que, punto a punto, le devolvió el parcial anterior, corregido y aumentado (8-0), para acabar ganando la manga por 21-18.
En el set decisivo siempre mandó Carolina. Sus rentas al principio fueron sólidas (5-1 y 10-5), y al final suficientes. La onubense jugó mejor que su oponente en ventaja y cuando la tailandesa apretó de lo lindo hasta igualar a 16, dejando un final de infarto. Ahí Carolina se movió mejor, optimizó sus recursos y minimizó sus errores. El resultado fue beneficioso: 21-19.
Carolina Marín, de esa manera, se clasificó para la final de este torneo londinense, que la jugará ante la escocesa Kirsty Gilmour, que se impuso en la otra semifinal a la checa Kristina Gavnholt en tres sets también, 21-13, 20-22 y 21-16, en un partido que superó la hora de duración.
